Konor, un chico de 15 años con un problema físico (no posee manos) vive un infierno de vida lleno de discriminación y maltratos, pero todo eso cambiará cuando unos misteriosos sujetos lo secuestren y cambien su vida para siempre.
Clover presenciaba mi trágico destino, acabado en el suelo por el hombre que pensé me había acogido. En ese momento, algo ocurrió con ella. Su poder estaba adquiriendo una nueva transformación: La cruz que reemplazaba su pupila se invirtió, en las esquinas de sus ojos se formaron unas especies de púas y en fondo era negro. Esos seguían siendo los "God Eyes"?
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Ella se levantó, aún con los golpes en todo el cuerpo. Alzó su mirada y junto con Ray, los dos conectaron miradas. Clover frunció el ceño. -Y bien? Qué estás esperando? - preguntó Ray. -VEN POR MÍ!! Clover llegó hasta donde él estaba de sólo un impulso, después lo golpeó en el rostro con tanta fuerza, que voló a metros de distancia de ella, al mismo tiempo estrellándose con mas de dos columnas pequeñas de arenisca.
Ray salió de entre los escombros, levantó la vista pero... Clover no estaba. Ella estaba detrás de él. Ray giró la cabeza rápidamente, pero fue en vano. Clover lo tomó del hombro izquierdo, y de solo un pequeño impulso, lo introdujo por debajo de la arena amarilla. Ray estaba asustado, él "entrenó a Clover y a Michael", pero nunca la había visto en esa fase de su poder. Él rápidamente salió del hoyo y se alejó de ella. -BIEN!! QUIERES JUGAR, VERDAD?!! - exclamó Ray, sonaba vacilante pero a la vez estresado. - ENTONCES JUGUEMOS!! En ese momento, Ray alzó las manos, como si Goku estuviera haciendo la "Genkidama". Entonces, empezaron a formarse un conjunto de miles y miles de bolas oscuras, esparcidas por su alrededor. -ATAQUEN!! - exclamó Ray. Las bolas comenzaron a dirigirse con extrema rapidez a Clover. Ella solo alzó la mano, mirando únicamente a Ray, que con suerte podía notarse debido al sinfín de esferas de energía que se aproximaban. Ray parecía asustado, tal vez... Sabía lo que le esperaba. -Tú... Solo te vengaste por rencor, mas no hay una justificación que encare el asesinato...- susurró Clover. De repente, todas las bolas negras se detuvieron, como si Clover las hubiese parado, pero luego ella apretó el puño con fuerza... Logrando que las bolas explotaran en el punto que estaban. Algunas estaban alrededor de Ray como defensa.
