Capítulo I: ¿VACACIONES?

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Eran las 12.32h cuando Danna terminó su segundo libro en esa misma semana. Estaba cansada de las mismas historias de siempre, las de fueron felices y comieron perdices. Danna ansiaba más emoción, más intriga; siempre se preguntaba que pasaba tras el "y fueron felices y comieron perdices".

-¿Qué haces pequeña? -preguntaba Shayrus-¿Por qué no te acurrucas aquí y vemos una película?

-Puff.. Tú y tus películas de peleas, ya sé de sobra como acaban, ¿por qué no mueves el culo y salimos a hacer algo interesante? - Respondía Danna, aún conociendo ya la respuesta.

-¿Con este calor? Mejor vamos a ducharnos juntitos, y ahorramos agua ¿no?

-Mira mejor me voy a la ciudad, que este pueblo aburrido me tiene amargada. - dijo resignada -Además se te están pegando sus costumbres; ¿cuándo ha sido la última vez que me has sacado a algún lugar que no sea por trabajo?

-Ya estamos otra vez con las mismas historias Danna, cuando te conocí te dije que no soy hombre de cines ni rosas, se me ocurren cosas mejores que hacer en un cine, la verdad sea dicha. Te estás volviendo una quejica - dijo Shayrus sin miramientos.

-Pero ahora es diferente. Tenemos una relación, y eso conlleva hacer ciertos sacrificios el uno por el otro ¿no crees?

-Dan, que yo sepa estamos bien. No le busques cinco patas al gato. ¿O ya te está reclamando el reloj biológico? ¿Estás en esa etapa de querer casarte y tener hijos? Porque yo no estoy preparado.

-¿Qué? Nooo, en absoluto. Sólo que nuestra vida se ha vuelto rutinaria. Somos jóvenes y debemos vivir. Pero no descarto esa vida de hijos más adelante.

-Sigo creyendo que te complicas demasiado, insisto en que estamos bien.

-Pues yo necesito emoción Shayrus, adrenalina, esto se nos está quedando pequeño, ni 'palante' ni 'patrás'. ¿Y si nos vamos de vacaciones? Puede darnos algo de vida a esto, ¿no crees?

-Sabes de sobra que no funcionaría. Mi concepto y el tuyo de vacaciones son muy diferentes. Yo de campo y tranquilidad y tú de ciudad y olor a 'chamuscao'.

-Busquemos un punto común, vayamos a la montaña a hacer puenting, senderismo y escalada. Tú disfrutas de las vistas y la naturaleza mientras yo practico algún deporte de riesgo. Y siento algo de adrenalina porque estoy algo desanimada. Shay, andaaaa...

-Danna, ya hemos tenido esta conversación y sabes como suele acabar, dejémoslo ahí.

Cientos de veces habrían mantenido esta misma conversación. La rutina les consumía, pero aún se tenían amor y eso no les dejaba rendirse. Al menos para Danna el amor dejaba de ser suficiente, y buscaba otras alternativas, para aumentar la chispa, aunque pocas eran satisfechas.

MI SEMENTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora