Penúltimo capítulo
Clarisa
—¡Clarisa! —exclama con gusto su nana, recibiéndome con los brazos abiertos.
Las manos y piernas me tiemblan expectantes, pero aun así, logro moverme para corresponderle el gesto.
—Tenía tiempo sin verte —continua apachurrándome— Jane me dijo que pasaron algunas cosas que no te permitían visitar a Tyler.
E incluso, a pesar de lo que paso, ellos no me dejaban en mal frente a su nana. Una señora que yo admiro demasiado por la forma que los ha criado como si fueran sus hijos.
Nana es un ser de luz. Que siempre es capaz de dar los mejores consejos o darte los abrazos más reconfortantes. Inclusive reñirte cuando haces mal las cosas; todo ser de luz tiene algo de oscuridad. Aunque sin duda, nana es más de lo primero.
—He venido a ver a Tyler. —me separo de ella.
Noto ligero alivio en su mirada.
—Mira que aunque mis niños no me cuenten todo, soy capaz de darme cuenta de algunas cosas.
—Nana...
—Déjame hablar, mi niña, pero primero pasa que hace un frio tremendo con esta lluvia.
Se hace a un lado para dejarme entrar.
—Adoro hablar contigo nana —paso por su lado— pero necesito hablar con Tyler.
—Y lo harás, solo te pido unos minutos —las arrugas en su rostro se remarcan cuando me sonríe.
Afirmo con la cabeza. Y ella me guía hasta sentarnos en la sala.
—Tyler me conto lo que paso entre ustedes. —me remuevo incómoda—. No te avergüences, linda. Que, aunque pienso que las cosas pudieron hacerlas mejor, me alegro que se hayan encontrado en esta travesía. Toda una historia digna de película romántica adolescente.
Ríe cómplice, y siento mis mejillas arder.
—Aunque mi niño estos días ha estado decaído... —baja la voz, dejando claro lo que intenta.
—Las cosas no están bien entre nosotros —confieso soltando un suspiro—. Hice algo que no debía. Hice todo mal, en realidad. —agrego.
—La vida está llena de errores Clarisa. Lo bueno es que aprendemos de ellos.
«Sin embargo, pareciera que yo no aprendo de los míos.»
Me es inevitable no soltar una lágrima. Ella, gentilmente, la remueve.
—Si estás aquí... —guarda silencio por un minuto, con la mano aun en mi mejilla— es porque has pensado mejor las cosas y quieres hacer la diferencia.
Asiento, pues soy incapaz de formular algo.
—Tyler es un buen muchacho. Igual que Bruce —agrega de repente— los conozco a todos desde jóvenes, y cada uno de ustedes, es bueno. Pero como dije, todos cometemos errores.
—¿Y si el error no tiene solución? —mi voz se quiebra un poco al final.
—Los años con mis niños me han dado el derecho a decir que los conozco como la palma de mi mano —toma mi mano y da ligeras palmaditas— y aunque muy informada de lo que paso no estoy... —me mira ofendida— Conozco a mi niño, y si le hablas con la verdad, todo saldrá bien.
¿Hablar con la verdad? No parece tan complicado...
—Tienes buenas palabras nana.
Se encoge de hombros antes de levantarse. —Ahora ve con Tyler y arreglen sus problemas de pareja.
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El mejor amigo de mi novio
Ficção Adolescente-No podemos hacer esto -por más que lo deseaba no podía y menos con el. -Claro que si podemos solo hay que arriesgarnos. Volvi a negar. -Eres su mejor amigo y yo su novia no le podemos hacer esto -aunque me dolierá en alma dejarlo era lo mejor ¿no? ...