Capitulo Tres.

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Tiempo atrás

—No creo que sea correcto Marian.—negó Irma.

—Por favor Irma, mi hija lo necesita.—rogó la madre de Tasha.

Irma negó, sabía que estaba mal.

—Lo dejare a decisión de Dante, es un hombre a hora, él dirá que quiere para el.—fue la ultima palabra de Irma.

Se paró y se dirijo al cuarto donde se encontraba Dante con Tasha, ellos estaban acostados y platicando normalmente, tomados de la mano, ellos solo son unos niños, apenas tienes dieciséis años Dios.

Miro a la niña un momento, incluso ella quería ver feliz a Tasha, quería que sus grandes ojos azules jamás se cerrarán.

Camino hacia la cama y se sentó en la orilla, no sabia que hacer, no quería dejar ir a su bebe.

—Tenemos qué hablar con ustedes.—dijo Marian entrando al cuarto.

Los ojos de Helen se aguaron, ella sabía cuál sería la respuesta de su hijo.

—Esto es muy serio para ustedes, y creo que es hora de que hablemos de esto.—continuó Marian.

Los niños se sentaron sin soltarse, ya era normal.

—¿Que pasa mamá?—pregunto Tasha.

Soltó a Dante y su cuerpo se sintió pesado, pero eso no la detuvo para correr y abrazar a su madre qué ahora lloraba.

Marian se sentó con su hija en piernas.

—No sé cómo comenzar.—hablo Marian.

Helen le pasó una mano por la espalda dándole ánimos.

Marian paro a la niña enferme de ella y la miro.

—Cuando naciste, tú corazon no bombeaba bien, los latidos que tenías no eran comunes, cualquiera con esos latidos no estuviera aquí. Los doctores no sabían que pasaba, no había una cura para lo que te pasaba, no hasta que descubrimos que si la había.—su voz se quebró

Tasha soltó a su madre y sus ojos estaban llorosos

—Eso quiere decir que ya estoy bien ¿no? Por qué jamás eh tomado una medicina.—hablo Tasha confusa

Su madre negó con la cabeza.

Dante se puso de pie, ¿algo le estaba pasando a Tasha?

—No es una medicina, no es algo, es alguien el que te ayuda a que tu corazón bombee como debe ser.—susurró Marian.

Entonces los ojos de Tasha se abrieron rápidamente y de la nada todo estaba encajando perfectamente.

¿Como pudo ser tan tonta? ¿Como no pudo notarlo?

—Dante...—susurró Tasha

Dante la miro estupefacto, ¿Que? ¿El hacia que el corazón de Tasha latiera normal? ¿Como era eso siquiera posible?

—El solo tacto de sus manos, hacen que tu corazón lata normal.—continuó Helen.

Tasha no podía creerlo, por eso siempre que soltaba a Dante se sentía cansada, se sentía pesada, sin ganas de nada, no era que estuviera muy enamorada de él, aunque no podía negar que si lo estaba.

—Dios mamá, ¿como es eso posible?—pregunto Dante.

Helen negó con la cabeza.

—No lo sabemos amor.

—Cada día, cada momento, lo necesitas más, conforme creces más lo vas necesitando. Antes podía venir dos veces a la semana y te sentías mejor, ahora cada que lo sueltas, tu cuerpo se cansa.—dijo Marian.

—Creí que solo era sueño...—dijo Tasha.

—Lo necesitas para vivir Tasha, por eso, estamos aquí, Dante ocupamos de ti, Tasha ocupa de ti, compre un apartamento, si tú aceptas, es de ustedes, todo estará pagado, irá una muchacha a limpiarles todo el tiempo, les cocinara, el dinero no es problema, tenemos el suficiente, solo ocupo saber si aceptas ir a vivir con mi hija.—dijo Mariana.

Tasha miro a su mamá sorprendida.

—¿Que?—hablo Tasha—¿Ir a vivir con el? mama tengo dieciséis años.

—Lo se amor, pero escucha, ya estoy vieja, ya no puedo hacer por ti lo que antes, amor, estoy muriendo.

El corazón de Tasha dejo de latir, o al menos eso sintió. ¿Su mamá estaba muriendo?

—¿Como que estás muriendo?—lloro Tasha.

Dante se acercó pronto a Tasha, sentía que en cualquier comento ella caería al piso, solo quería darle fuerza, así que tomó su mano.

—Lo siento amor, nunca quise decirte nada, bastante tenías contigo y yo no quería ser carga.

Hola peques, bueno solo quería decir que lo que me motiva a seguir subiendo mi novela son ustedes y saber qué hay gente que quiere seguir leyéndola. Por favor les pido que si llegaron hasta aquí voten y comenten. Xoxo Les♥️

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