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—¡Lía! —oí a Addy gritar.

Me paré de la cama alarmada apenas cruzó el umbral de mi puerta. Estaba despeinada, su blusa tenía un agujero y montones de manchas de suciedad. Caminé hasta ella analizando los moretones y las marcas de manos y dedos en su brazo.

—Pero bueno, ¿y a ti qué te pasó?

—¡Salí al centro comercial y unas chicas locas me atacaron! —explicó— ¡Todas las fans me odian, Lía, como no pueden llegar a ti van a por mí!

—¿Eso significa que ha pasado más de una vez? Addy, ¿por qué no me lo contaste?

—¡Porque sales con Luke Hemmings y te ves feliz! —no podía dejar de ver la rabia en su mirada— ¡Me llegan cientos de mensajes de odio al día, pensé que me acostumbraría pero no pasó!

—Addy lo arreglaré, ¿sí? Lo prometo.

—¡No hagas nada, te odio, Lía, te odio! —salió del cuarto y corrió a encerrarse al suyo.

Corrí tras ella pero para cuando intenté entrar su puerta ya tenía el cerrojo puesto.

—Adds... vamos, abre, lo hablaremos —pedí suavemente.

—¿Qué tal si mejor te metes a tu twitter y ves las cosas que dicen en vez que hacer como si nada pasara y vivieras una fantasía? —respondió con crueldad.

Estuve por contestarle, con rabia claro, no tenía porqué atacarme a mí, pero en vez de eso refunfuñé y me devolví a mi habitación para descargar esa estúpida aplicación.

Inicié sesión cuando por fin terminó la instalación buscando lo que Addy quería que viera. Vaya que tenía mensajes.

@ashtonfuckmepls: La nueva groupie de Luke Hemmings, vaya, pudo al menos haberse conseguido una que tuviera cuerpo de mujer.

¿Qué coño? Que tampoco soy tan plana.

@SOMEBADIKILMI: Tu con Luke y tu hermana con Ashton, deben de follar bien para que las quieran. 

Agh, que asco, ¿qué tenía la gente en su cabeza? Sin pensarlo bloqueé la cuenta.

Habían miles de mensajes así, cada uno peor, cada uno más agresivo que el anterior. Claro, yo me salvaba de verlos ¿pero Addy? Ella solo tenía quince años, no tenía porque ser atacada de esta forma. 

@stylinsxn: ¡hey! ¡check out this!

Apreté el link, me llevó a unas fotos de Luke besando a otra, creo que su exnovia. 

No sé la intención que buscaba con enviármelo, si creía que era tonta pues se equivocaba. Estas fotos eran de hace más de un año.  

Habían más de cien mensajes con links de este tipo, cuatro de ellos me llevaron a fotos de hace una semana, cuando Luke fue a Sydney. Estaba en lo que parecía ser una fiesta y una chica estaba presionando sus labios contra los suyos.

Al inicio una presión en el pecho me golpeó, pero reconocí al instante que Luke no quería hacerlo, la posición solo demostraba lo incómodo que estaba.

¿Por qué no me lo contó? Yo no era celosa, para nada, pero joder, si alguien le besa me gustaría enterarme por él y no por una red social.

Le escribí un mensaje preguntándole si podríamos hacer videollamada, respondió casi de inmediato. Le llamé.

—¡Lía, coño cuanto te extraño eh! —exclamó sonriente, pero no tardó en ponerse serio al ver que no le correspondí.

Suspiré.

—¿Por qué no me contaste lo de esa chica? 

—¿Qué chica? —bufé.

—Una chica te besó en una fiesta, recuerdo que al otro día me llamaste y me hablaste de la noche anterior... no la mencionaste.

—No creí que fuera a ser necesario, ella me besó y yo me alejé, esa es la historia. 

—Pudiste habérmelo dicho —musité dolida.

—Lo siento, Lía, en serio, no fue mi intención ocultártelo, solo se me pasó.

Pasé mi mano por mi cabello abrumada.

—¿Has visto lo que dicen de mí y Addy? 

—Lía, el odio es común, no podemos escapar de él.

—¡Luke! —exclamé callándolo— Le hicieron daño a Addy —me miró preocupado—; la golpearon, incluso le rompieron su blusa. 

—Debí ponerle fin a esto hace mucho, Lía, lo solucionaré.

—No, lo haré yo —afirmé—. Cruzaron un límite Luke, se metieron con mi persona favorita en todo el mundo y haré lo que sea necesario para cuidarla —suspiré aguantando las lágrimas—. Debemos terminar.

Abrió los ojos de golpe y removió el celular de lado a lado.

—¿Qué, qué dices? ¡Puedo arreglarlo, Lía, solo dame un día! 

—Dicen cosas sobre mí que ni siquiera sabía, creen conocerme cuando no saben una puta cosa sobre mí o de nosotros —tomé una bocanada de aire—. No quiero despertar con link de ti besando a otra, menos enterarme por ellos y no por ti. No quiero que mi hermana aparezca en mi cuarto llorando porque no puede sobrellevar la situación. Te amo pero esto no es sano para nadie.

—Lía, por favor, no, piénsalo, ¿sí? —sus ojos azules no brillaban más, ni siquiera con las lágrimas que los cubrían.

¿Así lucía alguien cuando le rompían el corazón?

—No vengas a buscarme a LA, no quiero verte, Luke —pedí con suavidad—. Lo siento tanto, tanto, tanto mi amor —murmuré y colgué antes de que pudiera responder.

Miré a mi alrededor, la habitación se había vuelto jodidamente silenciosa. De pronto mis lágrimas rellenaron el vacío del cuarto. Me metí a mis redes sociales y lo bloqueé antes de que pudiera escribir o llamar de vuelta.

Me quedé sentada al borde de la cama intentando sostener mi propio peso. Ya no había vuelta atrás, ya no podía. 

Addy entró en la habitación y se apoyó contra el marco de la puerta.

—Lo siento, no te odio, jamás podría hacerlo —susurró arrepentida.

Abrí mis brazos para que viniera a mí, cosa que hizo. Se sentó sobre mis piernas y me abrazó con fuerza, escondiendo su rostro contra mi pecho como cuando éramos chiquitas y tenía pesadillas. 

—Terminé con Luke —anuncié.

Levantó la mirada, se sentía culpable.

—No hagas eso, no te lo eches encima. Haría lo que fuera por ti, Addy.

Viendo que eso no la había convencido sorbí mi nariz, me tragué el nudo de la garganta y me sequé las lágrimas. 

—¿Por qué no vamos al cine? Podríamos ir a comer una pizza, luego tal vez un helado del local que te gusta. Podríamos también llamar a mamá, quizá le haga falta compañía —asintió ya más animada.

—Gracias —musitó.

—No es nada. 

Y no era nada, hacer algo por ella jamás se me haría difícil, eso era amor, ¿no?





someone to you; luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora