—No me gusta el giro que está tomando todo esto. —dijo Liam preocupado.
—Sí, lo sé, ya advertí a Kaela, prefiero este con Alexa en el colegio a que en su tienda. —respondí.
Mi teléfono sonó, y mire la pantalla, era de emergencia, me indicaron que tenían un paciente que yo debía de ver. El ascensor estaba ocupado, por lo que baje por las escaleras lo más rápido que pude, todos evitaban mirarme hasta que un interno decidió presentar el paciente.
—Ustedes están todos locos, que no ven que es el hijo de Liam que fue traído a emergencias, y ninguno de sus padres lo saben, Doctor Velarde paciente masculino de un año de edad, múltiples herida en su mano izquierda causada por objeto cortante, su tutora indica que pensaba el niño estaba dormido por lo que dejo sus tijeras en la mesa de niños y fue al baño, cuando regreso encontró al pequeño llorando con las heridas. —explicó.
Endurecí mi mirada para todos los del servicio de emergencia, me acerque al niño que estaba junto a su tutora, la mano la tenía aun envuelta en unos paños, que estaban totalmente cubiertos de sangre, el pequeño estaba pálido y no hacia esfuerzo de moverse, me puse alerta, los niños al no saber cómo enfrentarse ante estas situaciones estaban siempre inquietos, llorando tratando de evitar toquen sus heridas.
—Gullón busca a Liam inmediatamente y tu Hernández llévate a la tutora de aquí. —indique.
Me coloque al lado derecho L. Junior y su piel estaba fría, el niño había perdido mucha sangre por lo que necesitaba una trasfusión antes que nada, tome gasas estériles y las envolví en su mano, haciendo más presión para evitar continuara sangrando.
— ¿Qué diablos le paso a mi hijo? —Escuche a Liam gritarle a la tutora.
—Liam no hay tiempo para buscar explicaciones ahora mismo, dime si tú y el niño tienen el mismo tipo de sangre, necesita transfusión de inmediato. —informe.
Liam palideció aún más al ver su pequeño, como médicos teníamos prohibido tratar a nuestros familiares, ver esta escena me conmovía hasta el alma, nunca había visto a Liam turbado o enloquecer.
—Si te pones así en estos momentos ¿Cómo ayudaras a tu hijo? Yo me encargare de todo, cálmate, además sabes que Alexa debe de saber lo que paso, entonces si ella te escucha o ve así se empeorara todo. —Le calme.
—Tenemos el mismo tipo de sangre Byron, el niño está muy pálido hay que actuar rápido. —Su voz salía aterrada.
Di indicaciones a médicos especialistas para que empezaran el proceso de transfusión, e inmediatamente comenzamos a cuidar del pequeño, me sentía demasiado presionado, Liam me estaba contagiando sus nervios, empecé a quitar los paños de la mano del niño para ver las heridas, eran varias con mucha profundidad, la tutora se las vería bastante fea por su descuido, comencé a suturar al hijo de mi cuñado.
Su piel comenzó a tomar color nuevamente, Liam volvió a respirar y en milésimas de segundos entro Alexa a la sala haciendo alborotos, me empujo a un lado y abrazo su pequeño, ella temblaba y al ver los paños cubiertos de sangre se fue hacia un lado, Liam y yo la sujetamos.
— ¿Estas bien? —Le preguntamos al unisonó.
Alexa había superado su fobia, pero aun así muchas veces trataba de evitar entornos donde estuviera expuesta a la sangre.
—No, no lo estoy, mi bebe está herido, no puedo estar bien. —aclaro.
El niño despertó y empezó a llorar, Alexa lo acuno en sus brazos mientras besaba su pequeña cabeza, calmando a su hijo así, el amor de madre era increíble.
Me quite los guantes y lo tire al zafacón, hasta el momento no me había dado cuenta de cuanto me había estresado el proceso, salí afuera y quede maravillado con lo que vi, Kaela tenía la pequeña de Liam cargada mientras caminaba de un lado a otro jugando con ella, la tierna sonrisa de la niña era melodía para mis oídos.
—Byron ¿Salió todo bien? —quiso saber acercándose a mí.
La abrace brevemente y alboroté el pelo de Danna R.
—Si, a pesar de que el niño perdió mucha sangre y sus heridas fueron profundas está bien, nos hemos llevado un susto bastante grande. —manifesté.
—Lo imagino, la tutora está hecha un desastre, me explico todo con detalles. —menciono.
—Ya quisiera yo tener esos detalles, vamos a comprarle un helado a Danna y así me cuentas. —sugerí.
Me quite mi bata y volví a emergencia a colgarla en su área, le di un vistazo a mi cuñado y a Alexa, conversaban entre ellos mientras acariciaban a su hijo, volví hasta donde estaba Kaela y tome a Danna en brazos.
Compre tres helados y al final la niña los quería todos para ella.
—Te sentaría bien ser padre, eres muy lindo con los niños, se te dan bien. —dijo Kaela.
—Pues lo sé, soy un amor en todo. —respondí siendo modesto.
—La tutora me comento que tejía unos zapatitos para su sobrina, y que mi sobrino jugaba con la pequeña Milu, en realidad no dormía, ella le indico a los niños que volvería en breve y fue al baño, momento en que los niños fueron a jugar con las agujas, hilos y en su defecto la afilada tijera y allí sucedió todo, gracias a Dios no paso peor. —conto Kaela.
Mi mente comenzó a pensar en peores cosas y sentí un escalofrió recorrió mi cuerpo, por la gracia de Dios las cosas no pasaron de ahí y pude actuar rápido.
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Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].
Romance¿Que hacemos cuando alguien nos hace cambiar? ¿Como evitamos seguir los caminos anteriores y tomar senderos de bien? Solo que cuando ella llego a mi vida una parte de mi deseó tomarla, pero otra cuidarla. Nunca fui el chico bueno, soy malo y egoí...