C a p í t u l o 16

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Han pasado varios días desde que pusimos a Park en "reposo". Se supone que en unas horas tiene que estar despierto y estoy muy nerviosa, tan nerviosa que no he ido al cole y no he avanzado en el proyecto de Literatura.

Will me ha estado acompañando estos días, no sé por qué si siempre acabamos discutiendo por tonterías y él yéndose dando un portazo. La verdad es que... no le entiendo. Encima faltar a clases es penalizado con trabajos... y todos sabemos que él es el vampiro más vago que ha existido.

De lo que de verdad estoy preocupada es cómo voy a entrenar Park, tampoco he sabido nada de Kristen, ella ahora es alguien a quien debemos proteger si queremos que su especie siga en existencia.

De repente, escucho a alguien caminando por el pasillo de fuera, será Will. Pasan unos segundos y alguien llama a la puerta, sí, en definitiva es Will.

-Hey William- digo y le doy una torta a la cabellera rubia del chico que está de espaldas, que se gira y veo que no es Will...

Mierda. Es Chris.

-Pero si es mi querida amiga Scarlett- dijo de buen humor- si me dejas entrar a mi casa mejor eh, ¿quién te ha abierto la puerta, Will?

-Pero... ¿tú de qué vas?- dije divertida- esta es mi casa, te has confundido machote- dije intentando aguantar la risa, él mira encima de la puerta que pone 21A y él vive en el 21B. Al darse cuenta de que no era su casa se puso rojo de la vergüenza, no literalmente porque no se le puede subir la sangre a la cara, el tema es que se fue a su casa un poco avergonzado.

***
Llaman a la puerta. Será Will, dijo que hoy se pasaría a ver a Park.

Abro la puerta, me llevo una gran sorpresa porque...

Porque...

Porque...

Porque...

Es Kristen Lovelace, la última persona que esperaría ver en la puerta de mi casa.

Se veía un poco alterada y nerviosa, bueno, lo estaba aparte de la sangre que salía a chorros de un corte en una de sus alas... de la única que mejor dicho, al parecer alguien le había atacado y arrancado un ala. Era demasiado arriesgado por su parte, cualquier persona le podría haber visto así, expuesta, sangrando. Era la primera vez que veía tan de cerca el ala de un hombre murciélago.

-Scarlett, necesito tu ayuda-dijo y se desplomó. ¿Por qué la gente siempre viene a mi casa para desmayarse?

***

(2 horas más tarde...)

Llaman a la puerta. Tiene que ser Will sí o sí, no puedo tener tanta mala suerte.

- Menos mal que has llegado, tenemos un problema enorme, mejor dicho, dos.- dije preocupada.

- ¿Ah si? A ver, ¿qué has hecho ahora?- preguntó extrañado.

Le hice una seña para que pasase y entró, ¿os he dicho que los vampiros no pueden entrar a casa de humanos a no ser que estos los inviten a pasar? Pues este no es el caso.

Llegamos al salón, donde estaba todo como siempre, menos el cuerpo que se encontraba en el sofá cubierto por una manta.

-¿Pero qué...?- Will me miraba con los ojos muy abiertos. -¿Qué has hecho mientras no estaba?- me miraba serio.

-Nada, es solo que- ahora es cuando me corta la palabra de la boca.

- ¿Qué es ese olor? Huele como a un...-  empezó a decir.

*Un hombre murciélago, una mujer murciélago, muerta.* le dije mentalmente.

Al escucharlo se asustó y cogió el cuerpo de Kristen e intentó sacarlo de allí.

-¿Pero qué haces? No podemos dejarlo tirado fuera, tenemos que ayudarla- le dije enfadada. No podíamos dejar el cuerpo muerto de Kristen tirado en la calle.

Él bufó y al final decidimos ponerlo junto al "ataúd de plástico" en donde se encontraba Park.

Cuando cerramos la puerta del cuarto escuchamos cómo se rompe un cristal por lo que vamos corriendo a ver qué pasa.

Nos quedamos más pálidos de lo que ya somos al ver la ventana abierta, y en la mesa una de las alas de Kristen (el trozo que le faltaba). Pero eso no era lo peor.

Había una nota.

Y en ella estaba escrita una frase que nunca podría olvidar.

Empieza el juego.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2018 ⏰

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