SIETE

202 20 1
                                    

Tome un colectivo a larga distancia que me deje cerca del lugar donde me llevo Manuel, había quedado fascinada con semejante lugar. La noche anterior busque como llegar, marque un mapa y prepare la cámara. Tenía ganas de recorrer más el lugar.

Tomé el primer colectivo que salia temprano, así podía aprovechar del día y recorrer la mayor parte del lugar. Cuando me senté me puse los auriculares y deje que la música sea mi compañera.

Cuando el colectivo salio de la ciudad, cuando lo único que nos rodeaba era campo. Pasamos por un pequeño pueblo, el pueblo por el cual pasamos con Manuel y el me contó un poco de su historia. Sabía que ya tenía que bajar, así que me prepare.

Coloque mi mochila sobre mis hombros, me acomode bien la ropa y me ate bien los cordones para una larga caminata. Camine entre las pocas personas que había en ese momento en las calles del pueblo. Los perros jugaban con los caballos que andaban sueltos. Los nenes corrían, las mujeres barriendo las vereda o colgando la ropa. Los hombres supongo que estaban trabajando, he visto muy pocos.

Dejaban de hacer las cosas que hacían cuando pasaba por al lado de ellos y solo me observaban. Fui hasta la parada del autobús que pasaba cada dos horas por el pueblo, le pregunte a un hombre hace cuanto paso el último y tuve la suerte que ya tenia que llegar el otro.

Cuando me tome el segundo autobús me quede cerca de la puerta para poder bajar, solo eran veinte minutos de viaje. Ahí estaba, ante mis ojos, el cartel con el cual me guié el día que vine con Manuel.

Empece a caminar, saque mi celular del bolsillo de mi pantalón y ya no tenía señal, así que lo guarde en el bolsillo de mi mochila. La cámara estuvo en todo momento en mis manos, capte paisajes hermosos. Estaba enamorada de ese lugar, del lugar que teníamos en común con Manuel.

Deseaba a cada minuto que Manuel estuviese en ese momento conmigo. Ni el ni nadie sabía que estaba acá, quería hacer una aventura sola, animarme a lo nuevo.

Cuando estaba llegando al lugar especifico que me llevo Manuel, al del árbol caído me lleve una gran sorpresa. Estaba el auto de Manuel, me acerque corriendo pero el no estaba ahí, solo su auto, hasta que escuche risas, risas que venían del otro lado de lo que quedaba de una casilla. Fui despacio, sin llamar la atención. Saque mi cámara para usar el zoom como unos binoculares.

- Manuel - susurre despacio.

Manuel estaba con otra chica en un pequeño lago, nadando juntos. No se quitaban la mirada de encima, Manuel no dejaba de sonreír, Manuel beso su frente, Manuel beso sus labios y luego la abrazo. Salí corriendo, no deje de correr, no mire para atrás en ningún momento, solo corría como en las películas de terror.

Era de noche cuando llegue a mi casa, estuve horas esperando ambos colectivos. Tarde mucho más de lo que imaginaba.

- Hola - grite apenas cruce la puerta - llegue.

- Hija - la voz de mi madre salía de la cocina.

- Me voy a dar una ducha - le dije acercándome a la puerta.

Estaba subiendo las escaleras cuando escuche a Agustín y Manuel. Podía escuchar lo que hablaban en el living.

- ¿Y donde estuviste hoy? - le pregunto Agustín.

- Salí a dar una vuelta - contesto él - estoy cansado no doy más, pero seguiremos planificando la obra.

Subí corriendo hasta mi habitación, me di un baño y me recosté. El cansancio fue más fuerte que yo y me dormí.   

[Capitulo corto]

El Amigo de mi Hermano  "ADAPTACIÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora