Después de tanto luchar, de los embates de la vida, las guerras y tormentas al fin había llegado la paz que tanto anhelaba, me casaría con Byron y trataría de estar a su lado contra viento y marea.
—Debes estar ansiosa. —me dijo Alexa mientras peinaba mi cabello.
—Estoy muy nerviosa, creo que demasiado, mi corazón no deja de palpitar muy fuerte. —confesé.
—Ya sé lo que se siente Kaela, es hermoso y ya verás que todo saldrá bien ¿Te gusta este peinado? —me pregunto girandome al espejo.
Quede con la boca abierta, el moño alto con flecos sueltos me quedo preciosimo, el maquillaje resaltaba mis ojos almendrados y el labia rosa me daba ternura, trate de pestañear varias veces para evitar llorar, no quería dañar mi maquillaje.
—Sí lloras te voy a sacar todos los dientes. —sentenció Liam entrando al salón.
—¡Liam!. —se quejo Alexa golpeando su pecho.
Todos reímos ante eso, mi hermano se acercó a mi y me abrazo y depósito un beso en mis mejillas, sujeto mis manos mirandome con orgullo.
—Estas hermosa, pareces una princesa, me alegra que estés feliz y te complementes con Byron, finalmente el demostró merecerte, espero se hagan felices uno al otro, y si el no lo hace prometo usar mi bisturí en el. —comento Liam.
—Así sea. —respondí con una sonrisa.
Alexa empujó a Liam fuera y terminamos de cambiarnos, la madre de Byron entró con un enorme regalo y me abrazo mientras lloriqueaba de emoción, mi madre tuvo que entrar a sacarla de allí para que calmarla, mi suegra era un amor al igual que mi suegro.
—Ya el auto para la novia está aquí. —grito alguien.
Mire la hora y estaba veinte minutos tarde para la ceremonia, comenzó el corre corre, Liam entro con sus hijos ya listo y le indico a Alexa se iría a la catedral donde me casaría, mi cuñada se iría conmigo pues era mi dama de honor.
—Cielos estoy muy tarde ya. —comente desesperada.
—Pero ya estas lista, vamos a subir al auto. —manifestó mi cuñada.
Asenti y tome mi ramo de flores, me mire por última vez en el espejo de cuerpo completo, mi vestido corte princesa asentuaba mi figura, tome una respiración y salí para tomar el auto.
Byron debería de estar desesperado esperando por mí, sonreí al imaginarlo angustiado, caminaba mientras miraba mis flores una sombra me cubrió, por un momento tuve temor recordando mi secuestro y las cosas que pasé, pero al alzar mi rostro todo miedo desapareció y casi dejo caer las flores.
—Byron. —susurre con alegría.
El sonrió y sostuvo el ramillete de flores, mientras me miraba con tanto amor y orgullo que me hizo sonrojar, depósito un beso en mi frente y sujeto mi mano.
—Pero es de mala suerte ver a la novia antes de llegar al altar. —me quejé
El sonrió haciendo un sonido hermoso, volvió a mirarme, aun con mis tacones yo tenía que doblar mi cuello para verlo, su piel morena resaltaba más con los rayos del sol.
—Nosotros hacemos la suerte amor, y créeme que estar juntos es la mejor de todas, no te dejaría ir sola mientras yo me desespero esperando por ti ¿Crees que soportaría ver el reloj cambiar sus agujas y tu no llegas? ¿Crees que aguantaría el molesto tic tac? Y no verte entrar? No cariño, mejor entramos juntos mientras todos nos esperan. —aseguró
Abrió la puerta para mí y entre con seguridad y felicidad, note que ni Alexa ni los demás estaban allí, por lo que de seguro se habían puesto de acuerdo para que esto pasará, estaba caminando a uno de los días más felices de mi vida, y lo hacía del lado del hombre que amaba.
Me di cuenta de cómo Byron me miraba por el retrovisor, le sonreí como una tonta y lo hice aún más cuando hablo.
—Confieso que jamás creí posible ver un ángel en la tierra, hasta verte a ti. —comentó con seriedad. —deslumbra de hermosura. —añadió.
Llegamos a la catedral y todos estaban fuera esperándonos, el lugar retumbo en aplausos, la familia de Byron soltó globos de diversos colores mientras que Liam, Alexa y mi madre soltaron palomas blancas, no existía palabras para describir lo que apreciaba mi vista, me sentí tan agradecida.
Después de todo eso entraron en orden, Byron me dejo sujeta a su padre y el se sujeto a mi madre y así comenzó la marcha nupcial, el momento que había soñado desde que era pequeña había llegado al fin de todo.
Escuche como la madre de Byron dirigía la ceremonia con su dulce voz, hablando con el corazón en sus labios y la emoción de una madre orgullosa, escuché cuando dijo mi nombre indicándome que debía de entrar.
Creo que fue el momento más épico de mi vida fue este, ver todos ponerse de pies y girarse a verme, todos tenían una mirada feliz, lo mejor de todo es ver a Byron limpiando sus lágrimas y su rostro de melancolía y felicidad cuando su padre me entrego a el sus manos temblaban y estaban frías, le sonreí con seguridad y el hizo lo mismo.
Caminamos juntos al altar con pasos seguros, Dios estaba de nuestro lado ayudándonos a seguir adelante siempre, juntos seríamos más fuertes, en especial cuando le diera la sorpresa más grande de su vida a Byron, pero seria al momento de los votos, cuando nos juraramos amor eterno.
***
He vuelto mis hermos@s, disculpen la tardanza, pronto vendrá la continuación de la boda, les amo mucho suzydechanyeol lo prometido es deuda querida.
ESTÁS LEYENDO
Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].
Romantiek¿Que hacemos cuando alguien nos hace cambiar? ¿Como evitamos seguir los caminos anteriores y tomar senderos de bien? Solo que cuando ella llego a mi vida una parte de mi deseó tomarla, pero otra cuidarla. Nunca fui el chico bueno, soy malo y egoí...