CAPÍTULO 39

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Caí al suelo envolviendo a Kaela  en mis brazos, su cuerpo como siempre me dio el confort que nesecitaba, había demasiada sangre, comencé a sentir  mi respiración  incomoda y pesada, el miedo de que ella fuera impactada  me mataba.

Byron —susurro horrorizada.

Intente  abrazarla  para decirle que todo estaría bien, pero un dolor punzante me atravesó  tan fuerte que lance un gritó, Kaela se puso de rodillas y puse mi mano en el suelo tratando de moverme pero la sangre me hizo resbalar, mire mi abdomen, mi camisa blanca estaba ahora roja, si no era llevado a un hospital  y atendido a tiempo mi pronóstico  era malo.

—Ka-Kaela  estoy bien. —mentí  tratando de calmarla.

Mi mente comenzaba desvanecerse, sacaba fuerzas de donde no tenia.

Kaela hizo presión sobre mi abdomen  y comenzó a hablarme, esa dulce voz, esa tenue melodía que endulzaba  mis oídos.

—No me dejes Byron  por favor  no lo hagas. —suplicó 
Tome un respiro  y abrí mis ojos, mi boca comenzaba a tener ese sabor metálico típico  de la sangre, y maldición como dolía todo de mi.

—Es - escúchame bi-bien, si muero ahora —hice una pausa en busca de poder continuar, Kaela  tenia su rostro desencajado. —Quiero que sepas que te amo, que no existió  mejor regalo que tú y no me arrepiento  de estar así ahora con tal tu estés sana. —continúe  haciendo una muesca de dolor. —Prometeme  que vivirás feliz y seguirás adelante, que sonreiras  a la vida como solo tu sabes hacerlo. —añadí.

—Por favor  Byron  no hables, eso te hace peor. —pidió  mirando en todas direcciones. —Y no voy a prometer nada  porque tu vas a vivir me oíste. —profesó.

Sonreí  en medio del dolor, comprendí en ese momento que aun en la agonía  más profundo puedes encontrar algo de paz, felicidad y confort  si estas con la persona adecuada, Kaela sujeto mi mano, intente apretarla  pero ya no tenía fuerzas.

—Ayuda por favor  ayúdenme. —escuché  a Kaela  suplicar.

La voz de Liam se hizo presente, pero ya no podía abrir mis ojos, comenzaba a sentir mis latidos disminuir, la voz de mi cuñado diciendo hicieran presión, el llanto de Kaela  y sonidos de ambulancias, hasta no saber más de mí.

—Kaela—

¿Cómo era posible sentir el dolor de otra persona igual o peor? Esa pregunta pasaba por mi cabeza al ver a mi novio en el suelo desangradonse  mientras la agonía se apoderaba de mi, sentía como si mil espadas atravesaban mi alma, rompiendo cada célula  de mí.

Byron perdió el conocimiento  y deje escapar un gritó ahogado, quite la mano que presionaba su herida y cubrí mi rostro.

—Kaela   sigue presionando por favor. —ordenó Liam rasgando la ropa de Byron.

Escuche a lo lejos los sonidos de las sirenas y ore  en mi mente para que no fuera tarde, Byron no podía dejarme sola.

—Kaela deja que los médicos de la ambulancia  me ayuden, ya puedes apartarte. —indicó Liam, pero mi cuerpo no  obedecía.

Alguien me sujetó  por la espalda y comencé a moverme tratando de safarme, un policía me tenia  agarrada mientras Liam y los demás subían a Byron a una camilla y lo introducían en la ambulancia.

—Ella viene con nosotros, que se suba delante. —hablo Liam sin mirarme.

Subimos a la ambulancia mientras conducían tan rápido que no parecía real, mire hacia atrás viendo como trataban de reanimar a Byron.

—Necesita transfusion y operarlo de emergencia, debemos detener  la hemorragia. —Mi corazón se detenía de a momentos mientras escuchaba a Liam  o los otros médicos decir estas cosas y otras como que su pulso disminuía  y otros mandaros que yo no entendía.

Mi mirada se encontró a la de Liam, en la de el había miedo, pero cambio al verme y me dio una pequeña  sonrisa que me dio fuerzas.

—Confía en mi hermanita, no dejare tu hombre muera, me oíste, todo saldrá bien. —me aseguró.

Llegamos al hospital  y todo fue demasiado rápido, los médicos eran personas normales desde un punto de vista, pero dales una emergencia  y se convertirán en poderosos heroes, corrían muy rápido, hacían cosas al mismo tiempo y vencían las más grande adversidades.

Corrí con ellos hasta que mis piernas tuvieran fuerzas, sentí un dejá  vu  venir a mí, recordé el momento en que Liam estuvo en su lugar y mi cuerpo tembló, unos brazos me abrazaron, supe era Alexa  estaba allí conmigo.

—Alexaa  ¿Cómo soportaste  ésto? Dime porque yo no sé —suplique  entre llanto.

—Los tenia a ustedes y a mi bebés, y sabia que Liam no e dejaría sola, nuestro lazo era fuerte, ahora lo es más. —respondió.

De tanto llorar el hipo  no me dejaba casi hablar, no quería moverme desde afuera del quirofano, quería saber que pasaba allá adentro.

—Toma agua Kae  necesitas ser fuerte, Liam está  con Byron. —me dijo dándome una botella de agua.

—Gra-gracias  Alexa, eres la mejor. —respondí tomando el agua.

—No agradezcas  Kaela. —mencionó  dándome un abrazo.

Pasaron segundos, minutos y horas sin saber nada de que ocurría, mis piernas temblaban y mi corazón  se detuvo milésimas  de segundos cuando vi a Liam salir y quitarse su gorro quirúrgico, su expresión hablaba sola, caí al suelo con una mano en pecho esperando sus labios confirmaran  lo que mi mente ya sabia...

Lujuria Engañosa. [L. Adictiva 2].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora