Justo cuando Otabek y Yuri mantenían la mejor relación amorosa, Otabek desaparece un día, sin dejar ningún rastro, ningún indicio, ninguna señal. El tiempo pasa y los años tambien, solo la vida podrá decidir si Yuri sera capaz de reencontrarse con a...
-Viktor, piensalo, tiene meses que no veo a Yurio hací de emocionado, pronto cumplirá 17, si en verdad lo amamos debemos respetar su decisión -levanta el mentón de su pareja mirándolo a los ojos, depositando un beso en la frente-. . . . Hogas más tagde *asentó francés*.
La cena fue todo un éxito, al principio algo incomoda ya que Viktor hacía todo para incomodar a Otabek, tiempo después y tragos demás Viktor se suaviso debido a que estaba ebrio, al finalizar la cena Yurio por fin llegaría con Otabek a casa.
-¿Desempacamos? -dice él kazajo-.
-Nah, mejor hay que dormir.
-Ahh, ¿Yura?.
-Si guapo -le dirige su típica mirada acosadora-.
-¿Estas ebrio?.
-Nah haha.
-Yura ven voy a llevarte a la cama.
-¿A la tuya amor?
Otabek se sonrojo al sentir al rubio lanzarse sobre él.
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Aquel beso, sus labios eran jodidamente suaves, su lengua daba vueltas dentro de su boca haciando que Otabek perdiera él control, queriendo más.
-Yu-yura ghmm..
Simplemente ese beso lo volvía loco.
-Yura, basta -separándose de él muy exitado-.
Yurio se quedo en seco, no podía creerlo Otabek lo había, ¿Rechazado?.
-Yo..yo.. Lo siento -él rubio comenzó a llorar- se que te doy asco, lo siento, pero me gustas tanto, estas tan hermoso, no puedo resistirme.
Otabek no pudo asimilar, "Pero me gustas tanto" "estas tan hermoso".
-No es eso Yura, no, por favor no llores pequeño -consolando al menor en su pecho- tú igual me gustas, me encantas, pero quiero que vallamos en serio, no quiero hacerme falsas ilusiones que cuando ya no estés ebrio me evites, no me das asco. Admito que eres encantador, tienes un rostro perfecto y unos ojos que wow, no creí que fuera a gustarte.
El rubio lo miró, sus ojos eran más que perfectos.
-Ven, te llevaré a la cama -dando un beso en su frente-.
Otabek tomó al rubio entre sus brazos, cargándolo escaleras arriba asta su habitación, él rubio se aferraba a él pasando sus brazos por su cuello como si jamás quisiera soltarse.
-¿Te parece si duermes conmigo esta noche?.
Él menor asintió con la cabeza.
Legando a la habitación él kazajo lo recostó en la cama, le quito los zapatas y lo tapó, se quedó un momento observando su pequeño y hermoso cuerpo para después recostarse junto a él.
Se acostó dándole la espalda, segundos después decidió voltear para mirar la cara del ruso. Era perfecta, lo abrazo haciendo que quedara junto a su pecho, llenando sus fosas nasales con su encantador aroma a caramelo.
Esa noche sin duda fue la mejor de todas.
Y así comenzó una nuevo etapa en la vida de estos dos.
. . . .
¡Feliz año nuevo chicas! Muchas gracias por leerlo y no abandonarme en él tiempo que estuve ausente.
Las quiero, pronto actualizare más, esta vez se viene lo chido (͡° ͜ʖ ͡°). -Kath.
