Capitulo veintidos: Tatuajes repetidos

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Narra Jesús:

Un chico joven de cuerpo atletico se aproximó a la puerta de entrada. Parecío pensarselo dos veces antes de llamar al timbre, sin ver como le estaba observando desde la ventana. Pusé los ojos en blanco. Ese era el idiota que salía en la foto del perfil de whattsapp de Inés, que ya parecía ser oficialmente mi 'ex'. Habían pasado dos meses y no habíamos hablado escepto en el colegio. Hechaba de menos saber que era mia. Y saber que me quería. 

- Puedes ir tu?- pregunté enfadado.

Dani bajó las escaleras de la mano de Gin. Con risitas se abrazarón y se besaron. Les iba muy bien, aún que no estuvieran mucho a solas.
Dani abrío la puerta.

- Hola, Rend. Por que te llamas así?- preguntó.

- Si, exacto. Bueno, traigo a Inés, pero...- respondío.

Justo entonces salío Inés de detras suyo riendo. Despues me figé un poco más; Se estaban agarrando de la mano, eso significaba que... Con el corazón helado saqué mi móvil. Leí el estado de Inés: Rend <3
La verdad es que desde que no nos hablabamos no habían ocurrido mas 'incidentes' ni notitas, así que quien quiera que haya sido Ovienator consiguío su meta. Con un suspiro me senté en la mesa de la cocina y me pasé la mano por el pelo, mientras con la otra me rascaba la nuca. 

- Hola Dani!- exclamó Inés. - Cuanto tiempo!-

- Te he visto en clase, tonta! Venga, entrad!- les invitó Dani.

- No, lo siento. Mucho. No puedo. Me tengo que... Que ir- tartamudéo Rend con marcado acento aleman.

- Pero Rend...!- se quejó Inés.

- No puedo, lo siento mucho nena- repitío él en tono de chulo.

- Sabes que no me gusta que me llames así...- murmuró Inés mientras Rend le daba un beso.

- Bueno, tu al menos te quedarás, no?- preguntó Gin.

- Claro. Si no para que he venido...- respondío Inés.

Rapidamente saqué mi móvil y intenté parecer centrado. Dani entró en la cocina, seguido por Inés y Gin. Me levanté lentamente y salí de la cocina sin alzar la mirada.

- Señor Oviedo, porque no viene con nosotros? O es que no merecemos su presencía?- dijo Dani.

- Que pasa?- pregunté molesto mientras volvía a entrar en la cocina.

- Tenemos visita- respondío Dani.

- Hola, Jesús- murmuró Inés con un brillo extraño en los ojos.

- Hola- repliqué sin mucha fé.

No alcé la mirada para que no viera el engaño en mis ojos, ni el dolor que sentía en aquel momento. Con el brazo al que habían amputado la mano escondido tras la espalda dío un paso hacía mí.

- Esta semana no habeís ido al colegio- comentó.

- Ya. Hemos estado liados y teníamos que gravar el video... Que raro que Gin no te lo haya dicho- expliqué.

- Ah... Y si no que tal? Hace ya mucho que no hablamos- preguntó.

- Bien... Bien- respondí apretando los labios.

- Si... Me alegro. Yo tambien- murmuró.

- Me alegro. Ahora me tengo que ir- suspiré.

- A donde?- preguntó.

- Aún no lo sé, pero ya me vendrá en mente algo- respondí abriendo la puerta y metiendo el móvil en el bolsillo de mi chaqueta.

- Espera!- exclamó Inés viniendo conmigo.

Para no olvidarte (Jesus y Daniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora