Mi Primer Amor •Otayuri•

Drama

-Señor Nikiforov yo -Jean aclara su voz- yo, perdí a su hijo y ahora no se en dónde está, Agggg.

Agitó su cabello desesperadamente, JJ se encontraba fuera de la mansión Nikiforov, ensayando un convincente discurso para decirle a Viktor que Yuri sólo se fue. No es que fuera su culpa, el rubio fue el que huyó.

¿Que podría ser tan malo?

-Ufff -exala- esta bien, son las 3 am, tengo que hacerlo.

Entró a la mansión, tocó a la puerta, estaba bastante nervioso.

La puerta se abrió de golpe y unas manos fuertes lo tomaron de la playera y lo jalarón bruscamente  hacia adentro.

-Tienes exactamente 5 minutos para explicarme por qué Yurio no viene contigo y por que carajos llegas tarde -habló el peliplateado con un tono de severo enojo-.

~Mierda.

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Pasaron horas conversando, Yuri comenzaba a notarse cansado pero este quería seguir hablando con el kazajo.

-Wow, te vez algo cansado, ¿Quieres ir a dormir?.

-Si no es mucha molestia Otabek, te lo agradecería, si vuelvo ahora a casa es probable que no pueda salir jamás -el rubio dejo escapar una carcajada-.

-¡Claro! Ven.

-Si pudiera ser en tú cama mejor -murmuró yuri con una cara de seductor-.

-¿Dijiste algo? -otabek lo mira dudoso-.

-Am, no.

-Está bien, sígueme.

Entraron a la casa, un lugar muy cálido y grande, al parecer Otabek tenía buenos gustos ya que esas paredes color crema con toques salmón resaltaban de manera espectacular.

Subieron por las escaleras al segundo piso donde había un lago y angosto pasillo, dando vuelta a la derecha había  cuatro habitaciones.

-Esa del fondo es mía Yuri, puedes quedarte en esa que está alado.

El kazajo lo acompaño asta aquella habitación, con cuidado dio vuelta a la perilla dejando a la vista el hermoso lugar.

La habitación era color lila con castillos blancos, cada esquina de la pared tenía una serie de luz color blanca la cual resaltaba perfecto, aún costado había una habitación más, era el baño con ducha, por último la hermosa ventana con forma de arco la cuál se veía tenue con aquellas cortinas doradas, esta estaba justamente en frente de la cama de cuatro tubos con cortinas color jade (como las camas de las princesas de los cuentos), a cada lado de la cama la adornaba un buro, cada uno con una lámpara, junto a la puerta del baño había un gran espejo ovalado, sus orillas eran color plata, la habitación a pesar de tener aspecto femenino lucia espectacular, como lista para que alguien realmente especial habitará en ella.

-Wow.

-¿No te gusta? -se percató el kazajo-.

-No, yo, es decir. Me encanta, es muy hermosa Otabek, ¿No es de tú novia o algo así?.

-No tengo novia yuri -dice algo sonrojado- me gusta mucho decorar cosas, me pareció perfecto el color y las demás cosas, esta será tu habitación cuando vengas a visitarme. 

-No podría aceptarla -se sonroja-.

-Por favor -interrumpe-. 

-Está bien, eres muy amable, Beka.

-No es nada, Yura.

-Bueno, gracias por todo, asta mañana.

-Que descanses -finalizó el kazajo cerrando la puerta del ruso-. 

Yuri se recostó el la cama, recostó su cuerpo bajo la colcha color lavanda, mientras suspiraba ~BEKA~.

Otabek tenía una sonrisa palmada en el rostro, antes de cerrar la puerta de au habitación, aquel nombre rondaba su mente ~YURA~.
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-Y solo corrió, trate de alcanzarlo pero cuando menos, me di cuenta de que estaba arriba de la motocicleta de aquel idiota.

-¿QUE IDIOTA?

-El kazajo con el que se fue.

-¡MALDITA SEA!.

-Viktor calmate -dice Yuuri-.

-¡AH NO!, ¿COMO QUIERES QUE ME CALME SABIENDO QUE MI PEQUEÑO ESTA CON ESE IMBÉCIL KAZAJO?.

-Viktor, Yuri tiene 16 años, es normal que se porte así y con más motivos cuando tú eres un padre exageradamente dramático.

-Entonces, que se supone que hagamos, ¿Esperar a que regrese?.

-Sera lo mejor, ya que no contesta el célular.

-Está bien yuuri -Viktor hacia pucheros mientras que recostaba su cabeza en el pecho de Yuuri al mismo tiempo que dirija una miarada sutil al canadiense. 

-Ayúdenme -susurra JJ intimidado por Viktor.
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Prometo continuar si la depresión no me consume ;-;.

A la mierda la depresión, volveré.