—Kaela esta noche me quedaré a dormir aquí en casa de Liam con los niños. —dijo mi madre
—Está bien madre, ya me tengo que ir. —respondí.
—Yo te llevo, también me tengo que ir. —Se ofreció.
—Ah no, muchas gracias Byron, pero Alexa me llevará, además tengo que ir con ella a visitar a Mia. —espete.
Pude ver la decepción en su rostro, mi querido Byron de seguro pensaba que era tiempo de perdonarlo, pero aun no me sentía lista, no era tiempo de arreglar las cosas.
— ¿Cuándo me dijiste que visitarías a Mia amo? —Le pregunto Liam a Alexa.
—He pospuesto la visita a ella muchas veces, voy a aprovechar que tu madre se quedara con L. Junior y Danna Rudy para ir con Kaela —aclaro mi cuñada.
—Anda con cuidado y cuídense mutuamente —ordenó mi hermano mientras le daba un beso a su esposa.
Byron se quedó viéndome, le brinde una media sonrisa antes de salir acompañada de Alexa.
Subí al auto de Alexa y me coloque el cinturón de seguridad y tomamos camino a casa de Mia, mi cuñada estaba en silencio mientras me dirigía miradas instigadoras.
—Ya que no me vas a decir por ti misma, te preguntare ¿Aun no resuelven su problema? —inquirió
—Pues no, aunque si mi madre no hubiera llegado quizás hubiéramos pasado a otro nivel, a uno que no llegamos en el tiempo que llevamos juntos. —conteste
—Mikaela debió llegar a mi casa primero entonces, ya es tiempo arreglen las cosas, ustedes son adultos, y quizás soy la persona menos indicada para decirlo pues me aleje de Liam cuando supe de mi embarazo, pero te confieso que le temía a los compromisos, ahora me rio porque si hubiera sabido que es hermoso tener esposo y mis hijos hubiera aceptado a Liam antes. —afirmo con orgullo.
—Siempre y cuando sea la persona indicada. —Le añadí.
Llegamos al hogar donde vivía Mia, sus familiares nos recibieron con mucho amor en especial a Alexa, la pequeña Mia le brindo sonrisas Alexa mientras evitaba contactos , me sentí conmovida por el amor de mi cuñada hacia todos los niños.
Antes de marcharnos Mia le entrego a Alexa una bolsa de regalos, era un álbum de fotos que habían preparado para ella, habían muchas fotos, demasiadas y cada vez que mi cuñada veía una lagrimas salían de ella, lágrimas de emoción, Mia estaba creciendo y aprendiendo a cómo adaptarse a su medio.
De regreso a mi casa decidí practicar un poco de yoga, estaba tensa, bastante, me puse ropa deportiva y una música tranquilizante, y comencé a estirar mi cuerpo, era tan flexible como una goma, reí al recordar cuando pequeña como Liam me llamaba serpiente, siempre me escabullía por todos lados y doblaba mi cuerpo para todos lados.
Perdí la noción del tiempo, para cuando mire la hora ya había anochecido, me senté frente a mi ventana mirando la luna y como se reflejaba en la humedad de la noche creada por unas cuantas gotas de agua que habían caído del cielo, decidí seguirle los pasos a las nubes, dejar caer todo el peso de mí, llore, lo hice por todo lo que llevaba guardando, por recordar cada beso con Byron, cada palabra, cada vez que nos acercamos, en la vida que planeamos juntos, suspire, y me deje caer en mi cama, las lágrimas seguían rodando de mí, podría tratar de engañar a todos pero no a mí misma, amaba a ese estúpido y no me hacía con nadie más, el amor realmente había tocado a mi puerta.
ESTÁS LEYENDO
Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].
Romance¿Que hacemos cuando alguien nos hace cambiar? ¿Como evitamos seguir los caminos anteriores y tomar senderos de bien? Solo que cuando ella llego a mi vida una parte de mi deseó tomarla, pero otra cuidarla. Nunca fui el chico bueno, soy malo y egoí...