Sweet » Park Jimin [Types of Love #3]

catorce

Había sido un muy buen día. Había ido al distrito de HongDae con Jimin, pasearon por varias tiendas y jugaron con algunos productos y juguetes para niños que allí vendían. Vieron espectáculos callejeros, comieron y YooJung reía por las bromas que Jimin hacía. Después de eso, habían ido a un Aracade en donde Jimin le ganó varias veces a YooJung.

Ambos llegaron a casa de YooJung. Ella caminaba a un lado de él mientras este sostenía su bicicleta. Ya era de noche, iban a ser cerca de las diez.

—Gracias por el día de hoy, lo disfruté mucho.—dice la chica con una sonrisa en su rostro.

—También me divertí mucho.—dice el chico con una gran sonrisa, provocando que sus ojos se vuelvan como las ranuras de las alcancías.

—Y también, gracias por mi nuevo amigo.—dice YooJung mientras en sus manos lleva un tierno peluche de patito. —Me recuerda a ti, tienes los mismos labios.—dice colocando el peluche al lado de la cara de Jimin, a lo que él ríe y estira sus labios.

—No hay nada de malo con mis labios.—dice tocándolos.

—Son bonitos.—dice YooJung sonrojada volviendo a mirar hacia adelante. Había dudado en decirlo, le daba vergüenza. Él río avergonzado, con sus mejillas coloradas.

—Bien, supongo que ya es hora de irme.—dice mirando el suelo mientras que con sus manos jugaba con los mangos de la bicicleta.

—Si...—dice YooJung.—Gracias por todo, Jimin.—dice sonriendo.

Se sentía feliz. Él la hacía feliz. En se momento, YooJung se dio cuenta de los sentimientos que estaban comenzando a florecer por él.  Le gustaba y quería saber más sobre él.

El sonido de la puerta abrirse se escuchó y YooJung volteó, viendo a su padre mirándola enojado.

—¡Ya! ¡¿Crees que estás son horas de llegar?!—le reclama desde la puerta de la casa. YooJung suspira y avergonzada vuelve a mirar a Jimin.

—Es mejor que te vayas, gracias por el día de hoy, Jimin.—le dice rápidamente y tocando su hombro para que se vaya. Si se quedaba más tiempo, estaba segura de que una pelea iba a comenzar.

—¿Y tú quién eres? —pregunta el padre mientras camina en dirección hacía ellos.—¿Tu tienes la culpa de que está pequeña perra ande hasta tarde por las calles?

Jimin se quedó quieto. ¿Pequeña perra? No tenía derecho de llamarla de esa forma.

—Detente, entremos.—dice YooJung tomando el brazo de su padre para llevarlo dentro de la casa, pero la empuja de manera violenta y se suelta, golpeando las costillas de la chica.

—YooJung, ¿estás bien?—Jimin dejó la bicicleta tirada y se acercó a la chica para ver cómo estaba. El golpe que su padre le había dado no se había visto suave.

—Si, estoy bien...—responde sin mirarlo a los ojos. Estaba avergonzada.

—Tsk, ni si quiera has traído algo para comer.—dice al verla sin ninguna bolsa.—Solo andas de puta por allí todos los días.—Va a golpear su frente con sus dedos, pero Jimin la mueve, poniéndola a sus espaldas.

No iba a dejar que la tocara.

—Ya, ¿quien te crees? ¡Es mi hija y la puedo golpear si quiero!—grita y le da un golpe en el pecho, pero Jimin ni se inmutó, no demostraría ningún signo de debilidad.

—No es forma de tratar a su hija.—dice Jimin con seriedad.

—YooJung, entra a la casa. No volverás a salir nunca más con este hijo de puta.—dice su padre dándole una mirada de desprecio para luego caminar hasta su casa.

Jimin suspiró, intentado calmarse. No podía iniciar una pelea.

—Jimin, lo siento.—dice YooJung a sus espaldas. Él voltea y la ve mirando el suelo.

—No te preocupes, no es tu-

No puedo terminar la frase porque escucha el sonido de una botella romperse dentro de la casa seguido de unos gritos de mujer y del hombre que acababa de entrar, provocando que ambos se sobresalten.

—Es mejor que te vayas a casa.—YooJung lo mira a los ojos y él siente como su corazón se rompe lentamente al ver sus ojos llenos de lágrimas. —Lo siento.—Y le da la espalda para entrar rápidamente a su casa, avergonzada y triste.

Jimin suspira, sin quitar su vista de la puerta de la casa. Con su mano izquierda peina su cabello hacia atrás y frustrado se da la vuelta.

Sólo quiere ayudarla, ¿pero cómo?