Ella era el plan, su objetivo era conquistar los corazones de los Mikaelson que aún no superaban la muerte de la reina. Grace, que era más que una simple arma, iba junto con la Trinidad a derrocar a la jerarquía que llevaba un milenio en funcionamie...
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CHAPTER 3| DARK MATTER
－¡Gracias adiós!－ exclamó aliviada Grace en lo alto de las escaleras del avión.
Con cuidado bajó los peldaños, para ella demasiado juntos los unos de los otros, mientras al fondo Lucien se burlaba de ella a través de sus gafas de sol. Finalmente habían llegado a Nueva Orleans después de tanto tiempo planeando aquello pero el vampiro estaba más entusiasmado con su encuentro aparentemente inesperado y para nada planificado con su creador aquella noche, y claro que Grace también formaba parte de aquel encuentro. No obstante nadie debía de relacionarlos por el momento, simplemente sería una mujer que asistiría a la exposición de arte que el propio Niklaus Mikealson daba en el Saint James aquél día e intentaría entablar una conversación. Eso era fácil pero lo más difícil vendría después de aquel día, era algo que sólo ella podía hacer dado que a Lucien lo conocían y Alexis sólo servía para transmitir la visión de lo que le deparaba a la familia original.
Era un plan realmente elaborado aunque las bases la sentaron tres personas y luego cada uno por separado lo fue desarrollando minuciosamente, eso en el caso de Lucien porque sabía que el plan de Tristán se vería en la sombra, y tampoco hablemos de Aurora －que nunca la vía conocido pero si escuchado sobre ella－ que se encontraba dios sabe dónde y que encima no estaba en sus facultades mentales... más bien nunca había estado en pleno uso de sus facultades mentales.
－¿En qué hotel nos vamos a alojar? － pregunta Alexis a la bruja una vez dentro del coche junto al vampiro.
－¿Hotel? － pregunta dándose cuenta que se había olvidado de hacer la reserva－ ¡Se me olvidó!
－No me sorprende － dice la pelinegra con voz tranquila pero con cierto desprecio y reproche.
El vampiro se lanzó a acalmar la situación con cierta diversión.
－La culpa es mía, Alexis － le dice posando una mano sobre el muslo de la susodicha mientras sentía detrás suyo a la morena gruñendo por lo bajo el trato que daba a la bruja que solía ser mejor que el de ella－. No le dije nada a Grace －dice volviéndose hacia ella－, pero tengo otro plan. Como vamos a pasar más tiempo he decidido comprar un apartamento.
－Otro para la colección －murmuró la bruja para sí misma al igual que rodaba los ojos para al final abstenerse de la conversación observando el paisaje que pasaba por su ventana tintada.
Quedó absorta al instante pensando mientras sujetaba la única recordación que tenía de sus padres, el último regalo que le habían dado en sus últimas navidades en familia. Prácticamente era uno de los recuerdos que recordaba como sí fuera ayer, porque para ella era la más importante al igual que la última vez que los vio. Nunca entendió como se produció el accidente －al igual que las autoridades－ pero prefirió dejar ese momento de lado y dejarlo en un simple accidente que acabó con sus vidas, porque era mejor que darle miles de vueltas en su cabeza. Y aún así los extrañaba.
