Dejar de existir...

11 3 0
                                    

Decidí arriesgarme, decidí intentarlo, decidí ser alguien, camine sin dudar por el sendero de la obligación y convertirme en adulta, anhele dar ese gran paso por mucho tiempo al darme cuenta de que no tendría infancia, al darme cuenta de que jamás llegaría a sentir el dulce aroma de la adolescencia, crecí limitada a ser solo alguien demasiado pequeña para saber lo que quería después demasiado grande para lograrlo.

Estoy perdida en esto que llaman vivir, me siento atada a una obligación que yo misma me impuse, creyendo ser lo suficientemente fuerte para cumplirla, ¡que tonta fui!, ya estoy cansada y apenas llevo la mitad de mi acuerdo, ya mi frágil corazón no da más, mis sueños frustrados son tantos que dormir me cuesta, mi rutina es tan larga y mis horas disponibles tan pocas que no me queda tiempo de ser yo.

Tengo sueño todo el tiempo y no es porque me guste dormir es solo que estoy obligada a sentirme así, y lo detesto, así como proponerme algo y después darme cuenta de que no lo lograre, así como depender del tiempo de alguien para lograr un poco de distracción disfrazada de aparente felicidad, así como levantarme todos los días a la misma hora con la certeza de que nada cambiara, vivo el presente anhelando con desesperación el futuro, quisiera que hubiera algo más para mí que solo esto.

hay tantas cosas que me harían feliz pero están tan lejos de mi alcance, y lo se ... hay personas peor que yo pero al parecer son más fuerte de lo que algún día llegare a ser, yo no puedo más, ya no temo a la muerte y eso me asusta, y es que vivir ya no tiene sentido no hay nada que me retenga y bueno... amo a mi familia a mi novio y eso pero ... a veces simplemente saber que están ahí no es suficiente y más cuando soy consciente de que contantemente los decepciono, no logran entenderme, les cuesta descifrarme, pero es que como hacerlo si aún no se lo que quiero y de lo que estoy segura de querer también tengo la seguridad de que no está a mi alcance, de nuevo demasiado grande para lograrlo, crecí tanto que ya los miedos son demasiados y no me dejan avanzar, no puedo seguir por mi cuenta, de ser mi madre ya viviría sola en un apartamento con un trabajo independiente pero no soy como ella, no soy tan fuerte.

Hoy tuve la sensación de perder todo lo que tenía, mi trabajo, mis obligaciones, mi dignidad y mi honor pero aunque suene terrible sentí tanta felicidad, sentí como mis hombros se hacían ligeros y empezaron a llegar ideas a mi cabeza de lo que haría con mi tiempo, ¡tantas cosas!, iría a tantas casas, escribiría infinidad de textos, saldría con mi amiga, aprendería muchas canciones, vería algunas películas, conocería gente, me quedaría en casa de mi novio, me acostaría tarde, me sentiría totalmente libre, hasta que recordé que ya no era una niña y que no tenía recursos para hacer nada de eso y de nuevo... "soy demasiado grande para lograrlo", ya no puedo ser esa niña con la esperanza de lograr cualquier cosa, ya no hay las fuerzas para intentarlo, mi tiempo, mi dinero, mis emociones y hasta mi felicidad es limitada, todo se me limito desde el día en que dependí de unas pastillas para parecer normal y no es que me hagan bien pero ayudan a que el resto se sienta mejor con mi compañía, a que se sientan seguros a mi lado y no teman cuidar de mí, desde el día en que dependí de esas pastillas entendí que no vivo para mí y por mí, vivo para ellos y por ellos y creo que así ha sido siempre y al parecer así seguirá...

No me preguntes que quiero, porque ya no vale la pena responder a esa pregunta, y es que la respuesta es tan cruel que podría lastimarte, no quiero serte honesta, porque si realmente supieras lo que quiero te darías cuenta de cómo me siento y de lo destruida que me encuentro, de lo atada que estoy y de lo imposible que parece superarme, y es que ya la respuesta no parece una solución, si no una cobarde manera de escapar.

Relatos de un corazón frágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora