Capítulo XV: "DOMINATRIX DANNA"

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(Danna)

Gracias al cielo que se ha ido aunque solo fuera por un momento. Dios mío no podía mas, huele tan bien, sabe tan bien... Cada vez me cuesta más controlarme sin salirme del plan, y reconozco que estoy disfrutando con esto. Pero ahora viene la parte interesante, la parte divertida del plan. Bueno, creo que mejor me preparo tanto física y mentalmente y que empiece la...¡ACCCIOON!

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-WAU..¡Dios Danna, por todos los santos, estás impresionante!-dijo un James impresionado.

Danna vestía un traje de cuero negro lleno de lazos por todo el largo del cuerpo, tenia colgadas unas esposas y vestía tacones de plataforma altísimos de látex. Llevaba el pelo en una coleta de caballo bien apretada y usaba un maquillaje algo oscuro, pero eso lo hacía aún más interesante. La habitación estaba ambientada de otra manera, había luces tenues de color rojo pasión, las sábanas eran rojas también pero de seda y había varios artilugios sexuales de todos formas y tamaños. Había cuerdas, pañuelos, aceites, lubricantes y un largo etcétera.

-Shhh! No soy Danna, y a partir de ahora para todo lo que respondas y yo te diga me dirás "sí, mi ama" ¿entendido?-dijo una Danna mas seria que nunca.

-Vaya, jamás imaginaría que también te va este ro...-su frase fue interrumpida por un suave latigazo.-Lo siento, mi ama-.

-Levántate y dirígete a la cama-.

-Si, mi ama-. Dicho esto, se levantó y se puso delante de la cama, con la mirada dirigida hacia Dan, pero una mirada indirecta. Casi se podía percibir una sonrisa en las comisuras de sus labios.

-¿Te estás riendo? Desnúdate, ¡ahora!-Danna disfrutaba con esto, se debía meter en el papel de dominatrix, pero la verdad era que se le quería lanzar encima y hacer lo "propio" con él.

 -Si, mi ama-.

James se comenzó a quitar la ropa lentamente. El también lo disfrutaba y mucho. La observaba por el rabillo del ojo, y sentía como ella se mojaba los labios con discreción. Eso la apetecía tanto como a él. Una vez que terminó, Dan comenzó a rodearle mientras le tocaba el cuerpo; una mano con una fusta y la otra directamente al cuerpo. Se acercó para aspirar su aroma profunda y lentamente. Se acercó dejando su aliento caliente por su cuello hasta besarlo. Él hacía lo que podía por no tocarla, pero le era muy difícil. La mano le temblaba. Del cuello pasó a la boca, besándole ferozmente, con ganas, con urgencia. Pasó la mano por su tremenda erección, aumentándola si es que aún se podía.

-Más rápido, no tengo toda la noche. Y quiero que lo hagas mirándome directamente a los ojos.

A James le encantó esa petición. Ya la tenía calada, era una principiante en el tema, al menos sobre BDSM. Nunca se le mira directamente a los ojos a un amo, debe mostrar sumisión total escondiendo la mirada. Bueno, al menos lo intentaba. Mientras tanto, terminaba de desnudarse, mirándola a los ojos como su ama pidió.

-Y ahora túmbate boca arriba y ábrete de manos y piernas. Después cierra los ojos y enséñame como cuentas hasta 100, mientras preparo nuestro juego. Mejor voy a por unas vendas para los ojos.

James hacía todo lo que ella quería. Hoy era suyo. Disfrutaría de ella aunque fuera a su manera. Sin embargo, antes de cerrar los ojos, la miró fijamente y pudo descubrir un brillo extraño en ellos. Sentía que algo no andaba bien. ¿Tal vez se estaría arrepintiendo de estar con él? Él cerró los ojos, antes de que ella se arrepintiera, pasara lo que pasara después.

Dan le vendó los ojos mientras por dentro tragaba saliva, dudosa. Le esposó a la cama en manos y piernas. Luego se le subió encima y lo besó. Pero eso beso fue muy dulce, sonaba a despedida, a melancolía, a distancia. Pero después recordó su objetivo y se tornó mas fuerte y pasional, intenso, profundo. Dan no podía controlarse, no dejaba de besarlo y tocarlo por todas partes. En un golpe de lucidez, se levantó, le hizo una fotografía rápidamente y se fue al servicio a quitarse todo lo que llevaba. Dio un largo vistazo, cogió la cinta de vídeo y dando una mirada hacia James, se fue.


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