IN THE PAST IS THE TRUTH

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CHAPTER 4 | IN THE PAST IS THE TRUTH

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CHAPTER 4 | IN THE PAST IS THE TRUTH

Leicester, Inglaterra. 6 de septiembre de 1992.

El matriarca de los Collingwood entró cabizbajo al gran salón, este no era tan amplio pero era una sala de estar con espacio suficiente para tener un piano, la zona de juego de su hija y una mesa que a veces usaban como mesa de escritorio tanto como mesa de comedor. Su esposa, que desde el sofá corregía unos documentos como prestaba atención a las noticias locales, giró ligeramente la cabeza para observar como su marido guardaba todos los papeles sobre el piano y cerraba la tapa de este.

Aquel día habían tenido una fuerte discusión, y era raro dado que nunca discutían de la manera que lo hicieron aquella mañana. Sus gritos recorrieron todo el vecindario, lo supieron cuando los vecinos, igual de sorprendidos que ellos, vinieron a preguntar sí todo estaba bien. Elizabeth no tuvo más remedio que responder con una mentira, no podía contar la verdad de algo que era sobrenatural. Ellos eran simples humanos que no entendían ese desconocido mundo, y ella después de diecisiete años que llevaba junto a Trevor y de diez como su esposa seguía sin entenderlo tampoco. Nunca supo de la verdad hasta el día que su marido le pidió en matrimonio, por que durante el tiempo que estuvieron juntos no quería ponerla en peligro y porque temía que huyera cuando supiera todo sobre aquel loco mundo. Pero el día que le contó toda la verdad y luego le pidió en matrimonio, su Betty - como la llamaba él- le volvió a sorprender una vez más cuando aceptó. En parte lo hizo porque lo amaba ciegamente pero también lo hizo porque no vio peligro alguno, sí durante los siete años que había durado su noviazgo no había pasado nada, ahora tampoco pasaría. Pero ella se equivocaba, su marido siempre se lo había dicho. Quería darle la razón, que en parte se la daba, sin embargo no podía dársela esa vez, no cuando despreciaba a su hermano que era un vampiro pero corría a pedir ayuda a otro de la misma especie.

Trevor nunca se iba a cansar de decirle que no podía comparar su mundo con el suyo, que eran dos universos muy diferentes por muchas similitudes que tuvieran. Por esa razón se decidió recoger sus partituras en silencio, porque una sola palabra podría desencadenar otra fuerte discusión y esa vez su hija de ocho años se encontraba en casa, por lo que quería abstenerse de volver al mismo tema.

-La señora Collins ha aceptado recoger el viernes a Gracie de la escuela, y también se quedará con ella el fin de semana.

El brujo no dijo nada y su esposa volvió a mirar las noticias por un corto tiempo antes de volver a escribir en el reportaje que preparaba y que cubriría aquel fin de semana sobre el concierto de la banda en la que tocaba su marido, en Londres. El no paraba de decir, desde que le comunicaron la noticia, que aquel evento le abriría las puertas que necesitaba para formar parte de la filarmónica más importante del país. No podía negar que no estaba ilusionado ya que aquel era su gran sueño, uno por el cual sus padres invirtieron dinero con la confianza de que su hijo algún día formaría parte de alguna de las mejores orquestas del país. Su familia sabía que era un sueño ambicioso, pero ahora ya no estaba tan lejos como al principio.

The Guardian Girl | The Originals #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora