*MIA*
Prontamente mis vacaciones culminaron y era momento de que las clases comenzarán de nuevo; si, clases, libros, maestros regañones y amargados y las horribles tareas. Nunca había sido de las chicas que odiaban del todo ir al colegio pero simplemente esta vez todo era distinto, esta vez sería yo la nueva y recién llegada.
-¿Lista munchkin?- dijo Samantha entrando a mi cuarto con la mochila colgada sobre un hombro. Últimamente había tomado la costumbre de llamarme así después de ver una película alemana en la que así llamaban a la protagonista alegando que me parecía a ella.
-Sinceramente no Sam, tengo nervios- dije mirándola con el miedo escrito en el rostro. -No me gusta iniciar de cero- la miré. - O sea, nunca he sido una chica popular, es más en Los Angeles ni siquiera tenía tantos amigos, solo tenia dos- me mordí el labio pensando en Jane y Scott, las únicas personas que habían estado de alguna forma conmigo en las altas y bajas. -Imagínate aquí siendo la niña nueva- negué con la cabeza. -Si Thea intentó ahogarme al día de conocerme, no imagino la reacción de los demas- Sam negó levemente.
-Munchkin, tienes a la hermana más genial de la escuela- dijo acomodándose el cabello encima de los hombros. -Yo me aseguraré de que te traten bien- sonrió levemente. -Además, Thea porque esta loca pero de seguro a los demás les encantaras- despeinó mi cabello de forma cariñosa. -¡Vamos! El gran día espera por ti- me sacó de mi recámara prácticamente a rastras.La mañana era fría, tan fría que a la hora de salir de la casa y hablar entre nosotros y Martin, el vaho no se hizo esperar mientras que nuestras manos se encontraban heladas y casi congeladas debido a las bajas temperaturas.
Después de unos buenos minutos de tráfico y de escuchar el constante parloteo de mi hermanastra sobre la escuela, al fin llegamos a la famosa, aclamada y adorada escuela de mi hermana.
-Aquí estamos- dijo Samantha con una sonrisa en los labios. Stuyvesant High School -¡Despierta idiota!- gritó a Seth quien tenía los audífonos puestos y los ojos bien cerrados.
-¡Demonios Sam!- dijo ofuscado arrancando los audífonos de sus oídos.-¿Puedes ser un poco más delicada?- se bajo de la camioneta a trompicones agarrando con fuerza la mochila por el aza.
-¿Cuál es su problema?- dijo Sam girando los ojos y bajando de la camioneta. -Vive de malas- comentó. Tu lo molestas -Corre Mia, te llevare a dirección para que te den tu horario pero debo ir corriendo a clase, me toca en el edificio de enfrente- comentó mirándome con urgencia.
Baje de la camioneta y prontamente mi hermanastra me dirigió a lo que parecía ser la dirección.
-¿En qué puedo servirte cariño?- preguntó una señora de edad avanzada al tiempo que alzaba los ojos de la pantalla.
-Es nueva- dijo Samantha antes de que yo pudiera decir cualquier cosa. -Te dejo, voy a clases. Nos vemos en el receso- me lanzó un beso y salió a prisa de la oficina.
-¿Nombre?- preguntó la señora acomodándose los lentes.
-James Mia- dije comenzando por mis apellidos. La señora tecleó rápidamente y unos segundos más tarde sonrió al encontrar mi nombre.
-Aquí está- imprimió una hoja y me la entregó. -Eleanor querida, ¿Puedes ayudarme?- una chica de cabello obscuro y ojos grises apareció unos segundos más tarde. -¿Podrías llevar a esta chica a su salón?- la miró.
-Claro Señora Gillinski- se giró a mirarme. -Mucho gusto, Eleanor Childs- extendió su mano.
-Mia James- la saludé.
-Eres del sur, ¿cierto?- preguntó. La mire con cierto recelo.
-Si, ¿Por?- Eleanor sonrió ante mi reacción.
-Acento- encogió sus hombros. -¿Me permites tu horario?- preguntó. Al momento se lo extendí. -¡Vas en mi salón!- comentó emocionada. -Vamos, el profesor Rolland es bastante cascarrabias- tiró de mi mano y se echó a andar por los amplios pasillos. -Y vamos Mia, ¿que me cuentas de ti? - preguntó con curiosidad mientras se movía con gracia por el pasillo.
-Soy de Los Ángeles, California. Acabo de mudarme aquí apenas hace unas semanas- seguimos caminando. -Me mudé con el nuevo esposo de mi madre y sus hijos Samantha y Seth- Eleanor se paró en seco y me miró.
-¡¿Eres hermana de Seth Killian?!-me miró con incredulidad. Asentí. -Dios mío, ese hombre es guapísimo- dijo volviendo a su camino. -¿No quieres hacer de mi tu hermana?- preguntó causando que una sonrisa brotará en mi rostro. -Es en serio, Seth me ha gustado desde que lo conocí- suspiró levemente.
-Creo que esta soltero- Eleanor hizo una pequeña mueca.
-Claro- dijo sarcásticamente. -Todo el tiempo esta cerca de esa tal Holly- reí para mis adentros. -Siempre alrededor de el como una mariposa, una molesta mariposa- entornó los ojos.-Pero bueno- deje de escucharla en el momento que vi pasar a cierto chico morocho que caminaba por el pasillo.
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Mi destino eres tú
RomanceCuando era pequeña, solía pensar que la primera persona de la cual te enamorabas, era la persona con la que te quedarías, aquella persona con la que vivirias el tan aclamado "felices por siempre". Años más tarde, descubrí que no era así, que conocer...