Capitulo Quince.

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Miércoles 1 de abril del 2015

Dante.

Entre al cuarto y Tasha aún se encontraba bajo las cobijas.

Me subí con cuidado a la cama de no lastimarla. Trate de destapar poco a poco su cara, pero un quejido me lo impidió.

—¿Estás bien tash?—susurre

Escuche sorber su nariz, ¿que iba mal?

—Tash, habla conmigo, por favor.—pedí.

Se destapó el rostro poco a poco, y mi corazón se partió en mil pedazos. Estaba llorando.

—No, no no. No llores pequeña.—dije

Me acerqué rápido a ella y la acuné en mis brazos. Juro que si pudiera hacer que ella jamás volviera a derramar una lagrima que no sea de felicidad, lo haría.

—¿Que pasa? Háblame.—dije mientras secaba su cara.

Su rostro se encontraba empapado, su nariz roja y sus ojos hinchados.

Su llanto aumentó y supe que no podría hablar hasta que soltara todo su llanto, así que la deje. La deje llenar mi camisa favorita de sus lagrimas, por qué la quería tanto, que nada me importaba cuando se trataba de ella.

Tras unos minutos después de escucharla llorar y no poder hacer nada, la separe de mí y la mire a los ojos.

—Si no me dices qué pasa, no puedo ayudarte Tash.—susurre

Ella no hablaba solo lloraba cada vez más, y yo me destrozaba de igual manera.

Se volvió a recargar en mi, y no hice nada, mas que estar ahí, para que supiera que estoy para ella.

Suspire.

—Yo, Dan, es solo que—habló en quejidos

No podía escucharla más así, solo quería abrazarla hasta que lo que le molesta se vaya.

—La extraño Dan.

La mire, su llanto aumento más.
Sabía perfectamente a lo que se refería, mire el calendario pegado en la pared, y pude visualizar el mes en que empezamos el día de hoy.

—La extraño tanto.—volvió a hablar

La abrazo mas fuerte aún y ella acuna su cabeza en mi cuello.

Últimamente la notaba más distante, y apagada, como si no tuviera ganas de nada.

Dios sabe cuánto quisiera quitar todo rastro de tristeza y dolor de ella.

Mientras me sostengas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora