No te vayas

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*Sebastian*
El silencio imperó en la estancia.  Los chicos y yo estábamos cocinando lo que comeriamos el día de hoy, cuando noté que Nate estaba junto a mi y no con Mia.
-¿Y ese milagro que no estas con Mia?- pregunté al tiempo que busque a la chica con la mirada. No estaba en ninguna parte para ser encontrada. 
De pronto un mal presentimiento me abordo. -Nate, ¿dónde esta Mia?-pregunté conmocionado . Nate se giró a mirarme con pasividad. -¡¿Donde carajos esta?!-grite perturbado. Donde nos encontrábamos haciendo las carnes, estaba un poco retirado de la pileta, así que no era fácil tener un rápido acceso a ella.
-Estaba en la pileta- dijo a continuación. Vote el tenedor para la carne y salí echo una furia hacia la pileta . Solo había dos personas en la pileta, una con sonrisa malévola y triunfal,y la otra con el cabello rubio disperso en la pileta. 

-¡¿Qué carajos haces Thea?!

Sin pensarlo un segundo más me lance al agua, sin siquiera sacarme los zapatos. El miedo se apoderó de mi. ¿Y si le había pasado algo?
La saque de la pileta, no pesaba ni un gramo y para mi desgracia, y aumentando mi preocupación, no estaba consciente. La deposite con cuidado en el pasto. Mia, por favor
-¡Nate!- grite con desesperación.  -Trae a Seth- me quité la playera y la puse con cuidado detrás de su cabeza.
-¿Qué ha pasado?- dijo Nate consternado. -Sebastian, dime que paso- comentó con nervios.
Comencé a hacerle RCP con todo el miedo del mundo.
-¡Carajo, ve y haz lo que te digo!- comandé pero Aspen ya se había adelantado.  Seth y Sam venían corriendo a toda prisa.
Comencé a hacerle las compresiones y posteriormente a darle respiración boca a boca.
Los segundos parecieron horas. Mia no parecía querer despertar y el miedo me abrazaba cada vez más y más. De mi dependía si ella se salvaba o no.
-¿Qué pasó?- preguntó Seth poniendose a su lado. -Sebastian- me llamo.
-Thea- comenté nervioso concentrandome en ayudarle. En este momento estaba apurado, no quería saber nada más. Necesitaba, deseaba ayudarle. -¡Vamos Mia!- dije siguiendo con las compresiones.  -Respira- me agaché a sus labios y le di respiración boca a boca. -¡Respira!- exigí de nuevo con los nervios a flor de piel.  No quería que se fuera, no así de fácil. -¡Vamos!- dije de nuevo haciendo compresiones.  -Por favor- dije como un niño pequeño; sentía su vida entre mis manos y daría todo de mi por salvarla.  Todos me miraban con expectación pero lo único que yo quería era que aquellos lindos ojos verdes me miraran y se enojaran cuando era un completo estúpido. No quería que su historia, que lo que fuera que fuese nuestra historia acabará tan pronto. -¡No te vayas!- apliqué toda mi energía en aquella comprensión.  -Vuelve- sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas.  -No puedes irte- y entonces sentí su cuerpo moverse levemente. Posteriormente, comenzó a escupir toda el agua contenida en la garganta. Sus ojos se abrieron como platos y entonces al fin me deje caer levemente, chocando mi espalda contra las pantorrillas de alguien, exhausto. 
-¿Sebastian?- articuló mirándome expectante. La había salvado. Lo había hecho.
-¿Cómo estás?- dijo Nate agachandose a su lado. Maldito. -¿Te encuentras bien?- pero Mia no quitaba sus ojos de encima mio. La mirada de Mia James era toda para mi. Le sonreí amablemente, o por lo menos intenté que fuera una sonrisa. Una lágrima rodó por mi mejilla y la limpié rápidamente.  Y fue en aquel momento que Mia se echó a mis brazos, abrazándome con fuerza, o por lo menos con todo lo que ella tenia.
-Gracias- dijo. -Gracias por salvarme- se separó lentamente y me miró con agradecimiento y con un brillo en los ojos que no le había visto cuando hablaba conmigo.
Ahora solo faltaba una cosa. Me puse en pie y me dirigí hacia donde Thea estaba.
-¡¿En que demonios pensabas?!- No había perturbación en su cara, no había rastro de arrepentimiento alguno. Era plenamente consciente de lo que había hecho y estaba feliz con lo sucedido.
-En nada- dijo finalmente. Seth, Samantha y Aspen venían a toda prisa.
-¡¿Qué te pasa?!- comentó Samantha echa una furia. -¿Cómo pudiste hacerle eso a Mia?- preguntó enojada. -Te advierto una cosa Thea, no te quiero cerca de esta casa y aun menos de Mia, ¿entiendes?- la escudriñó con la mirada.  -Te veo a escasos diez metros de ella y te juro que no respondo- le fundió el dedo en el pecho. -Eres una maldita loca- estaba roja de la ira. -Es mi hermana y donde le vuelvas a poner un dedo encima o te atrevas si quiera a mirarla, te destrozo- jamás había visto a Samantha así.  -Así que eres bienvenida a largarte de la casa- sentenció con la mirada.
-¡Mi niña!- gritó la madre de Mia entrando despavorida al jardín.  -¿Qué ha pasado?- se arrodilló junto a ella.
-¿Sabes que?- dijo Samantha mirando a Thea. -No vas a salir tan fácil de esta- Thea miró esta vez con miedo a la chica de cabello obscuro. -Papa, llama a la policia- Hayes y August llegaron a tomarla por los brazos mientras el padre de Samantha llamaba al oficial.
-Creo que la madre de Mia debe conocer a la razón por la que su hija sigue con nosotros- dijo Seth mirándome. Estaba perturbado, no sabía que Thea fuera capaz de semejante locura.
Nos encaminamos hacia la señora James quien repartía besos en la frente de su hija.
-El fue el que me salvó mama- dijo en una queda y apenas audible voz. El agradecimiento en sus palabras era tan puro que apenas y lo concebía real.
-Muchas gracias...- la madre de Mia dejo la oración en espera de que yo dijera mi nombre.
-Sebastian Rothcild- extendí mi mano a modo de presentación.  La Señora James inmediatamente agitó mi mano. - Y no hay nada que agradecer, era lo menos que podía hacer- dije.
No había mejor pago que la sonrisa agradecida de Mia y saberla viva, saber que nadie había sido capaz de arrebatar su vida así nada más porque se le antojaba.
-Es mucho que agradecer Sebastian- dijo mirandome. -Mi hija esta viva gracias a ti- sonrió mostrando las pequeñas líneas de expresión alrededor de sus ojos.
-Es un héroe- dijo la queda voz de Mia extendiendo su mano hacia mi. Inflé mi pecho victorioso.  Eso era lo mejor que podía recibir. -Y a los héroes no lo hacen por un reconocimiento- me guiñó un ojo y en ese momento, pude respirar de nuevo. -No se que hubiera hecho sin ti- dio una leve apretón a mi mano.
-¿Te sientes mejor?-  dijo Holly con una cara de pánico establecida en su delicado rostro.
-Gracias Holly- contestó Mia asintiendo.
Las patrullas llegaron, era el tiempo de Thea de pagar.
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¡Hola queridos lectores! Veo que comienzan a pasarse más para leer por aquí pero de verdad me gustaría que comenzarán a comentar y a votar y a hacer recomendaciones a la hora de estar leyendo la historia.  Un poco de feedback o de saber si les gusta la historia seria bastante interesante y lindo para mi, no olviden seguirme y pasar la historia a más.
Atentamente: RennieD🌸

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