Algo más

2 0 0
                                    

-Sam, no- escuché su voz ofuscada. -No me gusta. No siento nada por ella- Ouch.  -Solo soy amable con la hermanastra de mis amigos; eso es lo que ella es para mí - La hermanastra de mis amigos.
Sentí la imperiosa necesidad de tirar la pizza al piso y largarme de aquel lugar; me sentí defraudada y desilusionada con respecto a Sebastian. 

Hasta la última media hora había creído que tal vez le caía bien a Sebastian; la forma en que me trató, brusca de cierta manera, pero amable. Las pequeñas bromas que había hecho en el camino, pero me di cuenta que simplemente era porque me veía como la hermanastra de sus mejores amigos.

Les dije que si querían ver una película pero me senté lo más apartado de el posible y evite en todo momento cualquier tipo de contacto con el. En repetidas ocasiones me hizo alguno que otro comentario pero en todo momento solo asentí o negué con la cabeza, negándome siquiera a entablar una conversación. 
-Debo tomar una llamada- dijo Samantha sonrojadose levemente.
-¿Harrison?- preguntó Sebastian burlonamente pero mi hermanastra ya había desaparecido danzando por el pasillo.
-¿Qué tal tu primer día de clases?- preguntó Sebastian con una sonrisa. ¿Ahora querías hablarme? Si para ti solo soy la hermanastra de tus amigos. -¿Mia?- llamó mi atención. 
-Ah, bien- dije indiferente. Sebastian me miró con los ojos hechos un par de rendijas.
-¿Todo bien con tus profesores?- asentí con la cabeza. -¿Y qué tal tus compañeros?- encogí mis hombros. No quiero hablar contigo. -Mia, ¿Esta todo bien?- lo ignoré.  -Mia, hey- Aquí viene la verborragia.
-¿Para que quieres saberlo?- lo miré enojada. -¿Por qué te importa entablar una conversación conmigo?- Sebastian estaba atento. -Si soy simplemente la hermanastra de tus amigos- Sebastian me miró como si estuviera inventando las cosas. -No me mires así Sebastian, no me mires como si estuviera loca- lo sentencié. -Te oí, nadie me lo dijo- su piel se puso cenicienta. -Y no, no quiero gustarte ni nada parecido, pero el "solamente quise ser amable con la hermanastra de mis amigos " se siente horrible- sentía mi sangre hervir. -Soy más que eso, soy Mia James. Soy una persona independiente a Seth y Sam. Si solo fuera la hermanastra de tus amigos no me hubiera metido en una pelea con unos animales como esos a defenderte- lo miré.  -Y no, no es un reproche, es simplemente que estoy harta que me veas...- me abrazó así sin más. Rodeó mi cuerpo con sus largos brazos y me atrajo hacia el. -Ah no no no, no creas que soy como la mayoría de las chicas tontitas de la escuela a las que simplemente vienes y encantas con tus dones carismáticos y puedes tratar como una vil porquería y lo arreglas sonriendoles como todo un Don Perfecto- No me dejo terminar.
-Mia- dijo suavemente cerca de mi oído.
-No, ¿crees que el llamarme...-
-Mia- volvió a repetir con cansancio en la voz.
-Tu crees que todo puedes arreglarlo así como si...-
-¿Quieres callarte?- me dejó enmudecida. -Gracias- respiró profundamente. -¿Así que todo un Don Perfecto con dones carismáticos? - dijo de manera orgullosa.
-Callate- dije con los dientes apretados. No estaba para bromas y menos para su altanería. 
-¿Puedo explicarte lo que paso?- pidió amablemente. Callé nuevamente y el tomó aquello como una señal para que siguiera hablando. -Sam puede llegar a ser muy molesta cuando se trata de juntar a una persona con otra. Ella cree que yo gusto de ti pero no- ¡Oh gracias!-No de esa manera- dijo advirtiendo mi ceño fruncido. -Eres una chica increíble, divertida, valiente y a veces un poco parlanchina- sonrió de lado. -Me gustas como amiga, pero Samantha cree que tengo sentimientos como algo más por ti- hizo una mueca. -Y no quiero que se generen malos entendidos, ¿si? En ese momento no pensé las palabras que dije y salieron abruptamente de mi boca- dijo.
-Ese es el problema- comenté entre dientes. -Entre menos lo piensas, más sincero es- dije.
-Mia, porfavor- pidió.  -Me agradas. No sólo eres la hermanastra de mis amigos para mi- me alejó un poco de el para poderme mirar a los ojos. -Eres algo más para mi- sentí escalofríos recorrer mi espalda. Jamás lo había tenido tan cerca. Eres algo más para mi. Sonaba tan cierto y tan diferente. No se si era por la forma en que lo decía pero sentí mi corazón acelerarse. -Hace un rato que te vi defenderme contra esos bravucones, no se, ¡me volaste la mente!- dijo con una sonrisa. -Nadie se había preocupado jamás tanto por mi como tu lo hiciste hoy; nadie se había metido en una pelea por mi, menos una chica- río levemente y volvió a posar sus ojos en mi. -Eres increíble Mia James- me sonrojé levemente.  -Y obviamente te considero un ser independiente a Seth y Sam. Te considero en este momento como Mia, mi amiga- calló. El silencio se hizo denso y solo se alcanzaban a percibir nuestras respiraciones, aunque por un segundo pensé que podía escuchar los latidos acelerados de mi corazón.  No sabía que decir, ni siquiera sabía porque me sentía de esta manera; pero la manera en que Sebastian me miraba en ese momento silenciaba todas las dudas que se generaban en mi mente, y entonces me perdí en su mirada, obscura, gentil y sincera. -Te quiero Mia- pronunció levemente haciendo que mi corazón se encogiera.  No sabía que responder, ni siquiera como actuar. Estaba nerviosa y simplemente sonreí de igual manera.  -Este es el momento en el que tu también dices:"Te quiero Sebastian" y confiesas que te enamoraste de mi desde que me conociste- se apartó definitivamente de mi con una enorme sonrisa dibujada en el rostro.
-Oh, callate- reí y luego lo miré fijamente.
-¿Entonces ahora si platicarás conmigo?- preguntó enarcando su ceja.
-Creo que si- apreté los labios. Sebastian se río y me tomó de la mano para llevarme con el hacia el sillón.

Mi destino eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora