Es sobre el típico chico tímido de secundaria llamado Kou que generalmente ha estado solitario por mucho tiempo desde la muerte de su madre y el abandono de su padre. La única persona la cual lo hizo salir adelante de ese horrible pasado fue un uni...
Estoy solo como siempre, pero ahora lo peor sera que moriré solo bajo la áspera y oscura tierra; todo por culpa mía; si tan sólo me hubiese quedado en casa con la curiosidad de saber, nada de esto hubiese pasado y ahora miren como termine... Tumbado en el suelo, inmóvil, golpeado, secuestrado desde hace dos días y con el deseo de poder salir vivo. Aunque dudo que pase, me siento tan asustado y ansioso al ver que hay personas como ese sujeto que esta intentando ayudarme aunque su vida este en juego por ese otro sujeto enmascarado que intenta acabar con mi efímera vida.
Tengo mucho miedo, pero no sé como intento mantener esta calma que hace que no enloquezca más de lo que ya estoy ¿Quién podrá ayudarme? ¿Porqué soy tan débil cómo para defenderme? No lo comprendo ¿Porqué no paro de llorar y hago algo al respecto? ¡Quiero vivir! Mientras pensaba en esto, tumbado en el suelo, con una pierna quebrada e inmóvil.
Logre llegar a ver como el ayudante era golpeado brutalmente por el otro sujeto, mientras él intentaba defenderse y yo no podía hacer nada para ayudarlo, me sentí inútil, tenía tanta rabia y de repente escuche unas pisadas que se acercaban cada vez más y más hacia donde yo me encontraba. Intente gritar, pero no tenía fuerzas; entonces aquella persona ya había notado nuestra presencia y ví como tumbo la puerta de una sola patada.
Era... ¿Ryoga? ¿Cómo? No tengo la menor idea del por que, pero no me importaba nada en ese momento y me arrastre hacia sus piernas, y con mis ultimas fuerzas le dije llorando:
__¡R-Ryoga! ¡Ayudanos! Yo... ¡Te necesito ahora más que nunca! Sé que te trato mal, pero ¡Porfavor! ¡Te necesito!
Cuando le dije eso, Ryoga se sonrojo levemente, pero se veía su furia por fuera y sus ojos parecían como si estuvieran hechos de fuego. Y cuando volteo a ver al ayudante, Ryoga ya se había puesto a pelear a golpes con el otro sujeto del antifaz, dejando a salvo al ayudante aunque se veía inconsciente y muy herido.
Asomando mi cabeza e intentando levantarme pude ver una vez más, el otro lado oscuro que ocultaba Ryoga, al verlo enfrentarse con ese tipo. Luego ví que él se acerco a mí, dejando a ese sujeto tumbado y golpeado terriblemente por Ryoga.
__¿Estás bien? –dijo cargándome y poniéndome sobre una cama – ¿Qué hubiese pasado sino hubiera llegado? ¡Eres un... Olvidalo...
Se notaba su cara de preocupación y acerco suavemente sus brazos hacia mí, dándome un abrazo. Se oía su voz entrecortada y también se oía sus lágrimas cayendo en mi hombro.
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¿Porqué siempre eres tú, el que me saca de apuros? ¿Porqué cuando no te llamo, siempre vienes? Y... ¿Porqué no puedo odiarte pesé a todo?
__ Ryoga, yo...
__¿Qué pasa?
__ Corre... ¡Apartate de mí! ¡No voltees! ¡Porfavor!
Ví como el sujeto sacaba un arma de su bolsillo, mientras seguía tumbado en el suelo, me estaba apuntando a mí. Sabía que posiblemente seria mi fin, pero de ninguna manera dejaría que dañe a Ryoga...
__ ¡Apartate o disparo!–dijo el sujeto– ¡Qué te apartes he dicho!
__¡Kou! ¡No creas que seré capaz de dejarte! ¡Si me van a matar, prefiero mil veces morir sobre tus brazos!– dijo llorando – Sé que hice todo mal y que te hice mucho daño ¡Discúlpame! ¿Sí?
__¡Espero que me perdones Ryoga! (lo empuja)
__(Dispara)
__¿¡Kou!? ¡Kou! ¡Despierta!– dijo llorando– ¡No me dejes!
