C a p í t u l o 4

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Llegué al baño corriendo. Esta no es la primera vez que me pasa esto, para quitar la sed, me mordí la muñeca. Los colmillos al notar que era mi propia sangre, empezaron a desaparecer. Uff, ha estado cerca.

Al llegar a clase, nadie se dio cuenta de que llegué porque estaban todos levantados preocupados por la chica del corte. Tampoco es para tanto, solo ha sido un corte.

-Scarlett, ¿a dónde has ido?-pregunta Park.

-Al baño, suelo marearme al ver sangre.

-¿Así como los vampiros?-preguntó divertido. A mí no me hizo mucha gracia.

-Qué pesado con los vampiros, que no existen tonto- digo bromeando.

-Aja, pues cada vez tengo más razones para creer en ellos.

-¿Sí? ¿Acaso has visto a alguno?

-No sé, pero tú seguramente sí.

-¿Qué?

-Sí, ¿no recuerdas? vienes de Pennsylvania, de allí proceden todas las leyendas de vampiros, hombres lobo...

-No soy de Pennsylvania, soy de Transylvania.

-Pues eso, espera, ¿a ver?- dijo cogiéndome de la mano. Me la giró y vio y me miró sorprendido.- Me parece que cada vez tengo más razones de que existen... ¿Y estas dos marcas? ¿Conoces a alguno?- pregunta levantando una ceja.

-Ay, déjame en paz- dije escondiendo mi mano dentro de la chaqueta- esa marca me la hice clavándome una rama.

-Sí, sí, lo que tú digas.

***

A la hora de salir del instituto, me sentí un poco incómoda, el chico castaño del pasillo no paraba de mirarme, qué intimidación por favor.

-Eh, Park, ¿quién es ese chico que no para de mirarme?-dije y Park se giró, al verle, se volvió hacia mí sorprendido.

-Christopher Walker, ¿qué hace mirándote? Que yo recuerde nunca se ha fijado en ninguna chica.

-Y ¿con quién está?

-Con William Sanders, bueno, por lo que he escuchado por ahí, dicen que si le conoces es majo, pero no se sabe, nadie nunca se junta con ellos, nunca hacen ningún trabajo y pueden ir a clases cuando quieran. Aunque bueno, yo no creo que sean buenos ni nada porque siempre se ríen de los demás.

-Wow, yo también quiero eso. Hala, no me parece bien que se rían de los demás así.

-A ti y a todos.

Christopher no paraba de mirarme, William le dijo algo al oído y sonrió. Joder, tengo que aprender a pasar más desapercibida, ya se han dado cuenta de mi existencia.

***

Llegamos a casa y antes de entrar, me puse a buscar la llave, al encontrarlas y tomarlas, se me cayeron al suelo, alguien las cogió y me las tendió.

-Gracias Park- digo sonriendo pero la sonrisa se me borra cuando alzo la mirada y veo que no es Park, es William.

-De nada- dijo sonriendo. Se fue y vi que entró en la puerta de al lado. Espera... ¿¡vecinos!?

-Oh dios mío, Scar, ¿le conoces?

-No, por eso te he preguntado por ellos antes.

Al final del día acabé muy asustada, no porque se hayan dado de mi presencia, sino porque cuando Will me dio las llaves, vi la marca que tenía... Y era un aliado.

***

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