Para no olvidarte (Jesus y Daniel)

Capitulo ocho: Para no soñarte

Narra Ginger:

Carla me miraba, me sonreía. Era magico, tanto como aquella sala. Todo era blanco, al igual que su vestido. Parecía un angel, con su pelo brillando frente a aquella luz que atrapaba todo. Sus ojos brillaban en calma y una paz me invadío. Su sonrisa me tranquilizaba, mientras la luz me calentaba. Con una mano me saludó. Parecía estar a tan solo unos metros de mí.

- Gin. Creí que nunca vendrías- dijo.

La luz me cegaba, pero era incapaz de cerrar los ojos ante tal belleza.

- Carla!- exclamé.

Sonrío, pero algo me impedía acercarme a ella. Me habría gustado abrazarla, pero algo en mi proprio cuerpo me lo impedía.

- Si, soy yo. Os hecho demenos, aún que soy capaz de esperar hasta que llegue vuestro turno- suspiró.

Vuestro turno... Podría ser más pronto de lo que creía.

- ¿He... He muerto?- pregunté.

- No. No has muerto, espero que no pase pronto. La persona que esté detras de esto no parará- respondío.

- ¿Quien esta detras de esto? ¡Estas muerta! Habras tenido que ver quien fué...- pregunté.

- No lo se. No le ví. Fué un chico y lo hizo por envidia. Quería que todas las chicas fueran para él- respondío.

- Un chico... Espera... ¡Esto es solo un sueño! ¿Como se que lo que dices es cierto?- pregunté.

- No puedes saberlo. Solo tienes que creer- respondío.

Apreté los ojos y me imaginé con todas mis fuerzas que estuvieramos en un campo. Volví a abrir los ojos y seguía allí, con Carla.

- No puedo encontrar un asesino en base a un sueño- suspiré.

Carla sonrío. Una sonrisa calma, feliz. Fué como si nunca hubiese sido tán rebelde como era antes de su muerte.

- No, eso es cierto. Pero busca entre los chicos, no pierdas tiempo en las chicas. Estas en peligro, un peligro constante. Un hazecho sin fin. Ten cuidado, no eres la unica que podría salir herida- explicó.

- Ya lo se. Inés, Dani y Jesús- murmuré.

- No pienses demasiado en Dani y en Jesús. Piensa en los tatuajes. En su significado. Sobre todo en mi muerte. Papelitos, los papelitos son la clave- replicó.

- Los papelitos... ¡ La letra!- exclamé.

Clara asintío y volvío a saludar con la mano. Me lanzó un beso.

- Exacto. Adiós, guapa. Visitame pronto otra vez- dijo antes de darse la vuelta.

Parecío como si me undiese en el suelo, me bajase de aquella plataforma de paz y tranquilidad.

*Canción: No digas nada, Cali y el Dandee*

Apagué el IPhone y me levanté de la cama. Suspirando saqué un boligrafo y un papel; Era sabado. Me había puesto el despertador inutilmente, pero me gustaba despertarme siempre a la misma hora.

Caso Carla;

- Buscar entre chicos

- Letra de papel

- Javi ha admitido que amaba a Inés y que Jesús le ha reemplazado -> ¿Envidia? CONTROLAR A JAVI

Doblé el papelito y me lo metí en el bolsillo del pijama. Entonces fuí a desayunar. Me preparé unas tostadas con Nutella y me fuí al salón para comerlas delante de la tele, pero allí ya estaba Javi, viendo uno de estos programas de motos que a mí no me interesaba. Me acerqué más y ví que se había dormido con el mando en las manos. Apollé el plato con las tostadas encima de la mesa de cristal y se lo quité de las manos. Entonces se despertó.

- Vete a la habitación para dormir- dije cariñosamente.

Negó con la cabeza y se restregó los ojos. Bostezó y se levantó.

- No he dormido muy bien- admitió en voz baja.

- ¿No? ¿Porque?- pregunté.

- Inés ha llamado... Nos hemos sincerado- respondí.

- Ah. Ya me contó algo... Me llamó a mí tambien. Vio a alguien frente a su ventana y creyó que era el asesino de Carla que iba a por ella por... Un beso que le dío Jesús- suspiré sentandome.

- Ah. Ya te lo ha contado...- murmuró.

- Sip. Así que... Te gustaba...- comenté.

- Si. Me gustaba... y me gusta- me interrumpío.

- Y... Sentiras envidia por Jesús, que te la ha quitado... ¿verdad?- pregunté.

- Envidia no, rabia. Bueno, la verdad es que ese tío me da pena- respondío.

- Vale... La envidia es muy mala y lo sabes. Creen que fué un hombre el que mató a Carla... Por envidia- suspiré.

- ¿Q... Que? Y... Y... ¿Como saben eso?- preguntó.

- Pues... Creen incluso haber encontrado huellas. Pronto sabré quien es ese malnacido que mató a Carla, una de mis mejores amigas- mentí.

- Ah... Q... Que bien... Ehm... T... Tal vez... No sean de nadie- tartamudeó.

- Javi... ¿Que quieres decir con eso? Es algo bueno... ¿Porque tartamudeas de esa manera?- pregunté.

- Ah, por nada... Es solo que... Bueno, tal vez sepa más de lo que cres... Pero da igual. Me voy- respondío.

Sin previo aviso se levantó. De repente los movimientos que solían ser atleticos se volvieron torpes. Me miró atemorizado y al dar un paso hacía atras se dio con la mesa. Se tambaleó, pero volvío a encontrar el equilibrio. Salío corriendo de la casa. Lo ultimo que escuché fué la puerta cerrarse. Estaba sola.

- Javi sabe algo- jadée.

Bueno,tal vez sepa más de lo que cres.

Tal vez incluso tenía algo que ver con el asesinato de Carla, pero dudaba que hubiese ordenado él acuchillar a Carla o que hubiese empuñado aquel cuchillo que acabó con la vida de mi amiga. Siguiente: Raúl. Era demasiado miedoso como para poder haber matado a Carla, pero... ¿Quien dice que no sabía nada? La policía no estaba haciendo su trabajo nada bien, así que me nombré encargada de este caso. Aún que fuese yo una de las victimas podría ser mejor que ellos. Ya tenía una pista, ahora me tocaba alcanzar la otra. Raúl. El chico que se metío con Jesús nada más verle. Tendría que ser muy... Pero que muy maja con él. Convertirme en una especie de mejor amiga para averiguar todo lo que necesitaba. Nada pasaba por Raúl. Salí del salón y encontré un papelito en el suelo... De Javi.

No es solo una persona. Son 6. Tambien hay chicas.