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Shawn's P.O.V

—así que este es tu departamento. — habló Skyler al entrar. Sus azulados ojos recorrían todo el lugar con rapidez. En cuestión de segundos ya había recorrido todo el departamento con la mirada.

—así es. —respondí mientras caminaba con las manos en mis bolsillos.

Sentí como dos pequeñas manos me empujaban y sin remedio alguno, caí de cara sobre el sillón. La risa de Skyler inundó toda la habitación y sonreí ante la dulce melodía que eso producía. Me senté y la observé reírse.

—oh, así que te parece divertido esto. —ella siguió riendo un poco más. —a mi no me da gracia.

—pero te dió gracia cuando me empujaste a una fuente y me moje de pies a cabeza. —oh, cierto, la había tirado a una fuente solo porque ella fingía estar enojada conmigo.

—eso es diferente. —dije con un tono inocente en la voz. Ella caminó hasta quedar parada junto a mi.

—no, no lo es. — sonreí ampliamente cuando sus manos se colocaron a los costados de su cadera, la tomé de sus muñecas y tiré de ellas logrando que ella cayera sobre mi. —¡hey! ¿por qué hiciste eso? —adoraba ver como su ceño se fruncía.

—porque quiero y puedo. —mi rostro reflejaba arrogancia y el de ella enfado. Eramos un completo cliché.

Sus ojos estaban fijos en los míos y mentiría si dijera que no me perdía en las profundidades de sus ojos azules, tan claros y hermosos como el mar. A veces creía que sus oceánicos ojos podrían, al igual que el mar, ocultar tantos secretos que nunca podría acabar de conocerlos. Y para ser sincero, me aterraba el hecho de nunca llegar a comprenderla y conocerla realmente, y solo había una explicación para ello, pero me negaba a aceptarla.

—baila para mi. —pedí aun perdido en sus ojos.

—no. —negó y su expresión cambió rápidamente a una expresión confundida.

Sé que mi petición había sido de lo más inesperada y extraña pero, aunque no sabía como me había atrevido a pedirlo, estaba totalmente seguro de que simplemente quería verla bailar.

Una vez la había visto bailar cuando ella creí estár completamente sola en el estudio, la pasión y sentimiento que le puso a cada uno de sus movimientos me habían atrapado de una manera inimaginable. Creo fielmente que no hay nada más hermoso que ver a una persona haciendo algún arte —ya sea cantar bailar, pintar, tocar un intrumento— con el corazón.

Ese día Camila me encontró mientras la espiaba y, aunque nunca lo admitiriamos en voz alta, ambos la habíamos espiamos por algunos minutos hasta que Skyler acabó el baile y luego fingimos que recién llegábamos al estudio. Esa misma tarde Camila me había afirmado que Skyler me gustaba y que no intentara mentirle, que ella había visto en persona la forma en la que yo la observaba bailar.

Esa misma tarde ambos nos peleamos porque ella no aceptaba que yo dijera que la pequeña de ojos azules no me gustaba y que lo único que yo podía sentir por ella era admiración. Claro que esa respuesta no le había agradado a Camila y se propuso mostrarme lo contrario antes de que finalizaramos las filmaciones del vídeo. Bueno, creo que realmente lo había hecho.

—dame una buena razón por la que no quieres bailar. —los ojos de Skyler recorrieron rápidamente todo el lugar.

—porque no tengo música, no me gusta bailar sin siquiera una melodía. —debía de aceptar que ella había dicho una buena excusa. Lástima que se la había dicho a la persona equivocada.

—eso puedo solucionarlo. —sin decir más, caminé hacía el piano que estaba perfectamente acomodado frente a la ventana y lo volteé en dirección a Skyler.

Roses- Shawn.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora