XIX: Mi pesadilla

1.8K 160 75
                                    

Pasemos ahora a la experiencia de Sasuke. Creo que las cosas se van a ir aclarando después de este capítulo, aunque aún hay más por ver.

Conducía sin rumbo alguno. Sasuke no quería creer lo que vió, aún así esa imagen no salía de su cabeza. ¿Desde cuando? No, Naruto no era ese tipo de persona....., ¿o si?

Su único deseo en ese momento era ser incapaz de pensar, bloquear su mente para que al menos el dolor se pudiera hacer más pequeño. Habían pasado dos horas y él seguía al volante de su auto aún sin saber a donde ir. Su casa, la que tenía junto a ese rubio, era la peor opción en el momento. No sabia si ellos seguirían ahí, y si lo estuvieran, se rompería más de lo que ya estaba.

Estacionó su auto a lado de un parque y bajó del vehículo. El lago del lugar le ayudaba a calmar sus nervios, los que no dejaban de decirle que era una terrible pesadilla y que en poco tiempo despertaría con una pila de papeleo frente a su escritorio. Pero esa era la realidad, la cruel y horrible realidad que le empezaba a destruir todos sus sueños.

-¡¡¡¡Maldita sea!!!! - gritó aventando su celular al agua frente a él. - ¿¡Por que!? ¿¡¡Por que!!?

Lagrimas salieron de sus ojos, unas que habían estado guardadas desde el momento en que las dejo salir ese mismo día doce meses atrás, en el día de su boda, aunque al menos esas fueron de felicidad. El porque no le gustaba llorar era sencillo, se sentía débil e indefenso, además que cuando una lagrima salía, las demás no se detenían hasta que sus párpados quedaban parcialmente secos.

Con las pocas fuerzas que aún tenia volvió a su auto y empezó a conducir. Las luces de la ciudad eran lo único que iluminaba esas vacías calles, no habían carros alrededor, como si el mundo supiera que él quería estar solo. Pero su cerebro le decía distinto, ni siquiera se dió cuenta cuando había llegado a la casa de sus padres. Salió solo para tomar aire y ver esa casa que mantenía sus recuerdos de la infancia, los momentos que había pasado junto a sus padres y hermano. Pero también fue el lugar donde él y Naruto se reunían cuando los padres del rubio estaban en casa y los de él no. 

Ya estaba por irse cuando Itachi salió entre risas con su mamá y papá, los tres quedándose mudos al ver el estado de él.

-¿Sasuke? - preguntó Mikoto preocupada. - Mi bebé, ¿que te paso? ¿No deberías de estar con Naruto?

Cuantas cosas quería decirle a esa mujer que mostraba una gran preocupación por él, pero su garganta estaba seca y ninguna palabra lograba salir. Solo gruñidos por el intento en vano de contarle todo lo que había pasado hace solo una horas atrás eran escuchados en el silencio de la noche. Y lo siguiente, nunca lo habrían visto del orgulloso Sasuke Uchiha. Sino de un Sasuke emocionalmente destrozado. El azabache se abalanzó a los brazos de su madre y lloró con más fuerza. Mikoto solo abrazó a su hijo sin saber el porque de su tristeza. Fugaku e Itachi se acercaron segundos después de salir de su asombro y llevaron con esfuerzo al menor dentro de la casa.

Ahí, Sasuke siguió derramando lagrimas. Los Uchiha entonces se preocuparon, nunca, jamás en su vida, vieron que algo le pudiera afectar tanto a Sasuke. No al punto de no poder decir nada. Ninguno decidió hablar hasta que solo quedaron los hipidos que llegan después del llanto.

-Suficiente, voy a llamar a Naruto - comentó Fugaku parándose de su sillón.

-¡No! - le gritó Sasuke. - ¡No lo llames, no lo quiero ver!

-¡Por dios Sasuke! ¡Estas lastimado y él es tu esposo, deberías de estar con él y no con nosotros ahora! - le comentó su madre exaltada.

-¡Fue por él que estoy así! - volvió a gritar con sus ojos rojos por llorar.

La luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora