capitulo 16

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  - Austin mejor nos vamos, ¿si? – le dije, cuando lo aparte de mi cuerpo.

- Si vamos, quiero hablar contigo – me tomo de la mano.

Salimos de la cafetería en dirección a mi departamento, cuando llegamos, mire de reojo la puerta de Andrew, me pregunto si estar, como me gustaría estar con el en este momento y disculparme por lo que paso en la cafetería.

Abrí la puerta y entramos, Austin  cerró la puerta con el pie, me quite el abrigo, hasta que sentí un enorme peso sobre mi y besando y lamiendo mi cuello con desesperación, m empezó a tocar los pechos con una mano y con la otra levantaba mi camisa, eso me hizo sentir repugnancia y asco en el momento que lamio mi lóbulo de la oreja y soltar un gemido, me aparte rápidamente para soltarme de su agarre.

-¿Qué crees que haces? – pregunte asqueada y limpiando su baba de mi cuello y oreja.

- ¿Qué ahora no puedo satisfacer mis necesidades con mi mujer? – me respondió con otra pregunta.

-Eso es repugnante y asqueroso – hice mala cara – te recuerdo que soy solo tu novia no tu mujer como lo dice, me estas tratando como un objeto cosa que no soy.

- Claro que eres mi mujer, te casaras conmigo – se ríe – yo hago lo que se me de la gana con lo que es mío.

-Eso es lo que tú crees – dije ya molesta – si esto va a ser así será mejor que te vayas.

Fui a mi habitación, busque en mis gavetas la cajita donde tenía el anillo de compromiso, volví y le extendí la caja.

-Sera mejor dejarlo aquí y no salir lastimados o arrepentidos – dije seria.

-¿Estas terminado conmigo? – pregunto con mala cara.

- Sí, estoy terminando contigo.

- Wau… - tomo la caja y la abrió, le dio una mirada al anillo – tu no me amas…

- No, lo siento, pero no puedo mas – se me hizo un nudo en la garganta – te quiero y te aprecio, es solo que mi corazón siempre le a pertenecido a alguien más y no está listo para dejarlo ir.

- Entiendo, pero de verdad yo te amo – se puso de rodillas y tomo mis manos – tal vez estés confundida, lo del compromiso podemos dejarlo en una pausa, pero que nuestra relación continúe, si quieres… no se… podemos… solo hablarnos por teléfono o… vernos cuando quieras lo que sea pero no nos te paremos Mariela yo te amo… y jamás voy a amar a alguien como lo hago contigo.

Este chico me la pone muy dura, no quiero engañarlo al final de cuentas si seguimos le voy a dejar.

- Austin levántate, ¿sí? – le dije dándole espacio para que se pusiera de pie – te quiero y te aprecio como dije anteriormente, pero de verdad, es que si no es ahora será más adelante te dejare, porque no quiero seguir siendo tu novia y no quiero casarme con alguien al que realmente no amo.

- Eso me dolió – susurro – tienes razón.

Sonreí de medio lado.

- De verdad lo siento – me acerque y lo abrace, el me devolvió el abrazo – espero que encuentres a alguien que te ame con todo su corazón – bese su mejilla.

Nos separamos.

- Creo que debería irme – me beso la frente – cuídate Mari.

Nos despedimos de la mano en la puerta, la cerré y me recosté en esta, pensando en Andrew y que de ahora en adelante mi vida en pesaría de cero de nuevo.

Narra Andrew

  Me sentí mal el escuchar sus palabras decirle a ese niñato, pero de cierta forma él era su novio y ahora su prometido, eso termino de partir mi corazón, creo que ya va siendo momento de sacarla de mi vida, ella no está en mi futuro.

Salí del local, necesitaba pensar en algo que me hiciera sacarla de mi mente y corazón, di una vuelta por el parque, encontré una banca sola, me recosté en esta y empecé a buscar una solución de cómo empezar, pero… demonios no encuentro ninguna, la amo tanto que no siento las ganas de darme por vencido.

Cansado de todo no me di cuenta de que ya era tarde, decidí volver a apartamento y descansar para despejar ni cerebro, llegue a la puerta y me di una media vuelta para mirar la puerta de Mariela, seguro debe de estar con él.

Entre a mi apartamento, estaba todo en silencio de seguro Jill y Kyle n o estaban.

Entre en mi habitación y me puse mi pijama de un pantalón de chándal y una camiseta de tirantes, me tire en mi cama, abrace mi almohada, Tal vez debería dejar de buscarla, ella ya no está para mi, le hice mucho daño, será mejor apartarme.

De tanto darle vueltas al asunto me quede dormido, al día siguiente escuche que la televisión estaba encendida y oí que tocaron la puerta creí oír a Jill hablar en la puerta, pero no se escuchaba bien y no pude distinguir la voz de la persona.

- Andrew te buscan – dijo mi queridísima hermana entrando de golpe y gritando a los cuatro vientos en mi habitación.

- ¿Quién me busca a estas hora de la mañana? – me queje adormilado.

- Estas horas de la mañana, ¡Ja!..., estas de broma verdad – dijo poniendo los brazos en jarra en su cintura- son las tres de tarde… Tarado.

Linda mi hermana con su tan hermoso trato a hacia su querido hermano… vaya amor me tiene…

- Demonios tanto dormí – me levente y vi la pantalla de mi celular y si eran las tres de la tarde - ¿quién es?

- La chica del frente – me sonrió, mientras movía las cejas divertida – esa chica está loca por ti.

- Que va, ella se va a casar – me volví a acostar – dile que no puedo ahorita.

- Esta demente – me hablo enojada – sal de ahí y ve a robar a la novia.

- No y por favor, vete si – dije molesto.

No dijo nada  y salió, me quede escondido en las cobijas, volvieron a abrir la puerta.

- Te mando esto – tiro una caja en la cama – serás idiota.

Salió de la habitación dando un portazo, yo Salí de mi escondite, mire la caja era una caja de bombones de chocolate blanco, si mis favoritos, tenía una pequeña tarjeta que decía “Lo siento”.

Me sentí culpable por no haber ido yo mismo, per demonios me sentía dolido. Esta vida es una mierda de complicada, el amor es complicado.

Me levante, me di una ducha rápida, me vestí con unos jeans un poco ajustados y una camisa Volcon de manga larga, me calce unas Vans negras, tome una jacket para salir. Ahora me tocaba a mi disculparme con ella por lo de hace una hora.

- Valla – dijo jill mirándome desde el sillón – ya te diste cuenta que eres idiota.

- Ya jill – dije molesto.

- Ok, de todos modos lo eres – se volvió a la televisión y siguió pasando los canales

Salí del apartamento, toque su puerta varias veces, pero nadie abrió, me sentí estúpido. Salí del edificio, necesitaba tomar aire fresco, y claro un café.

Fui a un Starbucks, si al que fui con Mariela el día anterior, la tienda estaba ajetreada, hice la fila, cuando llego mi turno, me pedí un café expreso y un sándwich tenía una tremenda hambre. Pague y me entregaron la orden, busque una mesa desocupada.

Mientras comía pensaba en ella, es lo mejor que me a pasado e la secundaria y claro sigo siendo estúpido.

Termine de comer mi sándwich, le di un sorbo a mi café cuando sentí que tocaron mi hombro, me di la vuelta para ver quién era.

- ¿Andrew?

 Asta aqui el capi de hoy, espero y le alla gustado porque de verdad me costo tremenda mente terminarlo, estoy con el cerebro totalmente seco, hay cosas que quisiera comentar y es que pronto empezare la Universidad y no voy a poder subir capi muy seguido, pero hare todo lo posible para publicar un poco menos seguido pero sin faltar a ustedes mis queridos lectore.

me gustaria que comentaran y votaran no quiero que todos los que lean esta novela sean lectores fantasma.

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La tortura de mi ex novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora