Comienza la aventura...

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Desierto del Sahara...
El lugar repetía dentro de mi cabeza, cada vez con más frecuencia y claridad.
-Están listos para pelear contra "White Eyes", fue un poco rápido el entrenamiento, lo reconozco, pero dieron su corazón en absolutamente todas las horas continuas de pelea contra los "Iron Spheres"... Creemos en ustedes, lo harán bien. - las palabras de Ray eran como las que nunca escuché de mi madre, mucho menos de mi padre.
-Muy bien... - interrumpió el general Fred. -... Por ahora deben descansar, esta es su última noche antes de la misión. Irán al Desierto de Sahara mañana temprano, así que duerman bien.
-Está bien!
-Está bien!
-Está bien!

Había oscurecido, mas no podía dormir. Estaba en la terraza del cuartel, un lugar vacío y bastante apacible para los que desean estar solos y despejar la mente por unas horas.
Pero entonces, alguien me habló.
Era Clover.
-Por qué no escapas?
-Qué?
-Estás prácticamente fuera del cuartel, podrías escapar en estos momentos y nadie podría impedírtelo... Por qué no lo haces?
Su pregunta era coherente, mas no totalmente clara.
Si Clover me está diciendo eso, significa... Que no quiere que esté aquí?
Me sentí mal, creí que me había hecho amigo de ambos, entonces por que Clover diría eso?

Decidí responderle sinceramente.
-Bueno, hice un "trato" con Ray. Además, fue divertido entrenar con ustedes y... - sonaba un poco cursi, como la típica frase de un pobre soñador, pero sentí que debía decirlo. -... Quiero salvar el mundo.
Clover me miró sorprendida, después mostró una ligera sonrisa mientras se acercaba a mí, colocándose justo a mi lado y observando las estrellas.
-Eres un chico raro, Konor.
-Demasiado, diría yo. - otra voz. Esa era la de Michael.
Se acercó y los tres estuvimos contemplando el cielo, las estrellas formando constelaciones que en ese entonces ni siquiera conocía. Todo valía la pena. Yo actuaba muy histérico, ellos eran más que unos compañeros, eran mis amigos... Y supe que siempre estaríamos juntos, tanto en las buenas como en las malas.

Era el día. En el aire se respiraba la indecisión y los nervios. No lo negaré, estábamos un poco asustados, pero nos dio igual. "White Eyes" era peligroso, y teniamos que derrotarlo.
Estaba decidido, tomamos nuestras cosas, no alistamos... Y fuimos a ponerle fin a sus desagradables planes.

El Poder de la Esperanza (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora