La luz en la oscuridad

V: Eres tu

Estaba...., sorprendido. Esa chica, ella..., ella me llamo papá. No estoy soñando, ¿verdad? Porfavor que esto no sea un sueño. No quiero, no podria aguantar si esto es solo cosa de mi imaginación.

-Papá - repitió entre un llanto que apenas y se apreciaba a escuchar, claro que cada minuto la intensidad de éste aumentaba poco a poco.

-Oye tu, ¿que no le diras nada a mi hermana? - dijo una segunda voz.

-Callate baka. Obviamente solo esta aturdido - le regaño otra voz.

No podia hablar. Justo cuando la tenia frente a mi, la voz simplemente se quedo atorada en mi garganta. ¿Qué le puedo decir? ¿Hola? Tal vez, ¿cómo estas? No no no no no. Eso es muy vago. Le quiero decir un montón de cosas. ¿Cómo ha estado? ¿Es feliz? ¿Quiere a su padre? ¿Cómo supo de mi?

Claro que nada de eso saldría de mi boca ahora. Después de unos minutos de silencio, con un ligero llanto de fondo, mi mente aclaro todas mis dudas dejando la frase ideal aparecer en mi cerebro. Ahora solo era momento de que saliera de mis labios. Sonreí ante la idea de lo que podría, no...., de lo que desearía que pasara. Me arme de valor, el valor que estuve cultivando justamente para este momento, camine para ponerme frente a mi escritorio, y le dije:

-No sabes cuanto tiempo, estuve esperando y buscando este momento...., Natsumi.

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La felicidad me lleno mas de lo que podia soportar. Esas palabras, fueron dichas con un tono de nostalgia, cariño, un poco de arrepentimiento, pero sobretodo...., de amor.

Ya no me importo romperme en llanto, dejando que probablemente todo el edificio pudiera escuchar mis gritos e hipidos de emoción. Tampoco me importo el ir corriendo y abrazar al hombre que tenia en frente mio, el cual al sentirme junto a él rodeo mi pequeño cuerpo, comparado con el suyo, en sus fuertes brazos. 

Ambos empezamos a llorar sin romper el abrazo. Yo estuve consiente de algo que sabia e hizo que me doliera el corazón. Yo solo supe de su existencia hace no mucho. Unos dias tal vez. Pero él...., él siempre supo de mi. Nunca me pudo ver, conocer, u oir mi voz cuando le hablara. Mi papá no pudo verme crecer, siempre vivió teniendo en la conciencia el hecho de que el me tuvo en su vientre por nueve meses, pero después nunca mas me pudo ver.

Sabia que el era el que mas sufria, pero aun así, no podia dejar de soltar un llanto incluso mayor que el de él. Tal vez me sentia mal por todo este asunto. Deidara lo dijo, siempre me estuvo buscando, pero nunca le permitieron tener el derecho de conocerme, a su hija. El sabia mi nombre. Estoy casi segura que el me lo puso, la verdad es que dudo que mi padre le haya dicho a mi papá mi nombre.

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El llanto pronto fue perdiendo intensidad. Naruto y Natsumi empezaron a respirar de una manera mas tranquila, sin soltar el abrazo claro esta. Una vez la habitación volvió a estar en silencio, Naruto tomo la palabra y empezó a hablar:

-¿Cómo supiste de mi, Natsumi? - preguntó aun con la voz un tanto temblorosa por el llanto.

La joven se separo un poco de los brazos de su padre para poder mirar su rostro. Tenia los ojos un tanto rojos por lo sucedido momentos antes, pero la expresión de sorpresa, confusión y felicidad del rubio saco una sonrisa de la azabache-rubia.

-No fue hace mucho, pero...., desde pequeña siempre dude que mi madre.... en realidad no lo era. Le preguntaba cada dia a mi padre sobre el por que yo era diferente pero siempre me respondia con cosas para evitar el tema. Después de un tiempo me di por vencida de sacar respuestas de el y deje de preguntarle, aunque.... el sentimiento nunca dejo mi corazón.

-Ya veo. Asi que Sasuke......, no te contó nada - dijo el rubio triste por lo que escucho.

-Si - repondio Natsumi.