Y LA SIGO QUERIENDO...

Capítulo 3

Esa misma tarde....
D: ¿Por qué me has ayudado?
E: Bueno, creí que necesitabas ayuda, además eres mi amigo, tenía que ayudarte,¿eso es lo que hacen los amigos, no?
D: Si bueno...
E: Oye, no te preocupes no creó que vuelva a hacerte más daño.
D: ¿Es cierto, que eres campeona de artes marciales?
E: Si bueno, lo cierto es que es verdad. Tengo el cinturón amarillo.
D: Wow...
E: Pero venga, no te quedes ahí pasmado, no es para tanto. Mi madre me apuntó una vez para poder defenderme de personas como estas. Y poco a poco, me estuvo gustando, y ya ves, ya soy campeona.
D: No se, no se como puedes hacerlo, yo no seria capaz de pelear, bueno ya me has visto.
E: Es cuestión de aprender, y practicarlo. No hace falta ser alto y grande para dar miedo.

Cada palabra o consejo que me decía, aprendía más de ella.

D: Nunca te he visto por aquí, la verdad. ¿En que clase estas?
E: Bueno, lo cierto es que soy nueva por este barrio. Mi madre y yo nos acabamos de mudar hace poquito.
D: ¿Y tu padre?
E: No tengo padre.
D: Wow, Disculpa, he sido un idiota.
E:Oh nono, no te preocupes, no pasa nada. Hace mucho que no se nada de él. Es más ni siquiera lo recuerdo.
D: ¿Se marchó?
E: Así es. Cuando yo nací. El motivo nunca lo supe bien, así que...
D: Wow, lo siento mucho.
E: ¿Y tu qué,nuevo por aquí o ya de hace tiempo?
D: Si, de hace ya tiempo. Mi padre y yo, estamos felices en este barrio pequeño. No ahí mucha gente, pero se esta mejor. Te acostumbraras.
E: ¿Padres divorciados?
D: No realmente, mi madre... Murió cuando yo apenas tenia 4-5 años.
E: Vaya, lo siento mucho.
D: No pasa nada, no recuerdo mucho de ella, la verdad. Supongo que somos dos personas completamente desiguales con recuerdos en común.
E: Jajaja, ¿Te lo has sacado de un libro eso?
D: Jajaja, puede.

No podía parar de mirarla, y reír con ella. A pesar  de los problemas que podríamos tener, ella se parecía mucho a mi, o tal vez eran las circunstancias.
Cada vez que hablábamos de algo, más atención prestaba. Me gustaba oír cada palabra que salia de esa preciosa boca.
La lleve a su casa, y me fui a la mía. Me quede en mi cuarto pensando en ella. No podía parar de hacerlo.
Y lo cierto, es que no sabía el motivo.
Me encantaba estar con ella, vivía a unas calles mas arriba que yo, decidimos ir juntos a clases. Claro, que por supuesto, yo seria quien fuese a buscarla.

Después de unas cuantas de semanas, nos hicimos muy buenos amigos. Es más en tan poquito tiempo, nos hicimos mejores amigos.
Quedábamos para ir a hacer deberes, para salir los findes, para hacer alguna que otra escapada.
Jamás he conocido a alguien con ese espíritu, que ella tiene. Nunca he sido de tener Muchos amigos. Pero ella, era diferente.

Ambos eramos de quedarnos en casa y leer, pero cuando estabamos juntos, eramos más que todo eso.

Estamos hartos de leer, como otras personas son proganistas de sus libros.
Ahora quien somos protagonistas somos nosotros, de nuestro propio libro.
Y sinceramente, de este libro, no quiero saber el final.