Dan estaba enfadada, muy enfadada. No entendía como se podían burlar de ella de esta manera. Dos veces la misma semana.
Pero esta vez, lo enfrentaría de otra manera. Ésta vez no se pondría a llorar. Desde que ella recuerda, no ha tenido mucha suerte con los hombres, pero eso iba a cambiar. Al menos sí las consecuencias.
Se lavó la cara a conciencia, se dio un buen baño relajante y se acostó. Necesitaba pensar y tener la mente fría, para enfrentar su situación. Se iba en dos días, pero se iría con buen sabor de boca.
A la mañana siguiente, tras asearse fue a buscar a su amiga para enseñarla la ciudad. Su mirada se volvía melancólica al pasar por los mismos lugares que pasó con James. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre. Mientras le explicaba el plan a su amiga, se sentaron en un pequeño puesto.
-Dan, eso no te pega. ¿Estás segura de lo que quieres hacer?- preguntaba una Alicia confundida.
-Si Lichi, si. Se han burlado de mí todos los hombres, alguno tendrá que pagar. Además, nos vamos ya mañana, y me olvidaré del tema. Tenía una vida antes de ellos. ¿Me ayudarás?
-Vale vale, esto es más de mí que de ti. Pero si mi amiga matase a alguien, yo escondería el cadáver asique estamos juntas en esto.
Terminaron la tarde en un pequeño mercadillo de abalorios, donde se hicieron una pulsera, cada una con el nombre de la otra.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-Janeth, ¿qué haces ya aquí? Te dije que vinieras la semana que viene, ahora estoy un poco ocupado, y no tendré mucho tiempo para ti.
-No seas egocéntrico, James. Sabes que también tengo negocios aquí, entre otros intereses. Pero la verdad es que también tenemos mucho de qué hablar. He oído cosas...
-Janeth, ¿no me harás una escena de celos no? Sabes que ni siquiera somos pareja. Jamás te haría algo así.
-Te lo tienes muy creído eh.. No pasa nada si tienes más amigas, a mí no me importa. De hecho, de eso he venido a hablar. Necesito que dejemos esto que tenemos.
-¡Venga ya! No me digas que te has enfadado por ese par de habladurías sin sentido que te habrán llegado. Nosotros no somos así.
-Estoy embarazada.
-¿Estás qué? Eso es muy bajo incluso para ti. Nosotros siempre usamos protección. ¿Es que me has pinchado los condones?
-Eres un egocéntrico de mierda, ¿me puedes dejar hablar? No tiene nada que ver contigo. Ni con nadie más. Soy una empresaria de éxito, pero tengo cierta edad. Ya he pasado de los 30 años, y tengo buena estabilidad profesional. He decidido ser madre por mi cuenta. Pero no confundas las cosas, solo quería dejar las cosas claras. Ya no estoy interesada en lo que teníamos. Pero en cuanto me llamaste, supe que algo no andaba bien. Ante todo soy tu amiga y te conozco.
-¡WOW! Vaya, siento mucho haberme puesto de esta manera. Sabes cuantas veces han intentado liarme. Tienes mis sinceras felicitaciones.
-Y ahora bien, dime que te está trayendo esa desesperación en la cabeza. Noté cierta urgencia en que viniera, pero sé de sobra que tienes amigas en todas partes.
-No sé ni por donde empezar...
-Mejor por el principio.
Y así se pusieron al día. Hablaron sobre la inseminación de Janeth, los negocios con el exterior y sobre lo que traía loco a James; Danna.
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MI SEMENTAL
RomanceSol, playa, arena blanca... Y un par de cócteles son una combinación perfecta para el verano. Y si ademas le añadimos algún morenazo guapetón tenemos el premio gordo. Tanto así que Danna, una mezcla equilibrada de liberal y convencional, se encuentr...