l u k e
Mañana me iba y estaba realmente estresado por ello. Habíamos pasado una semana grandiosa disfrutando del otro y ahora que llegaba a su final no dejaba de sentirme pésimo.
Lía quería llevarme a una fiesta y presentarme a sus amigos, y yo como un jodido aguafiestas pensaba en que mañana tomaría un avión y regresaría a Australia, y mi novia, aunque realmente no es mi novia, estaría a más de doce mil kilómetros de mí.
De todas formas terminó por convencerme, pero seguía muy desanimado, yo no era muy extrovertido y conocer gente se me hacía complicado. Había pasado tantos años con los mismos chicos que me había cerrado a juntarme con otros.
—Luke, cálmate, son inofensivos —intentó tranquilizarme antes de entrar a la casa.
Lía creía que estaba preocupado por eso, pero no Lía ¡Mañana me largo!
Extendió su mano y la agarré sintiéndome más seguro, me llevó hasta dentro de la casa. Había música muy fuerte y alcohol, también drogas. Cruzamos un enorme pasillo con personas inhalando polvillo blanco para llegar a una sala enorme. ¿Esta era la clase de personas con las que ella se juntaba?
Parecía extraño que Lía ni se inmutara y yo sí, siendo que ya que yo era la estrella de pop rock debía estar ya acostumbrado a estos ambientes.
—¡Gina! —exclamó Lía dirigiéndome a un sillón larguísimo con cinco personas sentadas en él.
Dos chicos y tres chicas nos miraban, todos emocionados de verla.
—¡Alíahomora! —gritó una pelirroja saludándola.
—¡Cuánto tiempo eh! —respondió Lía con una sonrisa, se dio media vuelta y me señaló— Chicos, él es Luke.
—¿Nuevo novio? —preguntó otra de las chicas, una morocha.
—Algo así —se encogió de hombros mi "algo así".
—Hola —saludé, mi voz salió un poco más gruesa y ruda de lo que esperaba provocando que Lía me mirase confundida.
—Luke, ellas son Gina, Renee y Michelle, su novia. Ah, y ellos son Blake y David.
Gina era la pelirroja, bajita y regordeta, muy guapa, Renee la morocha y su novia la rubia. David parecía de diecinueve, pero Blake tenía el aspecto de un chico de mi edad.
—Iré por algo de beber, ¿quieres algo? —me preguntó Lía, asentí.
—Te acompañamos, joder, que has estado muy desaparecida —exclamó Renee y se pusieron de pie siguiéndola por la casa.
Tomé asiento en el sillón bajo la mirada de los chicos. No me sentía en lo absoluto intimidado pero el ambiente era muy incómodo.
—Así que tú y Lía... —comentó uno de ellos con una sonrisa extraña, entre provocativa y maliciosa.
—Déjalo Blake —le regañó David golpeándole el pecho.
—No, no quiero molestarlo, solo conocerlo. Me parece curioso que Lía se haya decidido por un chico como este rubio.
Tragué fuertemente, el hecho de que ni siquiera dijera mi nombre me había molestado montones.
—Por fin la sacaste de las calles —bromeó con mala intención—, con lo mucho que le encantan las pollas creí que nunca sentaría cabeza.
Yo no soy un chico de violencia. Nunca me ha gustado golpear a alguien, siempre que podía evitar discutir lo hacía, pero el tono, la sonrisa y las cosas que estaba diciendo me daba a entender que se merecía una golpiza. Estaba faltándole el respeto a Lía y no lo quería dejar pasar.
—Después de que lo hizo conmigo no quiso dejar de follar nunca más —dijo con aires de grandeza—. Por lo menos pude ser el primero de los cien —murmuró riendo.
Con fuerza apreté los puños aguantando las ganas de romperle esa cara de imbécil que tenía.
—¿Qué? ¿Te molesta que mi polla entró primero que la tuya? ¡Vaya, que Lía se coge a un celoso! —volvió a decir.
Ya asqueado y enfurecido, agarré un vaso que estaba repleto de un líquido transparente, creo yo vodka, y se lo lancé.
—¡Mi ojo, mierda! —gritó— ¡Joder, ¿cuál es tu puto problema?!
—¡¿Pero qué coño?! —David se puso de pie al mismo tiempo que yo queriendo socorrer a su imbécil amigo.
Me di media vuelta desinteresado y crucé el pasillo por el que entré logrando así salir de esta casa. Podía sentir la vena en mi cuello palpitar de ira.
—¡Luke! —llegué a escuchar a Lía gritar mi nombre.
Pude saber al instante que era ella cuando me agarró de la mano de manera ruda dándome vuelta.
—¿Qué mierda te pasó con Blake? ¿Te invito a conocer a mis amigos y así es como decides actuar? —bufé— ¡No hagas eso, realmente estoy enojada!
—Blake me provocó.
—Oh vamos, si vas a mentir hazlo creíble, Luke —rodó los ojos—. Blake es un amigo de años, y uno de los mejores chicos que conozco.
Con frustración di una patada a una roca del jardín.
—Sí Lía, se notó mientras me decía que su polla estuvo dentro de ti —entrecerró los ojos confundida—. Sí, empezó a jactarse de esa mierda, a hablar de cómo tuvo el "honor" de ser tu primero.
—¿Qué? —bruscamente me solté de su agarre y me acerqué a la acera para llamar a un taxi— Luke, eso fue hace cuatro años. Blake y yo no tenemos nada.
—¡¿Y qué?! —la miré enfadado— ¡No por eso tengo que escucharlo hablar sobre cómo se folló a mi novia! —abrió los ojos como platos— ¡Oh, cierto, no eres mi novia, sólo la chica que se llevó mi corazón consigo!
—Luke...
—¡No! ¡Estoy harto! Me gustas, demasiado, puedes decirme cuántas veces quieras que no te conozco lo suficiente, ¡pero te quiero! ¡Te quiero tanto como para llevarte conmigo en la gira, te quiero tanto como para llevarte a la playa los días que quieras! ¡incluso te compraría una jodida mansión solo para que me quisieras tanto como yo te quiero a ti!
Para cuando me callo siento una lágrima resbalar por mi mejilla. La miro de reojo, está seria y boquiabierta. Ante su silencio, me propuse irme. Debía dejar de humillarme a mí mismo.
De pronto se puso de cuclillas en el suelo y recogió una hoja otoñal que estaba en el césped.
—Lucas Hemmingas, sé que ésta no es una rosa, mucho menos un anillo de compromiso, pero... ¿querrías ser mi novio? Te cantaré los días que quieras Someone To You, mira; I just want to be someb... —la interrumpí, puse mis manos en su cintura y la levanté.
Me sentía aliviado, haberme avergonzado de esa forma dio sus frutos. Me estaba mostrando lo que sentía por mí.
—Claro que acepto, pero seré yo el que te cante, porque tú no tienes precisamente una voz bonita —me burlé para después besarle, quiero mostrarle que ella me importa, sus labios como siempre están helados, pero no hay frío más templado que ese.
Separó el beso e hizo tronar sus nudillos.
—Espérame un poco, debo hacer algo.
Antes de que pudiera detenerla entró a la casa. Unos segundos después salió sujetando su mano con una mueca de dolor.
—¿Qué hiciste? —pregunté queriendo reconfortarla.
—¿Qué crees? Le di un puñetazo —solté una carcajada.
¡Esa es mi chica!
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someone to you; luke hemmings
FanfictionLuke quería hablar con esa chica del bar, terminó por enamorarse de la que estaba sentada al lado. ⇝ No es un universo alterno, Luke sigue en la banda 5SOS. ⇝ No es de esas historias que tienen 34 páginas, es más bien de cortos capítulos. ⇝ Puede te...