Es muy lindo despertarse con tiempo, poder tomar una refrescante ducha, arreglarse sin prisas y desayunar tranquilamente pero claro soy Clarisa Evans y eso JAMÁS me sucede a mi.
Como siempre voy tarde al instituto, hoy es un día nublado aquí en Denver, Colorado y sospecho que lloverá más tarde; ¿por qué no habrá sonado mi alarma? Ahora mismo me ahorraría las prisas.
No sonó quizás.... ¿por qué lo aventaste contra la pared el día anterior?
Cállate conciencia y al parecer mi querida madre -nótese el sarcasmo- no pudo despertarme antes de irse a su trabajo.
Me arregle rápido y cuando estuve lista baje rápido las escaleras, ni siquiera tuve tiempo para desayunar, así que tome las llaves de mi casa y salí corriendo hacia el instituto.
Hoy Bruce, mi novio, no pudo pasar por mi porque haría unas cosas antes de ir a la instituto y llegaría después del primer receso así que ahora tengo un largo camino que recorrer ya que no vivo muy cercas del instituto que digamos, y como tengo la mejor suerte del mundo olvide el paraguas por si llovía más tarde porque el clima que hacía me daba muy mala espina y ruego porque mis plegarias sean escuchadas y no llueva por el momento.
Sonó un gran trueno y el cielo se iluminó por un rayo.
Y con eso, comenzó a llover.
—¡¿Enserio?! —grité mirando hacia el cielo. Se notaba que mis plegarias fueron escuchadas, empecé a correr más rápido porque la lluvia aumentaba cada vez más pero aún así ya tenía toda mi ropa mojada, por suerte tenía un cambio de ropa en mi casillero del instituto.
Escuche el ruido de un auto en marcha a lo lejos pero no le tome importancia, comencé a bajar un poco mi velocidad porque ya estaba cansada y no tengo una muy buena condición física que digamos y si a eso le agregamos la fuerte lluvia, no resulta una buena combinación.
Cada vez escuchaba más cercas un automóvil y justo iba pasando al lado de un charco.
Qué suerte tengo pensé para mis adentros
Era obvio que me iba a mojar más de lo que ya estoy así que en lugar de hacerme hacia la orilla como cualquier persona lo habría echo simplemente, cerre mis ojos con fuerza esperando el momento que nunca pasó.
Abrí la ojos y gire hacia mi izquierda, vi un auto estacionado al lado mío que reconocería en cualquier lugar, la ventanilla del copiloto bajo y me encuentro con nada más ni nada menos que con Tyler Hill, el mejor amigo de mi novio y una de las personas que más detesto.
—¿Que hace la princesa mojándose bajo la lluvia a mitad de la calle? —mientras lo decía tenía su típica sonrisa "conquistadora" que a muchas les encantaba pero a mí no, pasé por alto el hecho de que me llamó princesa cuando ya le he dicho millones de veces que no me diga así
¿Por qué? Simple. Es el mejor amigo de mi novio y, ¿dónde antes se ha visto que tú mejor amigo le diga "princesa" a tú novia? Aparte solo me llama así cuando Bruce no está presente.
—Cierra la boca Tyler —le espete molesta porque ya es mucho que esté bajo la lluvia mojándome toda con el riesgo de pescar un resfriado y todavía tener que soportarlo a el.
Ni siquiera se que hago hablando con él mientras yo me sigo mojando.
Soltó su típica risita que siempre salía cuando estaba conmigo y hasta la fecha no lo he escuchado con otras chicas. —Ay princesa, mejor sube antes de que te mojes más y te de un resfriado aunque lo más probable es que si te de.
¿Por qué no quitaba esa estúpida sonrisa de su cara? Pero tenía razón era mejor que subiera a su coche, aún faltaba mucho para llegar al instituto y sinceramente no me agrada la idea de seguir caminando bajo la lluvia, al parecer no parecía importarle que al subir fuera a mojar todo su preciado auto, deje de pensar más y subí rápidamente al auto, esto solo aumento más su sonrisa.
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El mejor amigo de mi novio
Teen Fiction-No podemos hacer esto -por más que lo deseaba no podía y menos con el. -Claro que si podemos solo hay que arriesgarnos. Volvi a negar. -Eres su mejor amigo y yo su novia no le podemos hacer esto -aunque me dolierá en alma dejarlo era lo mejor ¿no? ...