Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].

Capítulo Especial.

Aquí les traigo un capitulo especial, como se que aman a Liam y Alexa entonces les traigo un LiamLexa, es algo corto pero espero les guste, disfruten.

Me atormentaba la situación de mi hermana, era frágil aunque a la vez muy fuerte, estaba llena de fuerza y coraje y siempre estaba dispuesta a todo para ayudar, mi cabeza dolía.

Aparque delante de mí casa viendo que necesitaba podar un poco el césped, pude divisar la silueta de Alexa dentro de la casa caminando de un lado a otro.

Suspiré pensando en todo lo que habíamos logrado, como nuestro amor fue sacudido montones de veces y lo mejor es salir adelante, nuestros niños crecían fuerte y hermosos, ya quería tener más.

—Liam ¿No piensas entrar a casa? —preguntó Alexa sonriéndome.

Salí del auto y caminé hacia a ella abrazándola en cuanto estuve cerca. Ella me devolvió el abrazo y mordió mi pecho haciéndome retroceder.

—Ah como te gusta hacerme sufrir. —exclame.

—Oh sí, sabes que me encanta, ve y date una ducha te haré algo de comer. —manifestó.

—Si amor, lo haré, estoy muy estresado con esta situación, tengo miedo por lo que pueda pasar. —admití.

—Sé que todo va a salir bien, sabes que atraemos las cosas que pensamos, entonces debemos tener más pensamientos positivos en nuestras mentes, así mejores cosas vendrán. —comentó

Asentí dándole la razón, roce sus labios suavemente y me dirigí a ducharme, mire mi rostro en el espejo, una ligera barba se extendía en mi rostro, quería quitarla pero no tenía ánimos, me sentía un poco tranquilo porque mi madre tenía mis hijos, pero aún me preocupaba que algo le pudiera pasar a Alexa con la situación, ambos tuvimos que volver a nuestras vidas, no pudimos extender nuestras pequeñas vacaciones, mi dolor por mi hermana era agotador. Aún a pesar del frío invierno deje el agua fría recorriera mi piel, dure tanto hasta que sentí mi cuerpo temblar.

Recordé que estaba solo con Alexa en casa y que era extraño ella no entrará como siempre a buscarme en el baño o querer que le hiciera el amor, como amaba yo que ella actuará así, salí rápido ante el perturbador silencio.

Me coloque un albornoz y fui a la cocina y no la vi allí, tampoco vi nada de lo que ella me preparia de comer y mi corazón dio un vuelco, corrí a la habitación y la encontré sobre la cama.

Quede con la boca abierta al verla, Alexa tenia puesta una lencería muy diminuta, y en su cabeza orejitas de gata, sus labios estaban pintados por un rojo carmesí y la posición en la que se encontraba era aún más que excitante, mi miembro respondió muy rápido.

—Conozco muchas maneras de calmar el estrés, pero esta querido mío es mi favorita. —expresó levantándose y caminando demasiado sexy hacía a mí.

Quito el albornoz de mí y sujeto mi miembro moviéndolo haciéndome volver loco mientras me besaba mordisqueando mis labios, deje escapar un gemido.

—Te gusta torturarme. —susurre.

—Y te encanta. —respondió ella.

Me empujo haciendo caer en la cama, sentí que iba a estallar cuando la vi dejar todo al descubierto mientras hacia movimientos demasiados sensuales y llevaba sus manos desde sus senos hasta su zona íntima.

—Ven aquí Alexa, esta vez no voy a aguantar, no te iras y me dejaras con las ganas. —mencione mientras la atraía hacia a mí.

—No está dentro de mis prioridades dejarte así hoy. —dijo riendo.

La acosté en cama y me coloque sobre ella embistiéndola, sintiendo su piel contra la mía, como su calor me envolvía y como nuestros movimientos y gemidos se perfeccionaban.

La sentí recorrer mi espalda con sus manos, sus uñas se adherían a mi piel y la hacían arder, me envolvió con sus piernas justo en el momento en que sentí estallar, mi mente quedo en blanco mientras el éxtasis me invadía, bese sus labios y me derrumbe sobre ella.

—Te amo Alexa, tengo la mejor mujer del mundo. —le dije acostándome a su lado atrayéndola a mí.

—Yo tendría que casarme con otros hombres para saber si tú eres el mejor, lo hare y luego te digo ¿sí? —comento riendo.

Abrí mis ojos de golpe mientras una punzada de celos se apoderaba de mí, no quería que nadie más tuviera mi mujer.

—Quita esa cara tonto, soy tuya y nada más, tengo el esposo perfecto y quien se amolda a mí, no podría pedir más, sabes que te amo con locura. —hablo y me beso antes de acurrucarse en mi lado.

Pase la mano por su cabeza hasta que la sentí dormir plácidamente, la mire mientras mi corazón latía con fuerza, el amor que sentía por ella era demasiado grande, dormí deseando despertar y verla a mi lado, como siempre lo hacía.

Espero estén felices, y también les traigo otro capítulo está noche siguiendo la historia, disfruten y no olviden comentar y votar, darle cariñitos a la historia, gracias por tanto, les amo.