17.

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Después de leer todos los mensajes que Scott me mandó, decidí llamarle, espero que Theo no le haya dicho nada, le mataría.

-Al fin. -responde al segundo. Sonrió al escuchar su voz.-Dime que estas bien.

-Lo estoy. -respondí, escuche un suspiro.

-Necesito verte, Theo a estado aquí hace cinco minutos. Sal fuera de tu casa, estoy aquí.

Me acerco a la ventana y le veo, su moto estaba aparcada y el estaba sentado en la acera. Su mano se elevó saludándome, sonreí como una tonta y colgué mientras bajaba las escaleras.

Scott se levantó del suelo al instante en el que salí de mi casa y salté a sus brazos los que me rodearon con fuerza.

-No sabes lo preocupado que estaba por ti.

-Lo siento, no quería preocuparte, mi móvil se apago y estaba cansada así que volví a casa y busqué pero no encontré nada.

-Stiles y yo tampoco. -murmura y esboza una sonrisa, intentando tranquilizarme. -Tengo tantas ganas de ayudarte, enserio, pero lo único que puedo pensar es que soy un inútil, no encuentro nada y llevamos buscando muchos días.

Notaba como un nudo crecía en mi garganta, me sentía la peor persona del universo. Aparté la mirada de él.

-Pero no permitiré que Theo gane en esto. -susurra.-Lo encontraremos. Pero ahora, ¿qué te parece venir a mi casa y estar juntos un rato?.

-Me parece bien. -sonreí. Scott presionó sus labios en mi mejilla y me puso el casco de su moto.

La verdad es que era justo lo que necesitaba, estar con el. Scott me ayudaba sin que el se diera cuenta.

Scott.

Opel bajó de mi moto y junte nuestras manos, habíamos venido a mi casa ya que mi madre tenía turno de noche y nadie nos molestaría, necesitaba pasar tiempo con ella, no la había visto en mucho tiempo y se me hacía eterno.

Una vez en mi habitación, ella se sentó en el borde de mi cama mientras que yo dejaba nuestras chaquetas en el armario.

-¿Qué pasó con Theo?. -me preguntó.

-Nada preocupante, el quiere que tu caigas, pero no lo permitiré. No dejaré que Theo juegue contigo, si algo te pasara yo...

-No me pasará nada. -me interrumpe y camina hacia mi. -No me iré a ningún lado.

-Todas las personas que quiero, salen heridas, no quiero que eso te pase a ti.

Opel junta nuestros labios, colocó mía manos en sus mejillas y la acerco más a mi -si es que se podía-. Sus manos agarraban con suavidad mi pelo, un gruñido salió de mi garganta.

Aún con nuestros labios juntos, camine y lentamente caímos en mi cama, sus manos bajaron a mi espalda acariciándome y haciendo un pequeño recorrido hasta mi nuca. Deje sus labios para besar su cuello, suspiros salían de su boca haciéndome sonreír.

-Scott..

-Lo sé. -murmuré aún besando su cuello.-Hoy no pasará, solo quiero estar así un rato más, quiero estar contigo todo el tiempo posible.

Me aleje de su cuello y nuestras miradas conectaron, una sonrisa apareció en su rostro mientras que sus manos acunaban mi cara, cerré mis ojos disfrutando de su tacto. Me deje caer a su lado no sin antes haber dejado un corto beso en su mejilla.

-¿Y si yo aceptará la oferta de Theo?.

Abrí mis ojos cuando Opel pronunció esas palabras. -No lo permitiría.

-Sé que Theo no nos agrada pero, ¿y si es la única opción?.-antes de poder protestar, Opel continuó- Scott mis sueños están siendo más reales y con más frecuencia, no sólo me afecta mentalmente también físicamente, no duermo apenas y me siento cansada todo el día, no creo que pueda con esto más. -su voz empieza a quebrarse cuando termina la frase, sus ojos estaban cristalinos y una lágrima salió de ellos, mi corazón se encogió.

-Puede que tengas razón, pero no voy a arriesgarme a que el te haga daño.

-El no me haría daño, soy valiosa para él. -ella responde con seguridad.-Necesito saberlo y te pido que me apoyes en esto.

Me siento en la cama y Opel acaricia mi espalda, por más que me molestará tenía que admitir que ella tenía razón.

-Tienes razón.-murmuro y ella asiente.- Si tomas la decisión de llamarle, no me separare de ti cuando estés con el.

-Quiero que estés conmigo en estos momentos, no sé que podrá pasar.

Asiento y vuelve a juntar nuestros labios en un corto beso, su frente se apoya en la mía y sonrió.

-Sé que te será difícil y que te estoy pidiendo demasiado, pero, lo haré, necesito acabar con esto.

-Por mucho que no le aguante, estaré contigo en todo momento.

Mcall. « Scott Mcall »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora