Capitulo Veintiocho.

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Sábado 2 de Mayo el 2015

Dante se encontraba en casa. Pero mis ganas de verlo ya eran escasas. Me dolía verlo si él era tan indiferente conmigo.

Dan se levantó, soltó mi mano y me beso la mejilla creyendo que estaba dormida. Creí que se iría pero no lo hizo. Entro al baño y minutos después bajo a la sala.

Me puse de pie y un mareo recorrió mi cuerpo tirándome inmediatamente al suelo, sentí mi corazón empezar a bombear muy rápido y me dolía, las lágrimas empezaron a salir y el dolor a crecer, comencé a respirar muy rápido y a mirar borroso.

¿Por que bombeaba tan rápido?

Intente pararme pero falle todas las veces, solo quería que Dan llegara y me ayudara pero nunca paso.

El dolor continuaba hasta que sentí que todo se tornaba negro.

No, no quería caer inconsciente, no de nuevo, intente mantener mis ojos abiertos pero me dolía incluso eso, solo quedaba dejarme ir. Y lo hice.

*

Me desperté y no comprendí nada de lo que estaba pasando, entonces recordé que caí inconsciente y sorprendentemente seguía en el mismo lugar. Me paré lentamente y comencé a llorar, ya no quería esto, me dolía.

Camine al baño y limpie mis lagrimas, recogí mi cabello en un coleta y me vestí. Tenía planes para voy, había una boda que impedir.

Me cambie y baje a la sala, estaba nerviosa de nuevo, limpie mis manos en el pantalón que llevaba y termine de bajar las escaleras.

—Buenos días Tasha.—susurro Dan cuando me miro.

Estaba en la cocina preparando lo que creo que es el desayuno.

¿Ya no era pecas? ¿O tash?

—Buenos días.—respondí.

—¿Paso algo? Escuche ruidos hace rato.

Lo voltee a ver y  negué con la cabeza.

—No, nada paso.—susurre.

Asintió y me miro de nuevo.

—¿Vas a salir?—pregunto

Lo mire. ¿Quería que me quedará? ¿Me acompañará? ¿Sabía que había estado saliendo?

Me encogí de hombros.

—No lo se, ¿por?—lo mire esperanzada.

Se encogió de hombros de igual manera.

—Es solo que creí que no se, podíamos ver esa serie que tanto te gusta aunque no lo aceptes—dijo en voz baja que casi no se oyó pero la sonrisa en mi rostro creció.

Asentí.

—Seguro Esteban podría esperar hasta mañana.—sonreí

El me miro y sonrió.

Para: Sebastián.

Disculpa, no podré ir a impedir esa boda, ¿buscamos una boda que impedir para otro día?

*

Tratábamos de que la incomodidad se fuera y estuviéramos bien, ya habíamos visto al menos como tres capítulos y estábamos pasándola bien, extrañaba esto.

El celular de Dante sonó. Lo tomo y contesto poniéndose de pie yendo a la cocina.

Subió las escaleras al cuarto y minutos después bajo con su chaqueta puesta, se dirigió a la puerta y para entonces ya sabía que pasaba.

—Voy a salir, necesito hacer algo, descansa, no me esperes.—dijo y salió de la casa.

Dejándome sola, de nuevo.

Minutos después la puerta sonó. Camine hacia ella y la abrí.

Era Sonia.

Traía dos bolsas de palomitas y nieve.

—Lo mire salir cuando yo iba entrando. ¿Quieres que me quede hoy?—sonrió

Reí, ella me daba miedo aveces. Pero la quería

Asentí y la dejé pasar.

Mientras me sostengas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora