Me sentía feliz al poder observar de cerca y no a través de un cristal el agradable paisaje de dónde me encontraba. La cabaña estaba rodeada de bosque y para mí eso era un verdadero espectáculo, pues no era como el que había en la propiedad que compró mi padre, ya que no era tan denso como este. Sin contar que la cabaña no tenía nada de ostentosa como la mansión de Matías y eso me sorprendió un poco, pues por alguna razón lo veía como un tipo egocéntrico, fanfarrón y creído. Una prueba de ello fue la elección de la vestimenta que me había obligado a usar para recibir a los "invitados", los cuales casi me mataban.
—Vamos. —Su voz me sacó de mi ensoñación.
Para protegerme de las bajas temperaturas, Matías me había proporcionado una chaqueta negra, que parecía más de hombre que de mujer, pero igual era cómoda y cálida.
Al seguir los primeros pasos del lobo-vampiro me di cuenta hacia a donde se dirigía, y no sé si eso fue lo que me alarmó más, pues tenía toda la intención de internarse en el bosque, mientras que Rosa seguía observándonos desde la entrada de la cabaña. En el momento en que asimilé que en realidad estaríamos solos en el bosque, esté dejo de parecerme hermoso para tornarse un poco más terrorífico, no quería entrar ahí... sola.
¿Acaso quería sacarme de la cabaña e imponerme otro castigo por el atrevimiento de anoche y de que esta forma Rosa no se enterara?
Podía escuchar latir mi corazón con mayor fuerza cada vez que nos internábamos más y más en ese montón de árboles gigantescos y olorosos, y a gran medida se lo debía a la imaginación que poseía. Esta jamás fue buena, a decir verdad, era un verdadero fastidio cuando los profesores nos pedían algún proyecto innovador o cualquier cosa en la que tuviera que requerirla, pero al parecer, al tratarse de armar tragedias y dramas era simplemente excepcional, pero no todo era su culpa, pues Matías se empeñaba por darle cabida a mi loca imaginación al permanecer en silencio en todo el trayecto, en darme repentinas miradas escalofriantes y caminar tan rápido como si no hubiera mañana. No era muy normal, o al menos, no para mí.
—¿Vas a asesinarme? —solté por fin, aunque me hubiera gustado sonar un poco más segura que espantada.
Inmediatamente dejó de avanzar y dirigió su mirada hacia mí.
—Creí que ya habíamos dejado ese asunto en claro —mencionó algo indignado, cosa que no ayudó mucho a mis nervios—. Solo quiero mostrarte un lugar que creo que te gustará.
Asentí y él continuó por el sendero. Tal vez estaba analizando de más la situación, pero no dejaba de sentirme intranquila, no era nada fácil acostumbrarme a su forma tan extraña de ser. Primero era un hombre rudo y sin compasión, y ahora parecía ser el mismo, pero haciendo un esfuerzo sobrehumano para contenerse y... ¿no lastimarme?
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Criaturas Malditas #2: Tu Dueño, Tu Tormento
Manusia SerigalaMatías es el líder de una manada y debe encontrar a su mate para ascender a Alfa de Alfas o su manada estará en peligro. ¿Qué pasará cuando no encuentre a su mate y su única solución sea aceptar a una humana? Disfrutó tanto ver aquellos ojos que re...