Para no olvidarte (Jesus y Daniel)

Capitulo veinte: Tengo miedo de tí

Hola, soy yo. Esta vez no me presentaré, ya que ya me conoceis. Como ya habreis oido tengo planeado hacer un maratón, pero esta vez de verdad. Va a ser que no lo voy a poder hacer este finde, porque la semana que viene tenemos 6 examenes y tendré que aprovechar para estudiar, porque estudiar tantas materias distintas de golpe es bastante... Dificil. Espero que lo entendais. De todos modos, yo escribiré tant como pueda.

Ahora; Necesito a alguien que quiera ser un nuevo personaje. Solo teneis que presentaros. Es decir; Como os llamais, que os gusta, vuestro caracter, vuestro fisico... Cosas así. Escribidme por privado :) Bueno, aquí viene el capiii. Espero vuestros mensajes :)

Xao

Elisa

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Narra Ginger:

El rostro palido de Inés tirado encima de aquella cama me causaba un retorgicon de estomago. Hechaba de menos el color en sus ojos, su sonrisa e incluso su voz. La extrañaba. Llevaba dos días dormida. Estaba sentada a su lado, vigilando su respiración. La unica vida que le quedaba, ya que su alma estaba vagabundeando entre sueños perdidos. 

- Tendrías que marcharte. Estas exhausta- suspiró Dani a mi lado.

- No, estoy bien- repliqué bruscamente.

- Pero si no duermes desde hace mas de 48 horas! Como vas a estar bien?! Ahora tu te vas al hotel y te hechas un rato- 

- No, Dani. Yo tengo que estar aquí. Los medicos han dicho que despertaría y que esta fuera de peligro, pero... No la ves?! Sigue durmiendo. No se despierta!- 

- Tranquilizate! Los medicos han dicho que esta bien, entonces será así. Gin... Ella esta bien. Solo necesita tiempo-

- Tiempo para que?! Para despertarse y darse cuenta que...-

- Que se ha salvado por un pelo-

- No. No es eso. Tu no la has visto. No te han dicho nada, pero va a llevarse una sorpresa al despertar... Es que...-

Entonces los ojos de Inés se abrieron. Fué de golpe, como si hubiese estado todo este tiempo tan solo esperando este momento para asustarnos. Abrío los ojos, pero se quedó inmovil. Parpadeo dos veces y despues... Chillló. Un chillido desgarrador. Se incorporó de golpe sin dejar de chillar y de mirarnos. Chillar y chillar y chillar.

- Inés! Que pasa?- preguntó Dani alarmado.

Entonces fué como si Inés despertara. Despertara tambien por dentro. Se miró a su alrededor como si no lo hubiese visto antes y se tocó la venda de la mano.

- N... Nada. Es solo que... Que...- respondío.

Entonces empezó a hiperventilar. Una respiración acelerada que parecía asustarme mas a mi que lo que estaba ella. Su mano pasaba cada vez mas rapido por la venda y sus ojos se abrían cada vez mas. 

- Mi mano! Que le ha pasado a mi mano! Mi mano! Mi mano!- chilló.

Entonces se volvío loca. Empezó a gritar aún mas fuerte que antes. A pegar los codos contra la pared y a mirar su mano. Tiró todo lo que estaba encima de su mesilla de noche, mientras el rostro palido sin vida cogía cada vez mas color. Un color rojo. 

- Shh... Inés... Porfavor... Me estas asustando... Inés... Yo te lo puedo explicar... Inés...- murmuré.

Entonces paró. Paró tan inesperadamente como había empezado. Me miraba con ojos penetrantes, como si no recordara quien era.