Ella era el plan, su objetivo era conquistar los corazones de los Mikaelson que aún no superaban la muerte de la reina. Grace, que era más que una simple arma, iba junto con la Trinidad a derrocar a la jerarquía que llevaba un milenio en funcionamie...
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CHAPTER 7 | THE HUNT OF THE PREY
1752. Nueva Orleans
Elijah bajó las escaleras sin dejar de leer su libro. Estaba justo en el clímax de la novela cuando un olor que tanto reconocía le inundó las fosas nasales. Cerró el libro y se acercó a la baranda para ver la procedencia de ese olor exquisito, no era que tuviese hambre sino que temía que su hermano hubiese causado otra masacre de gente inocente. En un intento de escrutinio del salón observó como alguien arrastraba un cadáver hacia el patio y el bajó las escaleras siguiendo el rastro de sangre que habían dejado. Antes siquiera de entrar a la otra parte del recinto escuchó como alguien sollozaba y rezaba por lo bajo diciendo "¿Qué he hecho?" una y otra vez. Reconoció inmediatamente que la voz que lo decía era femenina pero incluso con su buen oído no fue capaz de identificarla.
Sin hesitar atravesó el umbral de la puerta doble en busca de la mujer pero no vio nada más que varios cadáveres apilados en el centro del patio, pero no había ni rastro del que había cometido aquel terrible acto. El original se acercó a la pila arrodillándose al que estaba más cerca suyo, y trató de buscar señales de vida pero tanto ese cuerpo como los demás estaban demasiado muertos.
Nuevamente volvió a escuchar a alguien sollozar.
Se giró en su búsqueda pero no veía a nadie, hasta que encontró el resplandor de unos ojos azules en lo profundo de las sombras.
－¿Hermana? － la llamó pensando que podría ser ella, pero no respondió por lo que empezó a caminar hacia ella.
－No －le rogó la voz quebrándose.
Inmediatamente vio de quien se trataba, y a pesar de verla solo con su camisón vestida no apartó su mirada, como hacía en otros casos, se deshizo de su chaqueta y se posicionó velozmente a su lado. Cubrió su figura mientras ella le negaba con la cabeza repetidas veces, no quería que la tratasen con tanta preocupación como lo hacía el original pero la mujer aún no sabía lo que sentía el vampiro por ella, por lo que dio un paso hacia atrás dándole la espalda.
－Soy un monstruo, no merezco que me traten como lo hacéis, Elijah － le susurra ella con la cabeza gacha.
－No sois un monstruo, Genevieve, solo que no estáis acostumbrada a esta nueva vida. Hace unos días que os habéis transformado y mi hermano no está cumpliendo con su cometido, apoyaros.
Ella no dijo nada sino que sujetó la chaqueta con sus manos y caminó hacia el candelabro más próximo que había cerca de ella. Lo sacó de su sitio y lo lanzó hacia las pila de cuerpos que tardaron en arder, pero que eliminaron su crimen con el tiempo.
－¿Por qué lo hace?－ le preguntó él.
－Para ver si así de la misma manera que el fuego elimina a estos hombres, elimina también estos recuerdos.
