Jayson
El pitido dentro de mi cabeza era insoportable, así que, apretando los ojos con la molesta luz de la mañana, me incorporé en la cama, mirando a mi alrededor tratando de recordar que demonios había ocurrido la noche anterior.
Una fiesta, en la que Leo había perdido la conciencia, y probablemente yo también, y eso era todo lo que podía recordar. Mareado, me puse de pie y caminé hasta la ventana, para el ver el auto de Thompson, estacionado del otro lado de la entrada de la mansión, como siempre, alejado de toda la basura desparramada en el jardín trasero, que hacía lucir al lugar como un vertedero, y suspiré con frustración, sabiendo el sermón que me esperaba.
—Demonios.— Me quejé, buscando mi móvil entre las sábanas, e inspiré profundamente el olor a vómito que tenía, mientras trataba de recordar dónde demonios estaban mis pantalones, y dirigiéndome al cuarto de baño, para tomar una ducha rápida.
Necesitaba una píldora para librarme de la resaca, aunque sentía que continuaba ligeramente ebrio mientras me tambaleaba dentro de la mampara de vidrio, y abría la canilla, dejando que el agua helada me cayera sobre la cabeza.
Sabía que la pretemporada estaba cerca, así que esa era mi última noche con el alcohol, y aunque no tenía los recuerdos muy claros, esperaba que hubiese valido la pena al menos, porque iba a ganarme una reprimenda de Thompson, sin mencionar que tenía que dejar el lugar como nuevo antes del lunes, para que a Helen no le diera un ataque, y todavía no había pensado en un plan para que Connor no supiera de la "reunión".
Pensar todo eso antes del desayuno era un esfuerzo demasiado grande para mí.
—¡Rayos!— Exclamé, viendo mi rostro magullado en el espejo, acercándome y alejándome como si eso hiciera a los golpes y moratones desaparecer.
Y entonces lo recordé: la fiesta, la pelea con el imbécil de Matthew Benson y Faroles...
Volví a entrar a la habitación, mirando el lugar desorientado, mientras me ponía alguna ropa con rapidez, y salía corriendo por las escaleras.
¿Era posible que hubiese pasado la noche con ella sin recordarlo?
—Mierda.— Mascullé bajando por las escaleras, evitando pisar los manchones de vómito o líquido que estaban desparramados sobre el mármol que Helen había pulido el día anterior, y cuándo divisé mi teléfono desparramado en el recibidor junto a un botiquín de primero auxilios y un par de vasos vacíos, me lancé sobre él, sin pensármelo dos veces: cuatro llamadas perdidas de Thompson, y otras dos de Connor, más los cientos de mensajes que hablaban sobre la noche anterior, de los que comprendía menos de la mitad. Otro recuerdo de Allison subiendo las escaleras junto a mí llegó de repente, y volví a ponerme de pie, recorriendo el comedor.
—¿Hola?— Pregunté al aire, mientras el eco resonaba en los pasillos, pero nadie respondió.
Volviendo a maldecirme, tomé el aparato y marqué su numero, meintras recorría las habitaciones de la mansión, suspirando frustrado al ver el alcohol en las paredes, el lodo del suelo y los adornos destrozados, que esperaba que no fueran nada importante.
De repente el sonido de una llamada entrante comenzó a oírse, desde el otro lado del pasillo, en dirección a la cocina, y me volteé bruscamente, volviendo a marearme ligeramente mientras saltaba sobre un conjunto de pantalones empapados, evitando pensar en que degenerado se había desnudado en medio de una fiesta, para dirigirme hacía el sonido.
El teléfono rosado vibraba sobre la mesada, mientras "Jayson Idiota" se leía en la pantalla, y fruncí el ceño, mirando al rededor.
—Hasta que despiertas.— La voz se oyó detrás de mí, mientras observaba a Faroles, acercarse con un par de bolsas en las manos. -Al menos ya no hueles a vómito.- Comentó, dejando un par de cafés sobre la mesa, aunque ya era pasado el medio día, mientras me aproximaba a ella, tratando de comprender que estaba ocurriendo. -Él padre de Leo me los ha dado. Es muy amable de su parte el comprar el desayuno, aunque no respondió ninguna de mis preguntas, solamente me dijo que era parte del trabajo.
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Odio no poder odiarte
Fiksi RemajaObra PROTEGIDA Y REGISTRADA en 'safecreative', no se permiten copias ni adaptaciones de NINGÚN tipo. Allison Jones tiene una vida común y corriente, en pueblo pequeño con una familia normal. Sabe que esperar de cada día y aunque eso le aburre en oca...