Un nuevo integrante en la familia

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Caminaba por la cera izquierda con la mentalidad de disfrutar de un cholado, miraba a mi alrededor irritada por el mal clima, agobiada por el hecho de tener que caminar, de repente al mirar a mi derecha algo logro sorprenderme, sin pensarlo pase la calle y me acerque a ellos, no pude entender el sentimiento al verlos pero me hacía feliz, ya ni el clima, ni caminar parecía molestarme, pues habría valido la pena.

Era consciente de lo que mis acciones ocasionarían, y estaba dispuesta a enfrentar las consecuencias pero también estaba decidida a intentarlo, madre... tú solo la miraste y el silencio acompaño tu expresión de desacuerdo mientras te alejabas del cuarto, padre... tú me miraste y me dijiste firmemente que ya se había hablado del tema y que debía irse.

Aunque no lo crean recuerdo cada frase que me han dicho, y lo que me llevo a hacer esto que ustedes llaman locura e irrespeto, fueron dos de esas famosas frases, la primera fue "ya eres mayor y debes hacerte responsable de tus decisiones", esa frase me hizo dudar en cuanto a todo, pensaba en que iría en contra de lo que querían, pero la segunda frase me dio el impulso de arriesgarme "si algo te hace feliz, hazlo..."

Estaba en frente de ellos apreciando sus distintas formas y colores, sin pensar por un segundo en poderlos acariciar, el encargado se acercó muy amablemente y decidido a hacer una buena venta abrió una de aquellas jaulas y dándome confianza permitió que entrara mi mano y los tocara, tenía miedo pero me arriesgue, estaban asustados, lo sé porque sus orejitas se encogían al punto de tocar sus espaldas y sus patas se refugiaban debajo de sus pancitas, en cuanto saque mi mano, uno de esos tiernos cuerpecitos la siguió hasta la puerta, en cuanto la varillas retomaron sus puestos, aquella volita de pelos puso sus dos patas en la reja como queriendo decirme algo y entonces un sentimiento de felicidad recorrió mi cuerpo, era esa sensación de valentía que me gritaba -¡hazlo aunque no sea seguro, aunque el camino sea complicado hazlo, lánzate!-, mire a Jordan que no dejaba de preguntarse en que tanto pensaba, me repetía una y otra vez "¿llamo a tus padres?", de repente en un momento fugaz y sin una sola pizca de duda en mi tono de voz dije, -me llevo este-

Todo fue muy rápido, aquel hombre me miro y me dijo, es una niña, tardé más en cruzar la calle que el señor en arreglar la caja donde la llevaría, pensé "-una dulce y tierna niña-".

Dijeron que no era un sitio acto para ella, que el espacio era pequeño; debieron ver la jaula en la que duermen, comen, juegan y se exhiben.

Dijeron que con nosotros sufriría, se deprimiría y luego moriría; debieron ver su cuerpito recostado en el metal agobiado por el calor del sol que pegaba en las varillas

Dijeron que ya era suficiente de experiencias amargas, deberían pensar que esta será diferente, ella no es ni será tan grande como un perro, ni tan pequeña como un pájaro, no necesita jaulas ni collares, su popo no huele feo y puedes hasta cogerlo con las manos sin untarte, no hay que bañarle porque ella lo hace sola, no suelta pelo como un gato, no hace ruidos , no ladra, no maúlla, no silva.

Dijeron que la decisión que tomaron era por el bien de ella yo digo que la mejor decisión fue darle una familia que la ame y le dé la poca libertad que aquella jaula de la que la saque nunca podrá darle.

Dijeron que traerla fue hacerle un daño yo digo que al traerla salve su vida.

Llevo dos días con ella y sé que si acaricias su pelo cierra los ojos
Si tiene miedo lleva sus orejas hacia atrás y esconde las patas.
Si tiene frio infla los cachetes.
Que come zanahoria, toda la que le pongas.
Que hace sus necesidades en la tierra.
Que si la dejas en un lugar encerrado buscara la manera de escapar.
Que le gusta dormir con luz.
Y que si  peino su corto y motoso cabello , se queda quietita hasta el punto de quedar profunda.

La manera en que reaccionaron me impresiono bastante, mama... tu seguiste hablándome normal después de lo que paso aunque firme con la decisión de que debía irse, por lo general hubieras dejado de hablarme y te mostrarías evasiva pero no fue así, ¡gracias!.

Papa... solo diste tu punto de vista que en mi opinión respeto bastante he hiciste lo mismo con las mías, dándome algo que necesitaba, "esperanzas"... ¡gracias!

Ambas reacciones me impulsaron a escribir esta carta, lo que espero lograr es tiempo, tiempo para que le den la oportunidad de demostrarles que es distinta, original y grandiosa, si no... tiempo para seguir intentándolo...

Relatos de un corazón frágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora