Roses- Shawn.M

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Shawn había quedado en venir a mi casa, no sabía el porqué pero me ponía demasiado nerviosa, simplemente somos amigos o estamos cerca de serlo. Tal vez era porque siempre había soñado con estos momentos pero nunca creí que se cumplirían.

Estaba concentrada en mis pensamientos hasta que el timbre sonó. Miré a Maliboo, mi perra, quién estaba entretenida mordisqueando un peluche. Caminé hacia la puerta principal y la abrí, encontrándome con un sonriente Shawn.

– Hey, Skyler. – Habló emocionado.

– Hola, Shawn. – Sonreí y escuché los ladridos de Maliboo. – Sí quieres puedes pasar.

Shawn asintió y entro a la casa con sus manos en los bolsillos y, al ver a la pequeña Maliboo, se agachó cuando ella corrió hacia él y la acarició de una forma demasiado tierna. Al parecer le gustaban los perros ya que estaba demasiadoconcentrado en acariciar su pelaje mientras mantenía una amplia sonrisa.

– ¿me crees si te digo que soy alérgico a los perros? – preguntó y seguido a eso estornudó. Reí un poco ante ello.

Agarré la correa que estaba en el sillón para abrocharla en el collar de la inquieta cachora que intentaba lamerle la mejilla a Shawn. Cuando se la puse Shawn tomó sin ningún problema la correa.

– Ya nos podemos ir. – Murmuré.

Shawn se levantó y salió primero de la casa, mientras que yo cerré la puerta con llave al salir. Al frente de la casa estaba el auto de Shawn, él abrió la puerta del copiloto para que yo entrara y se le agradecí.

– No es nada. – Murmuró para luego cerrar la puerta del copiloto.

Rodeó el auto y abrió la puerta del piloto y entró, encendió el motor y rápidamente cambió la canción que estaba sonando en la radio, pude nltar que era "single ladies", de Beyoncé, él me miró divertido y yo solo sonreí.

El recorrido fue extremadamente divertido. Shawn cantaba las canciones que sonaba en el radio y me insistía en que también lo hiciera hasta que, sin notarlo, ambos nos encontrábamos cantando a gritos.

– Llegamos. – Apagó el motor del auto.

Ambos salimos del auto y comenzamos a caminar por el parque sin ninguna dirección fija, Shawn tenía una pelota en su mano y algunas veces la lanzaba lo más lejos que pudiera para que Maliboo corriera en su busqueda.

– ¿Cómo se llama? – Preguntó riendo al notar que no sabía su nombre.

– Maliboo.

Ambos nos quedamos callados por unos minutos mirando como una bola de pelos corría entretenida con la pelota frente a nosotros, ambos nos sentamos en una banca donde podíamos mirar de cerca a Maliboo.

– ¿Cómo empezaste con esto del baile? – Preguntó mirando a su al rededor.

Una sonrisa se plasmó en mi rostro, me puse a pensar un poco en cuando mi madre bailaba, ella siempre había sido la mejor.

– Por mi mamá – Respondí y Shawn me miró algo confundido. -, ella era bailarina profesional antes de que naciera, era la mejor. Lamentablemente lo dejó. Tenía que cuidar de mi y estar conmigo mientras aún era bebé. – me entristecí al pensar que fuí yo la causa de que dejara su pasión.– Recuerdo que bailo desde antes de dar mis primeros pasos, ella bailaba frente a mi y yo intentaba seguirla. Los primeros pasos de baile que aprendí fueron gracias a ella.

– Me lo imagino, seguro es un lindo recuerdo. – comentó con sus ojos fijos en los míos.

– Fue hermoso– murmuré mirando el atardecer frente a mi. – pero la parte mala es que ella dejó el baile por mi, creo que ella quiso volver a bailar pero perdió la práctica, así que yo comencé a bailar. Sentía que se lo debía ya que por mi perdió lo que más amaba y, al yo bailar, era una forma que ella siguiera viviendo su sueño a través de mi. -Terminé de hablar.

– Que linda historia. – Me miró con una sonrisa por unos segundos y yo asentí.

– Si, pero no hablemos de mí. – miré como Maliboo corría hacia dónde nosotros estábamos con la pelota en la boca. – Hablemos de cómo fue que empezaste en la música, aunque sé que antes hacías covers.

– ¿Cómo lo sabes? – preguntó mientras acariciaba el pelaje de Maliboo.

– He visto alguno. – me encogí de hombros intentando no mostrarle que mentía. Había visto todos y cada uno de sus vines. – Ahora, ¿cómo te diste cuenta que querías empezar en esto de la industria musical?.

– si te soy sincero, antes no quería estar en la industria musical, sino que, antes quería ser actor. Algo así como Zack Efron – Se rió ante sus propias palabras. – Un día mis padres me regalaron una guitarra y a la semana subí un vídeo por pura diversión, tocaba la guitarra fatal y ni hablar de mi canto.

– después pasaste a subirlos a YouTube. – Continúe.

– Exacto. – me sonrió. – pero en ningún momento lo vi como un trabajo, desde que empecé a tocar la guitarra me encanto y me adentré tanto en la música, que lo comencé a amar sin darme cuenta. – explicó.

-Ese talento te llevo a donde estás ahora, ¿te gusta eso?.

– Todo lo que está sucediendo en mi vida es una locura. Todo empezó en mi habitación, luego llegó MAGCON a mi vida, que fue un gran impulso para mi carrera, sin importar que no la pasaba de del todo bien allí pero sé reconocer que gracias a ese tour estoy aquí. Desde mi primer Vine todo se convirtió en un carrusel de locuras. Gracias a eso hago lo que más me encanta, cada día conozco a muchas personas que me apoyan y me hacen querer mejorar como persona cada día y darles lo mejor de mi. -Sonrió.

– eres muy dulce. – comenté mientras tomaba a Maliboo, la cual intentaba lamerle la cara a Shawn.

Shawn se rió levemente y se dejó lamer la nariz. Agarré a Malibú y la puse en el pasto para que jugara con la pelota, Shawn me miró fijamente.

– ¿Qué pasa? ¿Querías que Malibú te siguiera besando? – Pregunté entre risas.

– no, es solo que me gusta tú risa. – dijo, provocando que mis mejillas se tiñeran de rojo.

Me levanté de mi lugar y caminé hacia donde estaba Maliboo. Pude oír una pequeña risa de su parte y cuando voltee a verlo estaba sonriendo.

– quiero un helado. – dije cuando él llegó junto a mi.

– entonces vamos por uno. – pasó su brazo por sobre mis hombros haciendo que mi nerviosismo se disparara hacia todo mi cuerpo.

– el último que llega a la heladería de la esquina paga. – dije y, antes de que Shawn pudiera reaccionar, me escapé de su suave agarre y comencé a correr con Maliboo corriendo a mi lado.

Escuché los pasos de Shawn a mis espaldas mientras me gritaba cuan tramposa era y sus escandalosas risas mezcladas con las mías. De alguna manera, llegamos ambos al mismo tiempo a la heladería.

Había pasado una tarde increíble junto a Shawn.