Conduje hasta la gasolinera y me detuve, revise mi teléfono para confirmar que era un mensaje de Liam.
''Nos vemos en el parque del hospital''
Mire por el retrovisor al detective, salí del auto y fingí echar combustible, él se dirigió a mí y me tendió la mano.
-Me gustaría deje su auto por ahí y se suba conmigo iré al hospital solo allí hablare. -explique.
El asintió y se subió en su patrulla frenando del golpe antes de salir del vehículo, se dobló revisando los neumáticos, lo vi tocarlos y de la nada uno se desinflo, hizo un gesto extraño y se dirigió hacia a mí.
-Disculpe, pero mi patrulla se ha descompuesto ¿Me puede llevar a conseguir un neumático? -pregunto como si no me conociera.
Este detective debe de estar loco, solo asentí y subimos a mi auto, le mire viendo como la seriedad volvía a su rostro, aterraba cuando se ponía así.
-Nunca se sabe cuándo nos están vigilando, es mejor si nos vamos juntos que si te sigo yo, adelante. -indico.
Bien pensado, no lo calcule así, pero su estrategia era buena, me detuve frente al hospital y caminamos hasta el parque, Liam se encontraba allí mirando su reloj.
-Tardaron demasiado. -se apresuró a decir.
-Debíamos de hacer pantalla. -aclaro Cabrera.
Tome una bocanada de aire, mi pecho dolía con cada respiración necesitaba tener a Kaela cerca de mí ya, cueste lo que cueste, espero se alimente y su mente esté preparada para que podría suceder.
-La llamada que recibí es efectivamente de los familiares de Miguel, quieren que yo me entregue para poder dejar ir a Kaela, estoy dispuesto a hacerlo, pero me da miedo estén jugando conmigo y quieran herirla para dañarme. -dije pensando.
-Es cierto, además mi hermana no se puede quedar sin el hombre que ama, debemos de tenderle una trampa. -comento Liam.
-No se apresuren a los acontecimientos, ellos nos llevan pasos por delante, ya tienen cámaras instaladas en la casa, tienen que dejarse ver más seguido por ella, y tu Liam debes de asegurarte tener a tu esposa segura. -soltó Cabrera.
- ¿Desde cuándo me tuteas detective? Apenas nos conocemos, no me gusta tu confianza. -dijo Liam desafiante.
-Pues yo puedo, además se me sus nombres, tengo acceso a todos los archivos de la corte, mi esposa es la jueza que defendió el caso de Byron, ella y yo luchamos por el bien de todas las personas que lo merecen. -expreso sonriendo.
Liam y yo nos miramos como diciendo que suerte la nuestra.
-Kaela-
Pude escuchar la conversación de Byron y Alejandro, mi secuestrador, me aterre bastante, si bien era cierto que no me habían hecho daño físico no dejaba de importar el daño psicológico que estaba sufriendo, Gabriela joven que me traía alimentos se había encariñado de alguna manera conmigo.
-Te traje un libro, así puedes despejar un poco tu mente. -dijo Gabriela volviendo por tercera vez a mi habitación.
La mire con tristeza, lo último que quería era leer, a pesar de que amaba la lectura, tome el libro en mis manos y note que pesaba más de lo que se suponía.
Ella miro nerviosa la puerta y volvió a mirarme para sonreír.
-Gracias Gaby, espero si salgo de esta tener contacto contigo, eres buena chica. -respondí tratando de mantener la compostura.
Ella me abrazo y susurrando en mi oído ''Lee el libro en el baño''.
Me extraño su gesto pero al ella salir me puse de pies y mire en todos lados, la habitación no parecía tener cámaras, pero por algo Gaby me había advertido, me recosté en la cama tratando de hacer unos minutos, conté alguno diez en mi mente antes de ponerme de mis sosteniendo el libro sin importancia.
Entre en el baño y me senté en el retrete y lo abrí, para mi sorpresa solo era una portada, dentro tenía un pequeño libro y un celular algo antiguo, además de una nota.
''Busca ayuda Kaela, hazlo rápido, no te espera nada bueno, odiaría te suceda algo y yo quedarme de brazos cruzados, espero cuando logres salir de aquí yo también pueda liberarme de mis primos''
Tuve que leer varias veces para darme cuenta que no alucinaba o que tampoco estaba teniendo un sueño extraño, Gabriela me estaba brindando una puerta de escape, una que aprovecharía.
Encendí el pequeño aparato, mi mente se debatía entre si hacer una llamada o enviar un mensaje, maldición dije para mí misma al escuchar pasos cerca de la habitación, escondí la portada junto al teléfono debajo de la alfombra y corrí hasta la cama con el libro real, me senté y lo abrí intentando parecer que leía.
La puerta se abrió y un hombre asomo su cabeza mirándome con odio, mantuve mi mirada con la de él, no me iba a dejar intimidar aun estuviera muriendo por dentro.
- ¿Qué es eso que tiene en las manos? -quiso saber.
-Habría que estar muy ciego para no ver que tengo un libro. -respondí alzándolo.
-Tienes escrúpulos, ya aprenderás a no hablarme así. -contesto sacando su cabeza y cerrando la puerta con fuerzas.
Mi corazón quedo como el galope de un caballo de carrera, puse mi mano en mi cuello sintiendo mi pulso, me acerque a la puerta colocando mi oído en ella, no escuché nada y corrí al baño con mi corazón latiendo cada vez más rápido.
Tome el teléfono y escribí un mensaje rápido, uno que contenía mi ubicación adjunta, uno que solo una persona entendería.
Ungran peso salió de mi cuerpo al ver que fue entregado, sentí como mis piernastemblaban y caí de rodillas, y todas laslágrimas que tenía contenida tratando de ser fuertes comenzaron a salir, apretélos puños y me puse de pies, apague el teléfono y volví a esconderlo antes deregresar a la habitación.
Esta vez sentí que comenzaba a ver la luz al final del túnel, que pronto estaría en los brazos de Byron y podría disfrutar de mis sobrinos y tener hijos propios, solo debía aguantar un poco más.
Lo prometido es deuda aquí el otro capitulo, disfrútenlo, no dejen de darle cariñitos a la historia, les quiero un montón, sin ustedes esto no fuera lo mismo.
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Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].
Romans¿Que hacemos cuando alguien nos hace cambiar? ¿Como evitamos seguir los caminos anteriores y tomar senderos de bien? Solo que cuando ella llego a mi vida una parte de mi deseó tomarla, pero otra cuidarla. Nunca fui el chico bueno, soy malo y egoí...