-Disculpe... Señor Andrés. Le llaman por la línea 2. Creo que la llamada es del colegio de sus hijos.
-¿Otra vez?
-Si quiere se la paso a su esposa Sara.
-No, no... ahora mismo contesto yo.
-Muy bien – mi secretaria Lucía se retiró de mi despacho y yo solo procedí a coger la llamada.
-¿Sí? – dije con la voz temblorosa.
-Buenos días señor López, su hija Teresa se ha puesto enferma, tendrá que venir a recogerla.
No sé por qué, pero suspiré... bueno... en realidad si lo sé.
-Y también tendrá que asistir a una reunión con el director por el comportamiento de su hijo Diego.
Otra vez, no me lo podía creer. Ya era la 3ª vez en todo el mes que me llaman del colegio por Diego, y eso que acaba de empezar el mes...
Sara y yo estamos muy preocupados por él, ha cambiado mucho a lo largo de todos estos años, se ha vuelto un rebelde, y cada vez está yendo a peor...
-Lucía, saldré a una reunión con el director de mis hijos, ¿Puedes informar a Sara? –dije mientras me ponía mi abrigo.
-Sí, ahora mismo voy – cogió el teléfono y empezó a marcar el número de Sara.
-Intentaré volver cuanto antes – suspiré.
Bajé en el ascensor hasta el garaje del edificio y me subí en mi coche.
-Rumbo al colegio... otra vez – susurré preocupado.
Nada más llegar al colegio me encontré con Teresa esperándome en la puerta, la pobre estaba llorando.
-Princesita ¿Qué te pasa? – me agaché a su altura y abrí mis brazos para recibirla con un abrazo.
Teresa corrió desesperada hacia a mí y empezó a llorar aún más, yo solo pude acariciar su cabecita hasta que se calmó.
-¿Qué te ha pasado? Me han dicho que estas malita – Yo la miré mientras le secaba sus rastros de lágrimas en sus mejillas.
-Me encuentro muy mal papi, me duele la cabeza – puse mi mano en su frente, notando como esta estaba más caliente de lo normal, tenía fiebre.
-Ven cariño – cogí a mi hija menor entre los brazos y entré a aquel edificio donde estudiaban mis hijos.
-Buenos días Señor López, sentimos mucho el tener que volver a llamarle – dijo ofreciéndome la mano.
-Buenos días – dije estrechando su mano – pero... es que lo siente soy yo, ojalá no tuvieran que llamarme cada semana – me disculpé – Por cierto... ¿Y mi hijo?
-Le está esperando ya en el despacho.
-Cariño – le susurré a Teresa – papá va hablar un momento con el director, en un rato vuelvo contigo y nos vamos a casa para que descanses – bajé a Teresa al suelo y la llevé donde estaba la secretaria – espera aquí – le di un beso en la frente y me fui hacia el despacho.
Cuando entré me encontré solamente con mi hijo, el director no había llegado, por lo que aproveché para hablar primero con él a solas.
-A ver Diego, cuéntame que has hecho esta vez.
Éste no me dijo nada, ni siquiera me dirigió la mirada.
-Venga... Diego... hoy he salido del trabajo por tercera vez en una semana para venir a una reunión tuya.
Este seguía callado en la misma posición, aunque yo no quisiese, pronto se me acabaría la paciencia con esa actitud.
-Diego... es mejor que me cuentes tú lo que ha pasado y no me entere en unos minutos por el director.
Él por fin me miró a los ojos, sonrió y volvió de nuevo la cabeza a su posición... ¿Cómo podría haber hecho eso? Esto es serio, le estoy dando la oportunidad de que se explique para que la bronca sea menor, pero no... me sonríe como si lo que estaba pasando ahora mismo no hubiera sido problema suyo, como si él no hubiera tenido que ver, y eso ya no lo toleraba, ni Sara ni yo hemos educado a nuestros hijos para que se comporten de tal manera, cuando lleguemos a casa todo esto va a cambiar.
-Bien... y veo que no hablas, te has quedado mudo, pero no te preocupes, cuando lleguemos te daré lo necesario para que hables, o mejor dicho, te quitaré.
Rápidamente se giró hacia a mí con el ceño fruncido, e iba a pronunciar unas palabras, pero el sonido de la puerta le interrumpió.
-Bueno, siento haber tardado, ya estoy aquí – dijo el director con unos papeles en las manos, o mejor dicho... unas fotos impresas – Bueno su hijo a...
-No – interrumpí yo – quiero que él mismo me diga qué ha armado esta vez para volver al colegio un vez más.
-¿Para qué narices voy a gastar saliva con esta mierda? – Dijo Diego desafiante – Ahí tiene las putas fotos de lo que he hecho. Así todo es más sencillo para todos.
Le miré enfadado por la actitud que estaba demostrando en esos momentos ¿De verdad quería tener esa actitud? Pues se va a enterar cuando lleguemos a casa.
-Discúlpeme un momento, llamaré a mi esposa para que venga a recoger a Teresa – Marqué el número de mi secretaria y le deje aquella orden para Sara y justo después me despedí para a continuación colgar – bien, ya está, continuemos.
Mi propio hijo puso las manos encima de las fotos y me las pasó... encima chulito...
-Contempla mis nuevas obras de arte – dijo subiendo los pies a la mesa.
Esa fue la gota que colmo el vaso, aparté sus pies de la mesa bruscamente y justo después cogí las fotos.
-¿Qué cojones es esto Diego? – dije aterrado.
-Ya te lo he dicho, mis obras de arte…
-Coge la mochila… vámonos ya a casa.
-¿No vas a decir nada más? – dijo riendo.
-Coge la puta mochila, como diga algo más que eso se va a armar gorda… pero no te preocupes… ya te diré todo lo que tenga que decir en casa…
Le agarré de la chaqueta y le arrastré fuera del despacho, no sin antes disculparme una última vez con el director.
-¿Pero que cojones te pasa viejo? ¿Tanto te molesta lo que he hecho?
-Cierra la boca… al menos cierra la puta boca.
-Pero si solo ha sido...
-Agresión ¿Qué te crees que tú que acabas de hacer?
-Solo he…
-Calla… no quiero oírte – dije con mis ojos cristalizados – Has… has pegado a una compañera… ¿Tú sabes lo grave que es eso? Madura Diego, tienes 16 años, no puedes ir por la vida de chulito, de matón, no puedes.
-Pues que sepas que todo esto fue culpa suya… si ella me hubiera dado lo que yo le pedí desde el primer momento todo esto no hubiera pasado.
-Júrame por Dios que no has dicho eso en serio.
-Pues no te lo creas, es tu problema.
Paré el coche en un paso de cebra.
-Bájate del coche.
-¿Qué he hecho ahora?
-He dicho que te bajes del coche.
Mi hijo obedeció mi orden y ya después de salir me hizo un corte de manga.
-Que os den a todos.
Diego se alejó lentamente del coche, mientras… yo no sabía que hacer… este tipo de situaciones no me gustan nada… de todo lo malo que podría haber hecho mi hijo en el colegio… ¿Por qué tiene que hacer bulling? ¿Por qué tiene que cometer el mismo error que cometió él años atrás con Sara? En aquel momento sentía como mi mundo se desmoronaba, no sabía por donde podía tirar para salir de esta… cosas malas le tuvieron que pasar hace años a la gente de su alrededor para que éste parara… yo no quiero que le pase nada a mi familia…
Escuché el claxon de un coche de detrás, salí de mis pensamientos y volví a conducir para llegar a casa.Uy uy uy... las cosas se están poniendo muy mal...
¿Qué pasará con Diego? ¿Seguirá los pasos de su padre? ¿Cambiará? ¿Tendrá que pasar algo para que él cambie?
Mañana mismo sabréis algunas cosas ❤

ESTÁS LEYENDO
El Abusón Cambia - Exorinha (2a Temporada) [Terminada]
FanfictionEl tiempo pasa, la gente hace su vida... encuentran el amor, se casan y... tienen hijos... Sara y Andrés tienen tres, dos hijas y un hijo. Pero... ¿Y si el pasado vuelve? Diego, el mayor de los hermanos, seguirá los pasos de su padre... pero... ¿Y s...