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l u k e

«Te amo, pero esto no es sano para nadie».

—¿Crees que esté pensando en mí? Tal vez está esperando a que la llame.

—Llevas conectado tres horas, Luke —me recordó Ashton checando su celular.

—Quizá no tiene internet, o se le olvidó la contraseña.

Michael se puso de pie irritado y me quitó el celular de golpe.

—¡Esto es enfermizo, no más celular para ti! —intenté que me lo regresara pero no logré nada, tampoco tuve energía para insistir.

—¡Lía puede estar esperándome! 

—¡Lía no te está esperando! ¡Te dejó, entiéndelo de una puta vez! —gritó.

La sala se quedó en un silencio sepulcral. Por más que me costara, Mike tenía razón. Lía me dejó. Mi novia, que dice amarme, me rompió el corazón.

—Mira, Luke, lo siento, ¿sí? Pero llevas días mirando esa pantalla esperando que se comunique contigo. No va a pasar.

Rodé los ojos y agarré mi chaqueta para salir del hotel. No soportaba estar un minuto más encerrado en esos cuatro muros.

Caminé un par de cuadras, pero no lograba despejar mi mente. Había perdido a Lía y ni siquiera había sido mi culpa. Esta vez los fans cruzaron una línea. 

—¡Luke! —oí detrás de mí— ¿Podemos tomarnos una foto? —eran cinco chicas.

—No.

—¡Luke, vamos, una foto! —siguieron insistiendo.

—¡Estoy ocupado! —exclamé irritado, sus ojos alegres y animados empezaron a apagarse.

Quise sentirme dolido por hacerlas sentir así, pero la rabia no me lo permitió. Lucen tan dulces e inocentes para después insultar a mi novia tras una pantalla.

A mi ex novia.

—E-está bien. Nos vamos.

Esperaron a que las detuviera pero no lo hice, por lo que con lágrimas en los ojos se dieron media vuelta alejándose. Miré a mi alrededor, estaba en Miami, podría ir a verla. Tomar el siguiente vuelo y recuperarla.

Mi celular sonó, lo saqué de mi bolsillo esperando que fuera Lía. Era un amigo.

Oliver 17:21
Acabo de enterarme.

Oliver 17:21
Fiesta en mi casa a las nueve, alcohol y polvos para el mejor momento ;)

Sonaba bien para mí.


Tosí fuertemente cuando alejé el pito de marihuana de mi boca haciendo que todos rieran. Yo no era fanático de estas cosas, pero no me hacía problema consumir de vez en cuando.

Tras un rato ya mareado y sintiendo que mis pies no tocaban el suelo, decidí caminar un poco por los pasillos de la casa. No quería irme en un mal viaje. Me apoyé contra el barrandal de la escalera y suspiré intentando relajar mi cabeza.

Un suave tacto en mi brazo me hizo reaccionar. Una cabecilla rubia con un cuerpo curvilíneo estaba intentando llamar mi atención. 

—Oí que estás soltero, Lukey —musitó acariciando mi pecho por sobre mi camisa.

—Oíste bien.

—¿Quieres que te haga sentir mejor? —murmuró en mi oído.

Pensaba decirle que no, pero la idea de que Olivia pudiera hacerme olvidar por unos minutos me parecía conciliadora. 

Cuando abrí los ojos me di cuenta que estaba en una habitación, recostado sobre la cama con ella desnuda encima desabotonando mi camisa. 

La sujeté de la cintura empecé a restregarme contra ella, sintiendo su aroma a frutas y las curvas de su cuerpo en mis manos.

Su cuerpo era tan distinto al de Lía. El suyo era casi que andrógino, debía de estar desnuda para poder apreciar bien una figura más femenina. Me encantaba eso de ella. 

Gruñí al pensamiento, no lograba concentrarme en hacer sentir bien a Olivia porque lo único que quería era hacer sentir mejor a Lía. 

Mordió el lóbulo de mi oreja y gimió mi nombre en un tono provocativo. 

De algún modo, esto se sentía cada vez más incorrecto y yo no paraba de pensar que Olivia no era Lía.

—Luke... Luke, me haces daño —la oí decir, pero no lograba reaccionar, solo quería sentirme mejor— Me duele, basta, ¡suéltame! —pateó mi rodilla haciéndome responder. 

Se alejó de mí, antes de que se cubriera con su vestido pude ver las marcas de mis dedos presionados sobre su piel. No tardarían en convertirse en manchas violáceas. 

—¡¿Qué mierda te pasa por la cabeza?! —gritó vistiéndose y tomando sus tacones. 

Me senté en la cama y la miré boquiabierto, no era propio de mí. Nunca le había hecho daño a alguien.

—Lo siento tanto, Liv.

—¿Lo sientes? No, yo lo siento, lamento que tu estúpida novia te haya botado y que tengas que desquitarte con las otras chicas. Eres patético —salió del cuarto enfadada.

Me recosté sobre la cama bocarriba con mis extremidades extendidas. Era patético. Había caído tan bajo. Lía me dejó hace tan solo tres días y ya sentía que había pasado toda una vida sin ella.

Calum entró al cuarto de pronto. 

—¿Qué pasó aquí? Vi a Liv bajar las escaleras llorando. 

—Le hice daño, Cal —abrió los ojos como platos—. No, no de esa forma. No sé que me pasó. Extraño tanto a Lía, tío. ¿Cómo voy a sobrevivir? —suspiró y tomó asiento al borde de la cama.

—De la misma manera que lo hiciste con Aleisha y Arzaylea.

—No lo sé, sabes, Aleisha está por casarse, Arzaylea quizá conozca a alguien como ella, yo me estoy quedando solo. 

—Vamos, que eres joven, ¿qué sabes tú qué te deparará el futuro?

—¿Y qué me importa a mí? Lo único que quería ver en mi futuro era a ustedes y a Lía, y definitivamente ella no estará. No quiero ver a Lía casarse, Cal. No quiero tener que meterme a su Instagram para saber qué pasa con su vida. Yo quiero estar en su vida.

—Las personas son temporales a veces, Luke, duele pero luego pasa, ¿qué tal si bajas, tomas una cerveza e intentas divertirte con nosotros? Ahora distráete y mañana discúlpate con Olivia, quizá sea una groupie pero es una gran chica y ha tolerado bastantes mierdas de parte tuya. 

Asentí, extendió su mano para que la tomase y bajamos juntos a reintegrarnos con los demás. 

Sentía la pesadez en mi corazón, me sentía terriblemente cansado, pero no podía dormir sabiendo que esto no era un sueño.

No podía dormir sabiendo que ella desaparecería cuando despertara.

someone to you; luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora