CAPITULO XXIV

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Querida Clarisa... mi princesa.

Podría empezar esta carta con las típicas palabras de "Lo siento, perdóname, se que fui un idiota" pero eso es algo que ya sabes... todos lo saben y de por si el estarte escribiendo ya es lo suficientemente cliché.

En estos momento me siento tan furioso contigo, y más por lo que acaba de suceder hace unos instantes.

Seguramente pensarás: "¿Tú estas furioso conmigo? Yo soy la que debería estar furiosa contigo porque, efectivamente, fuiste un idiota". Juro que hasta puedo oír tu voz pronunciando esas palabras.

Volviendo a lo anterior, creo que tengo mis razones de sobra para estarlo, o al menos, estas son mis razones.

¿Quieres la verdad? Estoy furioso contigo porque eres capaz de abrirte más con una persona con la cual conviviste solo media hora, que conmigo que me conoces de hace más de 10 años.

Pero te empeñas tanto en decir que no me conoces realmente o su contrario, dices que que sí me conoces, pero que a mi punto de vista crees conocerme de una manera muy errónea, y te lo he repetido ya tantas veces que si me dieran una moneda por cada vez que te lo digo, sería rico.

Y otra vez me desvíe...

Recapitulando, seré la mayoría de cosas negativas que piensas de mi, pero también soy cosas positivas, y tú lo sabes.

Pero no planeo adentrarme en eso. Porque quizás nunca cambie tu forma de verme, y si algún día sucede... no soy capaz de imaginar mi reacción.

Será lo mas tonto que diga, y eso que digo muchas estupidez, como las que dije esa noche. Y aquí en verdad que aplica un 'lo siento', no pienso nada de lo que dije sobre ti. No eres una hipócrita, no eres una puta inocente, y no es tu culpa lo que sucede con Bruce, simplemente es mi culpa y lo reconozco.

Reconozco que lo único que logro con acercarme a ti es lastimarte, cuando mi único propósito al hacerlo es que conozcas una mejor versión de mi, para que me escogieras a mi. Pero cada vez que lo intento, solo logro demostrarte lo contrario.

Te demuestro y de doy las justas razones para que pienses como piensas de mi.

Fui un idiota ante lo que le dije a Evan, no debí hacerlo.

Mis acciones fueron muy idiotas y repercutieron en Jane, por algo que quizás cuando leas esto ya lo sabrás, o quizás no, quien sabe. Ustedes se cuentan todo.

Y por último, fui y soy, con todas sus letras y en mayúsculas, un gran imbécil contigo. Yo soy el que se cree un puto inocente, yo soy el celoso, yo soy el hipócrita, yo soy el que ha engañado a Bruce porque tú desde el inicio has marcado tu línea, la misma línea que a mi me encanta traspasar.

Pero, me duele saber que sufres, o al menos quiero hinchar un poco mi ego y creer que sufres por mi, asi que tú ganas princesa. Te dejaré en paz. Dejaré en paz tu relación, tu vida, tu estabilidad, tu todo.

Al menos me siento conforme de que luche con todo lo que tenia, o al menos con su mayoría, pero tan siquiera no me quede con la duda del "que hubiera sido".

No obstante, lastimando aun más mi pobre ego, si me quede con el: "que hubiera sido si no fuera un imbécil".

Te dije que te apreciaba, y era verdad en su mayoría, pero lo que realmente quería decirte esa vez en el lago era que te quería.

Te quiero Clarisa Evans. Y aunque me odies en estos momentos, ahora comprendo y sé, que una parte de ti ya me quería y que en verdad desearía no haber lastimado esa parte, pero no te preocupes, no fuiste la única lastimada. Porque el alejarme de ti sabiendo que te quiero, es lo peor que se puede sentir.

El mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora