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l u k e

—¿Quién lo diría? —murmuró Lía mirando su celular.

—Que tampoco es gran cosa —me miró boquiabierta.

—¡El mundo me ocultó información valiosa, Lucas! 

Acababa de descubrir que las sirenas podrían ser reales porque el 94% del mar sigue estando inexplorado. Aún seguía en shock.

Busque snapchat en mi teléfono y le apunté con mi cámara.

—Una foto para los chicos, ¡di queso! —exclamé, al instante se cubrió el rostro.

—¡Queso no termina en sonrisa, Luke! —grito antes de que el flash la cubriera.

Miré la foto, preciosa como siempre. 

—¿Por qué despiertos tan temprano? —indagó mi suegra cuando entró en la cocina. 

Eran las ocho de la mañana, iríamos a un parque de diversiones que estaba aquí en la ciudad, y no, Addy no nos acompañaría, tenía un viaje educativo de su escuela. Haha, "educativo". 

—Hola má.

—Buenos día Danna —soltó un profundo suspiro.

—Luke, dime señora Nevens, aún no te acepto lo suficiente para tanta confianza.

—Mamá llevamos casi seis meses juntos, ¿estás molestándome verdad?

Sí, Danna no era de esas suegras que te dicen "ay, no me llames así, me hace sentir vieja", no. Según ella empezó a tutear a la mamá del padre de Lía a los pocos días de salir, a qué no se imaginan a qué conclusión llegaba, sí, que por eso dos meses después quedó embarazada.

—Y chicos, sé cual es su edad y sus hormonas pero sean más silenciosos para la próxima —miré a Lía con los ojos abiertos como platos—. No, mejor que no haya una próxima, al menos no en mi casa. Si quieren follar vayan a la calle, no me importa, pero no bajo mi techo.

—¿Te haces la santita? Tienes dos hijas fuera de matrimonio y sin padre —le reclamó Lía.

—Calla tú o te desheredo —solté una carcajada nerviosa. 

De pronto mi celular empezó a vibrar y a llegarle un montón de notificaciones, iba a revisarlo hasta que Lía decidió que ya era hora de irnos. Lo vería más tarde.


—¡Odio las montañas rusas! —gritó ansiosa.

—Lía, relájate, no es como si moriremos allí.

—No, no, no. No lo entiendes, ¿sabes cuántas personas mueren cada día por estas construcciones del mal?

—¿Cuántas?

—No sé pero me imagino que son muchas —bufé.

—Ya mejor cállate, eres una miedosa —me burlé.

—A ver si logras callarme, Lucas.

Reí divertido y la empujé hacia el bote de basura que estaba unos metros detrás de ella. Acababan de cambiar la bolsa así que no me mataría. 

Empecé a carcajearme sin poder parar al ver que no lograba salir de él, debí sostenerme el estómago y lanzarme al piso por la risa.

—¡Dios, fue lo mejor que he visto! —mi novia atrapada en un basurero, qué maravilla.

—¡Te va a llegar el karma con una patada en el trasero, Luke! —gritó cuando logró salir e intentó darme pequeñas patadas.

—¡Hey, déjalo! —oímos, ambos miramos a la vez encontrándonos a un grupo de tres chicas adolescentes.

—¡Es la de Snapchat! —exclamó una.

Me puse de pie aún con los ojos llorosos por la risa. Quise hablar pero una de ellas me abrazó.

Las saludé a las tres, firmé un par de cosas y las oí fangirlear de 5SOS hasta que por fin decidí preguntar.

—¿A qué te referías con Snapchat? —pregunté con el ceño fruncido.

—Pues sí, subiste una foto a tu historia con ella, mira —buscó algo en su celular y unos segundos después me mostró una foto.

Mierda, la subí a todo internet. 

—¿Eres Lía? —preguntó otra.

—Ehm, sí —respondió nerviosa.

—¿No te molesta si nos tomamos una foto con tu novio? —Lía negó confundida.

—Bien, eres simpática, al menos no toda el fandom te odiará. 

Los siguientes cinco minutos se basaron en tomarme fotos en distintas poses y muecas, y antes de que se fueron les pedí que por favor las subieran más tarde para que no llegaran miles de fans más. 

Una vez que ya no estuvieron Lía me dio su mirada de potencial asesinato.

—¿Subiste esa foto a todos tus fans?

—¡Fue un accidente! —exclamé asustado— ¡Era para mis amigos, lo juro! Ni siquiera me había fijado.

—¡Luke! Ahora todas tus fans me conocerán, sabes que yo no quería esto.

—Lía, no es la gran cosa. Te seguirán y sí, quizá te insulten, ve lo bueno, podremos salir a la calle en paz sin tener que esconderte. 

Suspiró rendida.

—Bien, supongo que en algún punto debía suceder, ¿qué decía la foto? —carraspeé incómodo.

—Oh, nada.

No seas tímida ahora, no lo fuiste anoche Lía, loool.


Cuando estuvimos por irnos a dormir Lía fue a enseñarle a su mamá a usar su nuevo celular mientras yo aproveché para revisar twitter.


@cashtonshipper: no sé de qué se quejan, me gusta la relación @Luke5SOS  @lianetworkstwitt

@alexashton: es una groupie, solo quiere su fama @Luke5SOS  

@donthatemepleaze: ya no intereza, el luke qe haga lo qe qiera @Luke5SOS @alexashton

@alexashton: opina cuando aprendas a escribir, imbécil, te apuesto a que ni su hora de nacimiento sabes #fakefan

Y solo así se desató el odio por twitter. Suspiré cansado, ese de la mala ortografía tenía razón, yo hago lo que quiero, al fin y al cabo solo me afecta a mí. No era como si Lía era una mala persona o algo así. No podría haberme enamorado de una chica mejor.

—¿Pasa algo, amor? —preguntó Lía apareciendo por el marco de la puerta— Te ves tenso.

—Twitter parece el infierno —expliqué agotado, lancé el teléfono al otro extremo de la cama.

Lía rió y se acercó a mí para besar mi frente con cariño.

—Como si no fuera así siempre.


someone to you; luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora