capitulo 10

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El viaje habia sido muy largo y muy cansado, mi cabeza estaba que iba a explotar con toda esa informacion que me dijo andrew no sabia que hacer, Fernada aparco enfrente de mi casa, hogar dulce hogar, como extrañaba estar en casa nuevamente, se veia igual desde que me fui solo que esta vez estaba mas iluminada por las luces de navidad y veia que habia gente dentro de ella, baje mis maletas y como pude me adentre a ella, abri la puerta y habia mas de gente se escucharon risas en la parte de la sala, deje mis cosas cerca de la puerta y me hacerque a la sala, y ahi estaba mi madre con su ahora gran barriga donde se formaba seguro un lindo bebe que seria mi nuevo hermanito, y mi padre a su lado abrazandola por los hombres, me sentia tan feliz de tener una familia que se quieren y se aman mutuamente, y en el otro lado estaban, oh dios los padres de Austin y el junto con su hermana menor.

- hola - los interruimpi mientras que todos se quedaban en silencio por mi presencia

-oh, hija has llegado - dijo mi madre

- que alegria volverte a ver de nuevo en casa - mi padre se levanto del sofa para venir a darme un abrazo

- yo tambien estoy contenta papa - me acurruque en su abrazo

- ven vamos donde tu madre - nos encaminamos donde ella

- oh mama mirate como estas - le bese la mejilla y un fuerte abrazo

- mi niña lo que mas feliz me hace es que estes en casa - me acaricio el cabello mi querida madre.

- hola cariño - dijo Austin sentandose a mi lado, le sonrei y lo abraze.

- hola - entre lazamos nuestras manos mientras yo saludaba a sus padres.

Me sentia contenta de estar de nuevo en casa, me agrada mi familia los amo, por lo menos esto me hace sacar de la cabeza todo lo que me habia dicho andrew, eso me hacia sentirme cansada mentalmente, Austin me conto que ya tenia casi todo listo para para cuando terminaran estas pequeñas vacaciones irnos juntos esto me hacia pensar que si le decia que mejor no fuera seria egoista de mi parte, un lado de mi me decias que debia darle una portunidad a andrew, pero la otra me decia que deberia seguir con austin el se merece todo de mi, pero lo unico malo que le hecho por el momento es no darle el amor que el necesita de mi, me siento como si fuera una casa fortunas, pero en la realidad es jugando con fuego en el amor.

- hey astronauta... que pasa]? - austin me saco de mis pensamientos

- eh... yo... - diablo no se que decir - no no nada es solo que el viaje a sido largo y estoy un poco cansada - menti

- que si es largo, uff, no que me lo digas a mi - rio

- si claro que lo sabes al igual que yo - tambien rei pero de forma forzada

- te extrañe - me acaricio la mejilla

- yo... - me mordi el labio - voy a recostrame estoy muy cansada - no puedo mentirle mas

- si claro ve - deposito un beso en mi mejilla

- buenas noches - me levante del sofa - que pasen buenas noches - me despedi de todos y de mis padres

Sali de la sala dispuesta a ir a encerrarme en mi cuarto, no queria estar mintindo a austin, no puedo ser tan demostrativa tengo que aprender a dramatizar. Llegue a la puerta de mi habitacion, al entrar vi que todo estaba igual desde que me fui.

Me deje caer en la cama realmente estaba muy cansada pero no físicamente sí no mentalmente, sentía muchas ganas de llorar desconocida, quiero a andrew y lo siento mi corazón me lo pide a gritos, esta situación es tan estrésante, como deseo desaparecer y no volver, agarré una almohada me tape la cara y grite lo más fuerte que pude, esto es lo que realmente necesitaba sacar todo con tan sólo un grito.

Todo este revoltijo de cosas me venció en un sueño que se me va a descansar el cerebro. Había mucho ruido, y eso me da dolor de cabeza, abrí mis ojos ya era de día y me.sentía como sí tan sólo hubiese podido dormir 10 minutos, esto de verdad me cansa. Salí de mi cama para darme una ducha antes de salir. La ducha era lo que mi cuerpo realmente necesitaba, me sentía viva con ganas de poder seguir adelante y luchar por lo que vale la pena.

Me puse la ropa interior de encaje y unos jeans floriado junto con una camisa Aeropostal 1897 rosada, peiné mi cabello y puso un poco de maquillaje, me mire en el espejo y me sentí hermosa. Salí del cuarto para ir a desayunar, el ruido era aún más fuerte que es lo que está pasando en la otra habitación. Bajé las gradas rápido moría de hambre, cuando entre a la cocina me encontré con mis padres y con austin charlando normal.

- Buenos días - dije acercandome a la refrigeradora

- buenos días hija - dijeron los dos al unísono - como dormiste anoche

- bien, pero sí me molesto fue el ruido de esta mañana en la otra habitación - me servi jugo de naranja - que es lo que está pasando ahí?

- oh lo sentimos mucho cariño - se acerco mi madre a abrazarme - estamos remodelando esa habitación que era de tú padre para el bebe

- Oh - no había pensando en donde dormiria el bebe

agarré unas tostadas y saqué la mermelada de fresa que estaba en la refrigeradora y fui a sentarme en la mesa de desayuno al lado de austin

- buenos días - dije besando su mejilla.

- hola hermosa - me sonrio

- que te trae por aquí hoy? - pregunté mientras mordia mi tostada

- mmm no se... - dije con la boca llena de comida - que tienes pensado tú?

- yo tenía pensado hacer muchas cosas contigo - me susurro en el oído, a mi se me colocaron las mejillas de rojo.

- Austin no estoy en condiciones para lo que tú tienes pensado - le susurre

- mmm y tú que crees que tengo pensado yo? - alzó una ceja

- sea lo que sea no estoy en condiciones de eso - sonreí de medio lado.

- yo tenía pensado ir a comer un helado - se rasco el menton como "diciendo no es lo que tú piensas nena"

- mmm puede ser - dije mientras bebía de mi jugo de naranja.

- bueno pues te espero - se levanto y fue a la sala eso creo.

Mientras terminaba mi desayuno mi móvil vibro era una llamada pero no tengo registrado el número que sale.

- hola? ... hola.... - odio cuando llaman y no hablan.

- soy yo mari andrew - escupi mi jugo

- hola.. - dije en shock

- como estas? - se le oía triste

- bien... eh oye ahorita no puedo hablar austin está aquí y... bueno ya sabes.. - me frote la frente y viendo la puerta por sí veía a austin.

- entiendo bueno entonces... que pases un lindo dia - suspiro

- igual tú chao... - dije antes de colgar

- mariela.... - volví a poner mi móvil en el oído

- sí

- te quiero... - y colgó

Me quedé helada mi corazón latio de prisa, me había dicho que me quería.

La tortura de mi ex novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora